COSA DE PRENSA / La raza cósmica

  

 

Pagamos para que nos peguen

El América: mexicano y español

El canto de la corrupción y nada

 

 

Javier Rodríguez Lozano

 

 

Viernes 11 septiembre 2010.- ¿Qué pasaría si los 30 millones de mexicanas y mexicanos que votaron por Andrés Manuel López Obrador abrieran los ojos de una buena vez por todas y vieran que también “pagan para que les peguen”?

 

Por ejemplo, por ver al equipo de futbol América que es mexicano pero también español, de Televisa y de El País; por la televisión de paga, los grandes periódicos, cadenas televisivas y sobre todo, redes sociales, que engañan con emergencias inventadas; alineados a empresas y financieras extranjeras que asfixian a las naciones con préstamos que el Covid vino a hacer más impagables.

 

Tal y como es: Pagamos para que nos peguen con enajenación, con mentiras, con emergencias, con miedos, miedos, miedos; para que ellos pueden subsistir cómodamente como razas superiores, como desde el amanecer de los tiempos.

 

Hemos descrito en este espacio detalles del “árbol genealógico” de la geopolítica dominante, por lo menos desde antes de los años 40s, cuando también inventaron una guerra mundial para cimentar su poderío económico y ahora, en 2020, busquen resetear y actualizar su predominio.

 

Cada uno de los conceptos expresados en el segundo párrafo de este texto se maneja con una autosuficiencia económica que está muy por encima de todo gobierno en los más de 200 países del mundo, como el nuestro.

 

Por eso nos les interesa que algún gobierno federal les retire la publicidad, como en México, Estados Unidos o Venezuela, porque los sostiene el marketing del sistema económico mundial dominante.

 

En México: Liverpool, Palacio de Hierro, Coca-Cola, Coparmex y un larguísimo etcétera.

 

Y menos aún les va a importar a las redes sociales “comparecer” en alguna Mañanera para explicar los vicios de su comercialización, algo que también han intentado muchos países poderosos sin haberlo conseguido.

 

Otro ejemplo, ¿cómo entender que durante 36 años los mexicanos viviéramos agachados a las tropelías de nuestros gobiernos, como los que todos los días exhibe el presidente López Obrador, sin que pase nada, salvo el eco de los alaridos de quienes prefieren vivir sin ver ni oír, como en “Cada quien su vida”, obra maestra de teatro de Luis G. Basurto en El Candidato de Dios, que retrataba al México de prostitutas, políticos, periodistas, de religión y violencia que no ha cambiado.

 

Ayer pidieron al Presidente en La Mañanera, un balance en su lucha contra el huachicol.

 

El Mandatario dijo:

 

Es muy importante que se tenga presente que se robaban mucho combustible, esto desde el sexenio de Vicente Fox, luego con Calderón y luego con el presidente Peña Nieto”.

 

Relató que cuando Fox él era jefe de Gobierno y en una reunión de Conago, donde supuestamente iban a entregar excedentes de precios elevados de petróleo vendido más barato, unos 15 mil millones de pesos.

 

En 2003 o cuatro, el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz y el subsecretario Agustín Carstens informan que había un excedente de 15 mil millones pero que descontarían 12 mil millones, “por el robo de combustible”.

 

Continuó AMLO: “Esto siguió, al grado de que cuando llegamos nosotros se estaban robando en promedio 56 mil barriles diarios. Miren, ya para el 19, el año pasado, y este es el promedio que llevamos ahora, cuatro mil 300 barriles diarios de 56 mil de promedio barriles diarios en el 18; pero en noviembre, cuando llegamos al gobierno, eran 80 mil barriles diarios los que se robaban.

 

“Si tomamos en cuenta… ¿No tienes la de noviembre?, donde hay dos barras. Eso es muy importante porque este tema se desconocía porque los medios de información estaban totalmente apergollados, ahora es distinto.

 

“¿Y saben por qué reitero, reitero, parezco disco rayado?

 

“Porque hay quienes todavía dicen que no hay cambios, dicen: ‘¿Dónde están los cambios?’ Estaba yo viendo un texto, una frase de un periodista de derecha, conservador, Sarmiento, no sé de quién es la frase, él la usa, dando a entender que todo sigue igual, este señor Sarmiento.

 

“Aquí está, miren. Este es noviembre del 18, miren lo que se robaban, 81 mil barriles diarios, y este ha sido el comportamiento por mes, este es agosto.

 

“Como tomamos la decisión -entrando- de que se acababa el huachicol, hubo presiones fuertes, quisieron jugar a las vencidas y hubo sabotaje, nos rompían los ductos. La gente se portó muy bien porque padecimos de combustibles, había que hacer colas para cargar.

 

“Le informamos a la gente, nos ayudó mucho el apoyo del pueblo, como decía el presidente Juárez, con el pueblo todo, sin el pueblo nada, resistimos y se adquirieron en tres meses más de 600 pipas para no depender sólo de los ductos, porque había bloqueo y estábamos enfrentando a estas bandas, toda una red de complicidades y componendas.

 

“Entonces, se le pidió a la Secretaría de la Defensa que nos ayudara para operar las pipas y no tener problema, porque llegaban los barcos a Tuxpan, de la gasolina que se compra en el extranjero, y no se podía meter el combustible al ducto Tuxpan-Azcapotzalco porque lo tenían tomado; entonces, llegaron las pipas y empezamos a abastecer con pipas, y se sigue abasteciendo con pipas.

 

“Desde luego ya se normalizó el transporte de combustible por ductos que es, entre otras cosas, más barato”.

 

LA COSA ES QUE…

 

Es cosa de abrir los ojos, lo más difícil de hacer.

 

Porque, como se sabe sin ir a ninguna universidad, que algunos animalitos abren los ojos a unas horas o a poco días de nacidos, y la mayoría de los humanos nunca lo consiguen, como lamentan en estos momentos razas cósmicas de las que hablaba Vasconcelos y que en vano brindan la mano.

 

Pero… “Ni cómo ayudar”, dicen.

 

Qué tal.

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