COSA DE PRENSA / La lana es la lana

 

  • Aguascalientes no está en el mapa político

  • “Quien siga, que consiga”: Rafael Urzúa

  • ¿Quién podría traer más dinero a Aguas?

  • ¿Tere Jiménez o Nora Ruvalcaba Gámez?

Javier Rodríguez Lozano

AGUASCALIENTES, Ags., viernes 22 abril 2022.- Muy lejos quedaron aquellas campañas electorales de casi ochos meses, como la presidencial de Luis Echeverría Álvarez en 1970, de las de este año en seis entidades del país, de tan solo 60 días.

Por cierto, aquella campaña de Echeverría pasó muy cerca de Aguascalientes, pero nunca nos visitó y, sin embargo, sí tendría en su gabinete a dos políticos aguascalentenses muy cercanos a sus afectos: Enrique Olivares Santana y Augusto Gómez Villanueva.

Tampoco para el presidente Andrés Manuel López Obrador significa gran cosa Aguascalientes, si consideramos aquel viernes 18 de enero de 2019, cuando su comitiva de tres Suburbans negras blindadas se internaran al estado provenientes del vecino Zacatecas, sin la intención de visitarnos; iba de paso.

El gobierno de Martín Orozco apenas pudo enterarse de la presencia del Presidente López Obrador, porque su Secretaría de Gobierno recibiría “un reporte de seguridad” que le informaba que el Mandatario pernoctaría en el hotel La Mansión, cerca de la Central de Abastos en la salida a México.

Y cuando AMLO descendía de su vehículo en el citado hotel sería informado de la explosión del ducto petrolero de Tlalhuelilpan, Hidalgo, que en el transcurrir de las siguientes horas mataría a casi un centenar de personas y dejaría heridas a medio centenar más.

Una vez confirmado el siniestro y su magnitud, López Obrador y comitiva saldrían de Aguascalientes rumbo a León y Tlalhuelilpan, al epicentro del huachicolazo trágico.

Estos datos nos servirán de “epicentro” o fondo “etimológico” para intentar contextualizar un escenario histórico que nos explique por qué Aguascalientes no aparece en el mapa político nacional, desde el punto de vista presupuestal, que impacta directamente en el progreso de la entidad.

El pasado miércoles estuvo en Aguascalientes la diputada federal Margarita Zavala, quien con la candidata de la alianza PAN-PRI-PRD a la gubernatura, Tere Jiméenez, hicieron un recuento de los recursos que, aún autorizados por la Federación para fortalecer la presupuestación de Aguascalientes, se tardan en llegar, y en el mejor de los casos lo hacen con toda lentitud.

Tal sería el caso de los 800 millones de pesos que gestionó la entonces diputada federal Tere Jiménez, hoy candidata a la gubernatura, para el Hospital Hidalgo, un elefante blanco del panismo que el priismo rescatara entre 2010 y 2016, pero al que le faltan todavía muchas cuestiones infraestructurales.

El punto es que si Aguascalientes no aparece en el mapa político nacional sin duda, se debe a que su clase política no lo ha sabido promover y presentar como un escaque indispensable en el tablero del ajedrez del desarrollo mexicano.

En otras palabras dicho, en este proceso electoral aguascalentense de 2022 podría acreditarse aquella frase del doctor Rafael Urzúa Macías, cuando se iniciaba en la Universidad Autónoma de Aguascalientes el proceso sucesorio que ganaría Mario Andrade Cervantes: “El que siga, que consiga”.

Es decir, mientras las visitas a Aguascalientes de políticos y legisladores del Centro del país, así como las quejas de los niveles municipal y estatal de gobierno locales resaltan la falta de recursos federales, con lo que puede explicarse el notorio subdesarrollo de la entidad, la próxima gobernadora de Aguascalientes deberá traer al estado el dinero que se necesita para echar a andar el progreso.

En contraste con otras candidatas, que difunden hasta con infografías sus diferentes propuestas en materia de progreso y desarrollo estatal, prácticamente inédito pasó el Plan Económico de la candidata de MORENA, Nora Ruvalcaba Gámez, que aborda -sin citarlo expresamente o decirlo de manera directa- esta cuestión del discrecional manejo de los recursos federales a Aguascalientes, ahora mucho mejores que antes por los elevados precios del petróleo, derivado de la guerra en Ucrania.

Ruvalcaba Gámez ha anunciado que su administración, si gana las elecciones, será democrática, con justicia social que privilegiará el bienestar y la austeridad, pero “todo ello alineado estrictamente a los criterios de la política nacional”.

Es decir, aún no observan muchos electores que el discurso de campaña de Nora Ruvalcaba está muy alineado al discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Nora ha dicho que la política económica de su gobierno, si gana en las urnas el próximo 5 de junio, tendrán una participación importante los diferentes sectores de la sociedad, a quienes les ella les pedirá que le digan cómo gobernador.

“Que me digan cuáles serán las prioridades y en qué se invertirán los recursos, porque si bien hay presupuestos ya etiquetas desde la Federación, existen partidas económicas importantes que serán sometidas a la democratización, para que el pueblo organizado y la sociedad civil, a través de comités de participación y por partida presupuestal, decidan lo que haya que hacer con los recursos”.

También dijo la candidata de MORENA, Ruvalcaba Gámez, que se combatirá con todo la corrupción en todos los órdenes de gobierno, empezando por la persecución a las factureras, a través de la Auditoría Forense y el encarcelamiento de funcionarios corruptos.

LA COSA ES QUE…

Después de Enrique Olivares Santana, Rodolfo Landeros Gallegos y Miguel Ángel Barberena Vega, Aguascalientes no ha tenido en los gobiernos de Otto Granados Roldán, Felipe González, Luis Armando Reynoso Femat, Carlos Lozano de la Torre y Martín Orozco Sandoval, quien baje de la Federación los recursos necesarios para hacer prosperar a esta entidad.

¿Qué quiso decir Nora Ruvalcaba Gámez con aquello de: ‘Si bien hay presupuestos ya etiquetados desde la Federación, existen partidas económicas importantes que serán sometidas a la democratización”?

Que existen muchos recursos federales -y habrá todavía mucho más con los altos precios del petróleo, como ya dijimos- no necesariamente etiquetados, es decir, ya precisamente destinados a un propósito administrativo inamovible y que el Gobierno Federal no los está soltando fácilmente a los gobiernos de oposición.

Y Nora Ruvalcaba sí podría bajar a Aguascalientes todos esos recursos que la Federación escatima a otros gobiernos estatales.

Qué tal.

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