COSA DE PRENSA / Inteligencia Artificial

 

  • Arremete el Presidente contra la ONU

  • Piden cuentas en Derechos Humanos

  • Pero les dice: “No tienen calidad moral”

  • Robots pueden desaparecer humanidad

 

 

Javier Rodríguez Lozano

CIUDAD DE MÉXICO, miércoles 8 febrero 2023.- A pesar de presidir en Nueva York el 9 de noviembre de 2021, la sesión 8,900 del Consejo de Seguridad de la ONU, con el tema de Mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, Andrés Manuel López Obrador no ha matizado su animadversión a la Organización de Naciones Unidas.

 

Quizás no sea por lo que el Presidente haya leído de los expertos Daniel Estulin y Cristina Martín Jiménez sobre lo que hay detrás de la ONU y su Gobierno Global, o tal vez sí.

 

Aunque lo más cercano parezca ser lo que en aquel mismo momento reconociera el presidente de Naciones Unidas, el portugués Antonio Guterres, en el sentido de que la pandemia aumentó las desigualdades para las personas más pobres y vulnerables, lo que generó la pobreza de 120 millones de pobres más, de los ocho mil millones de habitantes del planeta que registrara su agencia del Consejo de Población el 15 de noviembre de 2022.

 

Y ya no se dijo, pero se sabe en contraste, que las y los más ricos del mundo, como el directorio del Club Bilderberg, que está detrás de la ONU, en opinión de Daniel y Cristina, se enriqueció exponencialmente después del Covid.

 

El 24 de enero pasado, López Obrador reiteró lo que ya ha dicho otras ocasiones: “La Organización de Naciones Unidas no tiene mucha autoridad”.

 

Aquella sería su respuesta a la posición de la ONU, que cuestiona las desapariciones y el respeto a los derechos humanos en México.

 

Los estudiosos en geopolítica podrán identificar a una de estas dos expresiones –la de los DDHH- como el arma oral y discursiva con que las potencias del mundo han invadido el país que quieran, devastándolo; por ejemplo, es el principal obús “disparado” sobre China desde 1939 en que el Dragón engullera al orgullo japonés y empezara a construir silencioso su liderazgo global que ostenta desde 2020, sin que nadie se diera cuenta.

 

Volker Türk, alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, lamentaría una semana antes, que “a cinco años de expedir la Ley General en Materia de Desaparición Forzada, México no ha actuado con firmeza para combatir este crimen atroz”.

 

López Obrador respondería: “Respeto su punto de vista, aunque no tienen mucha autoridad porque, ¿desde cuándo se creó lo de la Oficina de Desaparecidos? Hace cinco años”.

 

Ojalá que algún día, el presidente mexicano también le eche un ojo a la urna electrónica que surgiera de esa misma corriente del Gobierno Global que acaba de anunciar ocho robots humanoides, “capaces de hacer tareas para el bien social”, que presentarán en una cumbre mundial sobre inteligencia artificial prevista para julio próximo en la Suiza Ginebra.

 

La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) agencia de la ONU, pretende mostrar cómo las nuevas tecnologías y la Inteligencia Artificial “pueden ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS), como la lucha contra la crisis climática o el apoyo a la acción humanitaria”.

 

Esto último, de “acción humanitaria, dicen Daniel Estulin y Cristina Martín, no está acreditado en ninguno de los 200 países alineados a la ONU.

 

“Está en nuestro interés colectivo dar forma a la inteligencia artificial, más rápido de lo que ella nos da forma a nosotros”, diría en un comunicado la nueva secretaria general de la UIT, la estadounidense Doreen Bogdan-Martin.

 

Con asistencia de una veintena de expertos, en la cumbre se verán ocho robots humanoides (Beonmi, Nadine, Sophia, Geminoid, 4NE-1, Ai-Da Robot, Grace y Desdemona), que exhibirán sus capacidades para la extinción de incendios, la distribución de ayuda, la prestación de asistencia sanitaria o la agricultura sostenible.

 

Simultáneamente, la Gaceta UNAM realizó una entrevista a ChatGPT, de OpenAI, denominada “Charla con una Inteligencia Artificial”, no “para entrar en honduras ni peroratas que exhibieran poses de sapiencia científica o académica, mucho menos para contar con una conferencia magistral, sino realizar un sencillo ejercicio reporteril para conocer sus reacciones ante preguntas concretas”.

 

Preguntas acerca de los límites de la IA y los miedos e incertidumbres que ha generado a partir de la literatura y el cine.

 

Gaceta UNAM. – ¿La inteligencia artificial puede llegar a ser un factor en la extinción de la humanidad?

 

ChatGPT. – No necesariamente. La inteligencia artificial puede ser una herramienta útil que ayude a la humanidad en muchas áreas, como la educación, la medicina y el negocio. Si se usa correctamente, la inteligencia artificial puede mejorar la vida de la humanidad en lugar de amenazarla. Sin embargo, debemos estar conscientes de los riesgos potenciales y trabajar para asegurarnos de que estamos utilizando la inteligencia artificial de forma responsable.

 

Y si no se usara de manera responsable, ¿qué pasaría?

 

—Si no se usa de manera responsable, existe la posibilidad de que la inteligencia artificial desempeñe un papel en la extinción de la humanidad.

 

Sí, leyó Usted muy bien: “Existe la posibilidad de que la inteligencia artificial desempeñe un papel en la extinción de la humanidad”, subrayó ChatGPT.

 

Y agregó:

 

“Existen algunas preocupaciones sobre el potencial de la inteligencia artificial para ser mal utilizada con fines dañinos, como la creación de armas autónomas que podrían conducir a un conflicto armado global.

 

Además, cualquier sistema automatizado mal diseñado o mal programado podría tener un impacto negativo en la humanidad, como un mal funcionamiento de la infraestructura crítica o una falla en el suministro de alimentos y agua, remacharía.

 

Lo que dices nos atemoriza…

 

—Entiendo cómo te sientes. La inteligencia artificial puede ser una herramienta útil, pero también hay riesgos potenciales involucrados. Por esta razón, es importante que trabajemos para desarrollar esta tecnología de manera responsable, para asegurarnos de que los beneficios potenciales superan los riesgos.

 

LA COSA ES QUE…

 

En mayo de 2020, el príncipe Carlos de Inglaterra (hoy, rey), y el alemán Klaus Schwab, presentaron ante el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, (virtual) The Great Reset (El Gran Reseteo), que entre otras cosas ponderaba que “nadie será dueño de nada, pero vivirán felices”, y que tiene como eje central la Inteligencia Artificial.

 

Del 16 al 20 de enero de este 2023, se llevó a cabo el Foro Económico Mundial donde se dijo que para los próximos 10 años, los principales riesgos serán: La falta de mitigación del cambio climático y de adaptación; la pérdida de la biodiversidad y el colapso de los ecosistemas; la confrontación geoeconómica, la erosión de la cohesión social y la polarización de la sociedad, así como la generalización de la ciberdelincuencia y la ciberseguridad, lo mismo que la migración involuntaria a gran escala.

 

Por fortuna, este Foro fracasó, con la menor asistencia desde su creación en 1971.

No hay en todo esto, como dice el presidente Andrés López Obrador, mucha calidad moral, que digamos.

 

Y en ese marco, quieren imponer al mundo la Inteligencia Artificial robotizada, porque creían que la pandemia lo devastaría y quedaríamos muy pocos, pero no fue así.

 

Qué tal.

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