COSA DE PRENSA / Historia de una infamia III

 

 

  • Saqueo que infartó a AMLO
  • Empezó con Luis Echeverría
  • La 4T va de manera pacífica

 

 

Javier Rodríguez Lozano 

 

 

Miércoles 30 septiembre 2020.- Preguntaron al presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la fraudulenta venta del periódico Excélsior al empresario español Olegario Vázquez Raña y respondió no haber escuchado antes esa pregunta.

 

En diciembre de 2013 AMLO se infartaría, mientras la Cámara de Diputados aprobaba la Reforma Enérgica, la que más ha enfrentado a su administración contra las empresas españolas que se enriquecieron en México a su amparo, gracias a “la camita” que tendieron los presidentes corruptos Fox y Calderón, a la que Peña le puso edredón y alfombra roja.

 

Durante varios días los cardiólogos del hospital Ángeles, propiedad de Olegario Vázquez Raña, atendieron al entonces líder que preparaba la creación del Movimiento de Regeneración Nacional, y lo sacaron adelante.

 

Es la razón principal por la que “el personal estilo de gobernar” que describe Daniel Cosío Villegas en los presidentes de la República, no será de ningún modo violento en el de López Obrador: “Amor y paz’, y si te dan en una mejilla, ponla otra para que te den más”.

 

Nunca pudo, ni podrá, candidato presidencial alguno, aplicar en su gobierno todas sus promesas de campaña. Como Trump no puede gobernar bien sin la autorización del Pentágono, así tampoco ningún presidente latinoamericano podrá gobernar bien sin los intereses creados.

 

Para México y para mal, uno de los peores intereses que se opondrán a la 4T se llama Excélsior de Vázquez Raña, hágase como se haga.

 

Veamos cómo contestó el Presidente a la pregunta sobre la fraudulenta venta del periódico Excélsior al empresario español Vázquez Raña:

  

No nos los habían planteado, es la primera vez que lo escucho, desde luego conozco el antecedente. Vamos a pedirle a la secretaria del Trabajo, a Luisa María Alcalde, que lo atienda, que se revise sobre este asunto.

 

Es la historia de Excélsior. Yo creo que ya se ha escrito bastante sobre Excélsior, Leñero escribió sobre Excélsior.

 

El reportero (Hans Salazar): También Julio Scherer escribió.

 

AMLO: También don Julio, sí, pero el de Leñero, ¿no se llamó Prensa vendida su libro?

 

Reportero: Miguel Ángel Granados.

 

AMLO. Miguel Ángel Granados.

 

Sí, Excélsior es un periódico que viene desde el porfiriato, que empieza, incluso ahí escribieron en un tiempo los hermanos Flores Magón.

 

Que ha habido muchos Excélsiors en la historia. Su mejor época, desde luego, fue cuando don Julio Scherer fue director y hubo un asalto desde el gobierno, se afectó al periódico por cambiar la línea editorial con el expresidente Echeverría, lo tomaron.

 

De esas maniobras que se acostumbraban hacer, supuestamente cooperativistas y dueños de unos terrenos (en Paseos de Taxqueña), el caso es que sacaron a don Julio y a todos los escritores.

 

Hay fotos, tenemos una nosotros en la sala ‘Gabriel Cabrera’ en donde está saliendo, precisamente don Julio, ahí viene Miguel Ángel Granados con él, viene Abel Quezada, van saliendo.

 

Luego se mantiene el periódico ya con una línea distinta, ya totalmente oficialista, y luego fracasa y el gobierno lo recupera, y luego el gobierno lo vende.

 

Esto, durante el sexenio del presidente Fox, se vendió. Y no sé cómo fue la operación que se hizo en ese entonces y si se les pagó o no se les pagó a los cooperativistas, pero hay que verlo y si podemos nosotros ayudar, lo vamos a hacer.

 

Reportero: Sí, es una deuda, ellos afirman, de 300 millones de pesos todavía.

 

AMLO: Lo vemos, lo vamos a ver.

 

Como se ve, el Presidente López Obrador reconoce cómo surgió la caída de Excélsior, desde el golpe del echeverrismo, gobierno al cual el hoy Mandatario pertenecía en aquella época; en el Indigenista Tabasqueño dirigido a nivel nacional por Ignacio Ovalle Fernández.

 

Mario Moya Palencia, secretario de Gobernación de Echeverría (1970-76) se llevó a la tumba el secreto de su participación en el halconazo del 10 de junio de 1971, donde masacraran muchos más de los 12 estudiantes reconocidos oficialmente.

 

Moya Palencia y Echeverría Álvarez serían presuntamente investigados en 2005 por la Fiscalía Especializada en Movimientos Sociales y Políticos del Pasado; una farsa.

 

Todo México sabía que ellos habían sido los principales responsables de la matanza con la que se pretendía exterminar a un grupo de estudiantes.

 

La jueza Antonia Herlinda Velasco consideró que la matanza del 10 de junio no había constituido un genocidio, sino un enfrentamiento, y declaró la inocencia de la dupla infernal Moya-Echeverría.

 

Pero el periodista Jacinto Rodríguez Munguía encontró misteriosas cajas, que extrañamente, sobrevivieron porque se dice que Moya las abandonaría, en venganza porque Echeverría prefiriera a su frívolo cuate de la Del Valle como candidato presidencial.

 

Hay crónicas que dicen que los escritos del periodista Jacinto Rodríguez Munguía, parten de las fuentes primarias del Archivo General de la Nación; “de los fondos correspondientes a los órganos de inteligencia de la Secretaría de Gobernación”.

 

Se refieren a: La tenebrosa Dirección Federal de Seguridad y Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales, autora del asesinato de Manuel Buendía, por ejemplo.

 

“Se develan los modos y las estrategias del gobierno, así como las posiciones y predilecciones de los comunicadores y dueños (ahí se ve cómo manipulaban los propietarios de los periódicos). No queda sin tratar ningún asunto, ningún ‘particular”.

 

Dice la crónica que “la mayoría de los reporteros, periodistas, líderes de opinión y dueños de medios -demuestra Jacinto Rodríguez Munguía- callaron por voluntad propia. Fueron los tiempos de la guerra sucia, una guerra clandestina y soterrada, una guerra implacable.

 

“Los tiempos en que los medios de comunicación fueron el aliado fundamental de las botas, las torturas y las eliminaciones extrajudiciales.

 

“Fue ésta la otra guerra, la guerra secreta, la de la alianza de los medios y el poder, la de la complicidad y las canonjías”.

 

Nada ha cambiado desde entonces, como lo recuerda un día y otro también en sus mañaneras, el Presidente.

 

LA COSA ES QUE…

 

Va a ser muy difícil que López Obrador se haga a un lado y deje correr libremente a “las fuerzas de la oferta y la demanda” de democracia, que claman justicia para 1,400 familias de cooperativados de Excélsior, porque está de por medio su amigo Olegario Vázquez Raña.

 

Sin embargo, la 4T pagaría esa cuenta y muy pronto.

 

Ayer dijo el Presidente: “Las tres transformaciones que ha habido han sido muy importantes, pero también muy violentas. Esta Cuarta Transformación la estamos llevando a cabo, y debemos de felicitarnos todos los mexicanos, de manera pacífica”.

 

Qué tal.

 

 

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