COSA DE PRENSA / Geopolítica

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 Aquellos fueron otros tiempos del G7

 

 

  • ¿Cómo hizo México para poner en su lugar a EEUU?

  • AMLO sueña regreso de nuestro territorio arrebatado

  • Confrontación de EEUU exacerbará la crisis: China

  • Se reúne el G7 pero no resuelve ni sus problemas

 

Javier Rodríguez Lozano

CIUDAD DE MÉXICO, viernes 14 junio 2024.- Vladimir Putin y Xi Jinping han preguntado a sus respectivas embajadas en México, cómo fue que la presidenta electa Claudia Sheinbaum, marcara límites y pusiera en su lugar a Estados Unidos, desesperado por proteger su agónico neoliberalismo.

 

Es muy difícil, materialmente imposible, que el Gobierno de la República vuelva a apantallarse con su homólogo estadunidense, después de una muy larga historia de intervenciones abusivas, exhibidas en el Museo de Churubusco, que sugieren a la 4T ir por sus territorios en California, Arizona, Nuevo México, Texas y Florida, al menos, sueño que ya no pudo ver realizado Andrés Manuel López Obrador.

 

Y por otra parte, este jueves inició la reunión del G7, que hasta el próximo sábado discutirá como resolver el espinoso escenario global que desde 2020 desencadenara China, con la excesiva producción industrial que está desbordando sus arcas, y Rusia, que combate a Ucrania desde 2022: Quieren congelar sus activos europeos y enviarlos a Zelenski.

 

Sin embargo, China reacciona y advierte al mundo que, “la confrontación geopolítica liderada por Estados sólo exacerbará las crisis, tanto internas como internacionales”.

 

A través de The Times Global (Los Tiempos Globales), el gobierno de Xi Jinping afirma que, muchas de las cuestiones más apremiantes del mundo siguen sin resolverse, pero algunos países siguen participando en una confrontación geopolítica con China y Rusia en las reuniones del G7, lo que pone de relieve el papel del G7 al servicio de la confrontación geopolítica de Estados Unidos.

Explicó el editorial del periódico oficial chino, que la cumbre del G7 de este año se celebrará de jueves a sábado en Puglia, en el sur de Italia.

 

Según Reuters, mucha atención se centrará en si los líderes del G7 finalmente podrán llegar a un acuerdo sobre cómo utilizar los activos rusos congelados en Occidente para ayudar a Ucrania.

 

Además de la atención generalizada sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania, también se hablará de China.

 

Al Jazeera, citando una fuente gubernamental, informó que Estados Unidos está presionando fuertemente a sus aliados occidentales para que incluyan en la declaración final la preocupación del grupo por la llamada sobrecapacidad industrial de China.

 

Comenta The Times Global que, los expertos chinos le dijeron que es muy probable, bajo el liderazgo de Estados Unidos, que el G7 incluya las llamadas cuestiones de exceso de capacidad china en la declaración final.

 

“Dado el impacto negativo que esto tendría en las relaciones comerciales globales, refleja además que el G7 no contribuye a la recuperación saludable de la economía global”.

Subraya:

“El G7 ha pasado de ser un mecanismo multilateral que estabilizaba la economía global cuando Occidente dominaba la economía global a una herramienta para que Occidente, especialmente Estados Unidos, continúe manteniendo y consolidando su dominio en los ámbitos económico, político y de seguridad global a través de diversos medios inadecuados”.

 

Así lo afirmó a citado periódico Li Haidong, profesor de la Universidad de Asuntos Exteriores de China, quien agregó que el G7 se ha convertido en un arma geopolítica al servicio de los objetivos estratégicos de Estados Unidos.

Por su parte, Lü Xiang, investigador de la Academia China de Ciencias Sociales, también señaló que Estados Unidos está intentando dominar toda la agenda de la actual edición de la cumbre del G7:

 

“Una agenda que se hace eco de los intereses electorales del presidente Joe Biden en Estados Unidos, como vinculando a Europa con la cuestión de Ucrania y limitando la capacidad de producción de China para ganar votos locales. Por lo tanto, esta cumbre del G7 puede verse incluso como una cumbre ampliada del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos”.

 

Igual, la elección por parte del G7 de “África, cambio climático y desarrollo” como primera sesión de la cumbre parece enfatizar las graves amenazas que plantea el cambio climático.

 

“Sin embargo, la supresión de la industria verde de China por parte del G7 durante la cumbre expone su hipocresía”, dijo Xiang.

 

Abordar el cambio climático no puede depender únicamente de reuniones y lemas sino que, en última instancia, depende de diversas alternativas a la energía tradicional.

 

La cumbre se lleva a cabo cuando la UE anunció que impondrá aranceles adicionales de hasta el 38,1% a los vehículos eléctricos chinos después de que Biden cuadriplicara los aranceles sobre los vehículos eléctricos chinos del 25%.

“Para socavar a China, Estados Unidos se ha aliado con países europeos, utilizando aranceles y otros medios para cortar artificialmente la cadena industrial verde avanzada ya establecida”, precisó dijo Lü Xiang, quien resaltó: “Este es el golpe más significativo a los esfuerzos globales contra el cambio climático hasta la fecha”.

 

La expectativa de la reunión del G7 no garantiza nada bueno, según The Times Global citando como fuente a la agencia británica Reuters, que afirma que: “Ante los problemas más apremiantes del mundo y una miríada de males internos, los líderes del G7 se han reunido en un ‘estado de ánimo pesimista’. Al enfrentarse al conflicto Rusia-Ucrania, la cuestión de Oriente Medio y sus respectivos problemas políticos internos, los líderes del G7 deberían utilizar esta reunión para guiar al mundo hacia una mayor estabilidad y unidad, fomentando así la cohesión dentro de las economías, sociedades y política, lo que ayudaría a resolver sus problemas internos”.

 

Pero la brújula geopolítica señala hacia horizontes menos estimulantes, decimos nosotros.

LA COSA ES QUE…

 

México no había vivido lo que actualmente registra su historia contemporánea, con el triunfo de Claudia Sheinbaum Pardo en las urnas, el pasado domingo.

 

Era norma, era normal, casi una tradición de política bilateral no escrita, pero hondamente pragmática, que todo nuevo gobernante mexicano se reportara con Estados Unidos y le informara su plan de gobierno, a fin de precisar aquellos detalles que no estuvieran de acuerdo con los intereses capitales del vecino país del norte.

 

Así fue siempre, pero ahora ya no será más.

 

En 2018 por supuesto, Andrés Manuel López Obrador no buscó la opinión de Estados Unidos, como tampoco lo hizo en este 2024 Claudia Sheinbaum.

 

Si bien Estados Unidos es el principal socio comercial de México, Rusia y China llevan muchos años que se han manifestado. en muy diversas ocasiones, en contra del intervencionismo estadunidense en suelo mexicano y aun tratando de influir en su economía, como ahora lo hace retirando artificialmente algunas inversiones, para pegarle al peso; artificialmente, porque no dejan de ganar intereses.

 

China y Rusia se han manifestado por apoyar a México, incluso militarmente si fuera necesario, si es invadido por Estados Unidos con el pretexto de perseguir al crimen organizado, o de proteger de Claudia Sheinbaum a sus empresas, como le ocurrió a Benito Juárez en La Guerra de los Pasteles y la invasión de EEUU de 1847 donde nos arrebataron la mitad de nuestro territorio.

 

Los tiempos han cambiado y se han acabado también las invasiones estadunidenses.

 

Qué tal.

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