COSA DE PRENSA / Geopolítica

 

  • Europa cerrará fronteras a desplazados por las guerras

  • Su ultraderecha ganó las elecciones de ayer y es mayoría

  • Contrarrestarán a las nuevas democracias en América

  • Alicia Bárcena será la mejor canciller del México moreno

 

 

Javier Rodríguez Lozano

 

CIUDAD DE MÉXICO, lunes 11 junio 2024.- De 720 diputados electos ayer en las elecciones europeas, los conservadores obtuvieron 179 escaños, frente a 140 de los socialistas democráticos, lo que indica que Europa cerrará fronteras a desplazados por las guerras y contrarrestará a las nuevas democracias en América: México y El Salvador, entre otras.

 

La mayoría de los 373 millones de electores empadronados votaron por un nuevo Parlamento Europeo, que rige a la Unión Europea, esta semana y se cumplió el pronóstico del terremoto político de los resultados de lo que en Bruselas -sede de la ONU, de la OTAN y del Parlamento mismo, llaman “una de las elecciones más importantes del mundo”.

 

El número de diputados electos en cada uno de los 27 países de la Unión Europea -excepto Rusia- correspondió al tamaño de cada pueblo, por ejemplo, seis para Malta, Luxemburgo y Chipre, hasta 96 para Alemania, el país más grande de la Unión Europea.

 

En las elecciones anteriores, las de 2019, se eligió a 751 legisladores, pero con la retirada del Brexit de Gran Bretaña, se redujo la nómina a 705, en tanto que para 2024 el número de escaños disponible ascendió a 720, centrados predominantemente en las políticas internas de cada país, pero que ahora, dicen los analistas, manifestarán las tendencias europeas más profundas, como el “euroesceptismo”.

 

Los 720 diputados, una vez que asuman sus funciones, se unirán a grupos políticos transnacionales, como el conservador Partido Popular Europeo (PPE), los Socialistas y Demócratas (S&D) y los liberales, conocidos como Renew.

 

Estos tres grupos centristas pro UE, junto con los Verdes, habían tenido una mayoría en el Parlamento, que ahora consolidada por conservadores y socialistas demócratas, que serán quienes elijan a la nueva presidenta de la Comisión Europea, en sustitución de la alemana conservadora Úrsula von der Leyen, que llegara al cargo con el apoyo de su partido, el Popular Europeo.

 

Interesante resulta observar que en algunos países, los menores de 18 años pudieron votar, debido a una nueva ley en Bélgica, que redujo la edad mínima para ejercer el sufragio a los 16 años. Alemania, Malta y Austria también permitieron votar a los jóvenes de 16 años.

 

En Grecia, la edad mínima para votar es 17 años. En todos los demás países de la UE, como en Gran Bretaña, la edad para votar es 18 años.

 

La votación paneuropea comenzó el pasado jueves en los Países Bajos, seguida por Irlanda y la República Checa el viernes. Letonia, Malta y Eslovaquia votaron el sábado, mientras que los otros 21 países de la Unión Europea lo hicieron este domingo.

 

Aún siendo “una de las elecciones más importantes del mundo”, según Bruselas, en los pasados procesos se registró un aforo a las urnas del solo 50.76%, apenas una cuantas décimas porcentuales por arriba de la media, en aquel entonces, impulsadas por el “euroesceptismo” y con el apoyo de los partidos nacionalistas hostiles a la Unión Europea, escenario que ahora se intensifica y se dirige al cierra de las fronteras, amenazadas por el explosión migrante que derivará de las intensas guerras que se libran en diferentes escenarios del mundo.

 

El “terremoto político” citado se refiere a la ventaja que en las encuestas llevaban los partidos radicales antiinmigración, nacionalistas, conservadores, euroescépticos y populistas, lo que se cumplió en su parte más extrema.

 

La lenta crisis migratoria de Europa, un movimiento popular de protesta de los agricultores contra el costo de la vida y las políticas del cambio climático de la UE impulsaron la revuelta, por los grupos radicales como los Conservadores y Reformistas (ECR) aventajan en las encuestas pero fueron superados por el PPE.

 

Se perfila para sustituir a Úrsula von der Leyen, la italina Giorgia Meloni, como “la nueva reina de Europa”, una vez que sería alterado el tradicional equilibrio de poder en el Parlamento Europeo, que obligaría a la actual presidenta de la CE a cortejar a los nuevos eurodiputados, medida contraria al gusto de Francia y Alemania.

 

Geert Wilders, el líder holandés de extrema derecha, había advertido a los líderes europeos que “se avecina un cambio” antes de las elecciones de la UE que probablemente ganarían los partidos populistas y nacionalistas.

 

Se trata del mandatario holandés, quien se coaligó con otros grupos para ganar las elecciones del mes pasado en su país, quien durante un mitin poselectoral en mercado público en La Haya, aceptó tomarse algunas selfies con el populacho, entre él, muchos inmigrantes, y centró su discurso en la migración y sus demandas, y dijo con crudeza y desenfado que “debe haber una exclusión voluntaria de las normas de la UE, que permitan la política de asilo más estricta de la historia”.

 

Otra de las señales geopolíticas más interesantes de las elecciones europeas de este domingo, es lo que opinan los holandeses y que revelan, si se quiere observar con frialdad y crudeza, cuáles son los hilos que mueven la geopolítica del momento:

 

-Solo el 12% cree que el Parlamento Europeo y la Unión Europea, funciona en su interés. La mayoría, el 62%, cree que le preocupa servir a las empresas multinacionales (ojo, esta estrategia del libre mercado abusivo es el corazón del neoliberalismo que está condenado a muerte en América) y el 49% dice que Bruselas está más del lado de los inmigrantes que de los votantes holandeses.

 

Menos del 5% está convencido de que la política común vinculante de asilo y migración de la UE está funcionando y más de dos tercios (68%) creen que es un fracaso.

 

Otro detalle curioso surgido de la política holandesa, es que se analizará la iniciativa de trasladar su embajada en Israel, de Tel Aviv a Jerusalén, porque se espera que los judíos desplacen a los palestinos, medida que el resto de países europeos no consideran para no prejuzgar una posible solución de dos Estados para la paz en Oriente Medio.

 

LA COSA ES QUE…

 

Europa da por hecho una Tercera Guerra Mundial, virtualmente en los hechos, aunque aislados todavía y no generalizados, y se cobija en la ultraderecha para protegerse, porque ya no la podrá defender Estados Unidos como en 1944, y también de las nuevas democracias en América que crecen como la espuma.

 

En este escenario geopolítico México jugará el papel más relevante de su historia moderna en política exterior, muy por encima del de cancilleres como desde José María Lafragua en los 70s del Siglo XVIII; Ignacio Luis Vallarta, José López Portillo y Rojas, Juan Sánchez Azcona, Ezequiel Padilla, Jaime Torres Bodet, Manuel Tello, Luis Padilla Nervo, Alfonso García Robles y otros en la actualidad, hasta Alicia Bárcena, que será canciller también en el gobierno de Claudia Sheinbaum, y para quien está destinado el papel más relevante en toda la historia de México.

 

Europa contra América… Haga sus apuestas.

 

Qué tal.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *