COSA DE PRENSA / Geopolítica

 

 

  • Titanomaquia de los mortales
  • Luchas entre todos los dioses
  • Slim también quiere competir

 

 

Javier Rodríguez Lozano

 

 

Viernes 14 agosto 2020.- Nos dicen que la Titanomaquia es en mitología griega la guerra de los dioses, lo mismo ocurre desde hace tres años entre los mortales desde su Partenón llamado Bilderberg, decimos nosotros.

 

“Los titanes fueron encadenados y arrojados al tártaro, el infierno más profundo, mientras que el hijo de Japeto, Atlas o Atlante, fue condenado a llevar la bóveda del cielo sobre sus hombros durante toda la eternidad por haber apoyado a Cronos”, dice Wikipedia.

 

Sabemos que nuestro texto del miércoles está lleno de interrogantes, esa fue la intención. Por ejemplo, lo que pasa con la vacuna rusa Sputnik V y sus poderosos competidores.

 

Y también aquellas dos premisas de las reuniones anuales de las personas más ricas del mundo, en la Fundación Bilderberg Meetings creada en 1954 hoy presidida por Henri Castries (de AXA):

 

-El nuevo orden mundial y a través de los medios de comunicación.

 

Ellas, las reuniones secretas, crearon con la difusión mundial inmediatamente después del Congreso de La Haya 1948, la Organización de Naciones Unidas (ONU) y nacía el gobierno global.

 

Bilderberg fue fundado por David Rockefeller -fallecido el 20 de marzo de 2017- la familia Rothschild y Henry Kissinger, entre otras celebridades, y solo en 1976 y 2020 cancelarían sus reuniones anuales.

 

Primero, porque el anfitrión fundacional el príncipe Bernardo de Holanda, sería descubierto en corrupción en la venta de armas; y después, por la guerra de las vacunas, es decir, la pandemia.

 

La muerte de Rockefeller dejó un asiento vacío en el liderazgo, sin embargo colegiado, que en estos momentos disputan George Soros y Bill Gates, obligados por Vladimir Putin con Sputnik V a salir de sus escondites.

 

No solo es la pandemia el gran tema del año, sino también el TikTok con que China busca el liderazgo mundial, de la misma manera que Estados Unidos lo consolidara en 1963 con ayuda de Gran Bretaña con la New Age, las generaciones perdidas del peace & love y el LSD.

 

Todo vino de los acuerdos clandestinos de aquellos amigos del dinero. Baste obsequiar un solo dato difundido ya por Alfredo Jalife, ampliamente conocido en la opinión pública de México:

 

-En 2017, mismo año en que muriera Rockefeller y empezara “la lucha de los dioses”, la Casa Rothschild depositó en China treinta y siete mil toneladas de oro.

 

Conviene recordar que el monopolio del oro en el mundo lo tenían los Rothschild antes de la Segunda Guerra Mundial y Adolfo Hitler se los arrebató, del mismo modo que lo hizo con la vida de seis millones de judíos.

 

¿Por qué? ¿Porque uno de los contendientes en la Titanomaquia perdía terreno (EEUU) y otro se agigantaba (China)? ¿O simplemente porque ya ningún país puede pagar sus deudas externas y muere de inanición el neoliberalismo?

 

La muerte de Rockefeller y el depósito de Rothschild al Dragón el mismo año no es simple coincidencia, es el inicio de la crisis de los Bilderberg y de la carrera de las vacunas contra una pandemia que aún no iniciaba.

 

Tampoco es una coincidencia que hoy, después de muchas semanas de ausencia en medios, reaparezcan públicamente Soros y Gates.

 

El húngaro publica comentarios contra Trump en el más fuerte corporativo de medios perteneciente a aquel grupo de amigos del dinero, Grupo Prisa que edita El País y redacta los boletines oficiales de las reuniones anuales que mansamente reproduce la prensa de todo el mundo.

 

Y Gates reacciona también con el tema de la vacuna rusa y profetiza además, como lo hiciera en 2015 y en 2019 acerca de la pandemia, que la crisis acabará en 2022.

 

Uno de los cánones del periodismo mexicano -y quizás mundial- es que el periodismo debe ser crítico del gobierno.

 

Y eso hacemos los periodistas, criticar a los gobiernos, pero nunca al gobierno global.

 

Entonces, ¿estamos haciendo periodismo realmente periodístico, de interés general y no de unos cuantos?

 

LA COSA ES QUE…

 

Lo detallaremos en otro momento pero por ahora adelantamos que México tiene también su Bilderberg, no precisamente la corresponsalía que por muchos años operara el regiomontano Lorenzo Zambrano, no.

 

Hablamos del de Carlos Slim, que también organiza reuniones secretas del más alto nivel y por lo pronto ya dio un campanazo: Participará con otras alianzas para hacer la vacuna mexicana de la pandemia.

 

Qué tal.

 

 

 

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