COSA DE PRENSA / Fraude de Kennedy

 John F. Kennedy y George W. Bush robaron las elecciones a Richard Nixon en 1960 y a Al Gore en el 2000. La mano que mese la cuna electoral estadunidense se llama Club Bilderberg.

 

 

  • ¿Qué debe ser la política?
  • Tragar sapos sin hacer gestos
  • Con pasión, mesura y sosiego
  • Controlar cosas, no a hombres
  • No quiero evidenciar a mi país
  • La democracia estaba en juego
  • Diría Nixon al fraude de Kennedy
  • Igual Al Gore a George W. Bush
  • Vergüenza para Estados Unidos
  • Biden 227 votos vs 232 de Trump

 

 

Javier Rodríguez Lozano

 

 

Viernes 18 diciembre 2020.- Ya lo decía Adolfo Ruiz Cortines: “La política es ‘tragar sapos sin hacer gestos”; demanda pasión, mesura y sosiego, y “aspirar a controlar las cosas y no a los hombres”, decía Jesús Reyes Heroles.

 

Este es el error histórico del Club Bilderberg, que no persigue el bien humano, sino el beneficio personal de las 130 mujeres y los hombres más ricos del mundo, a quienes Trump arrodillara y pusiera a “tragar sapos” hace cuatro años.

 

Ya hemos dicho que luego de la Conferencia Bretton Woods de 1944 que empoderara a Estados Unidos y al dólar, en 1954 se fundaría en Holanda el Club Bilderberg y el primer candidato estadunidense en apoyar sería Kennedy en 1960.

 

Cuando el carismático John F. Kennedy robara las elecciones a Nixon los republicanos presionaban a su candidato a denunciar el fraude electoral, pero Richard se negaría:

 

“No quiero poner en evidencia la democracia en Estados Unidos”.

 

Mientras que en 2020 Trump no se cansa de denunciar: “Esto es un fraude para el pueblo estadunidense. Es una vergüenza para nuestro país”.

 

Lo mismo ocurriría en 2000 cuando el demócrata Al Gore también se opusiera a denunciar el fraude frente Bush, por tan solo un puñado de “papeletas”:

 

“Acepto la derrota por el bien del país, para evitar que siga sumido en la incertidumbre más semanas”, argumentaría el padrino de “La Supercarretera” como acuñara en su momento a la naciente Internet.

 

Kennedy sería el primer candidato presidencial apoyado por el Club Bilderberg, a través de Henry Kissinger, quien luego le tejería a Nixon el Watergate, del mismo modo que el suyo Mónica Lewinsky a Bill Clinton; ah qué cosa tan hermosa es la geopolítica.

 

Illinois y Texas eran estados claves para Nixon, pero fueron arrebatados por Kennedy durante la noche, igual que a Trump en la madrugada del 4 de noviembre de 2020 en Arizona, Nevada, Wisconsin, Michigan, Pensilvania y Georgia.

 

Y otra coincidencia más, igual que el minúsculo condado de Antrim, Michigan, que Sidney Powell llamara “Edison Country”, donde a los seis electores empadronados les aumentaron 600 boletas fraudulentamente, Nixon solo necesitaba para ser Presidente ganar en un condado de Illinois, donde votó más gente de la censada.

 

Se han ido de YouTube todos los periodistas independientes que siguen el proceso electoral estadunidense, desde la óptica inocultable del fraude electoral, sin embargo han cambiado de plataforma y lo mismo los encontramos en Instagram que en Telegram y otras.

 

Sin embargo, para ellos está claro que en estos momentos, tomando en cuenta los “votos en duelo” de Nuevo México, y en duelo e impugnados en Arizona, Nevada, Wisconsin, Michigan, Pensilvania y Georgia, el candidato demócrata Biden lleva 227 votos por 232 del republicano Trump.

 

El horizonte más claro en la lontananza es el 6 de enero próximo cuando el Congreso -representantes y senadores- deban votar y elegir al próximo presidente de Estados Unidos. Ahí esperan a Biden 20 votos más y 27 a Trump.

 

Se dice que personalmente Trump cabildeó una fina jugada en este ajedrez electoral, para conseguir que Nuevo México declarara su votos en “duelo” y que en Arizona, Wisconsin, Michigan, Pensilvania y Georgia, los legisladores republicanos votaran por él, con lo que anularon la certificación demócrata y al llegar al Congreso serán sometidos a nueva votación.

 

Es de aquí de donde se presume que podría surgir la victoria final de Donald Trump.

 

Solo los grandes medios de comunicación de todo el mundo insisten en hacer aparecer a Joe Biden como presidente electo, el mismo Colegio Electoral lo subraya con toda claridad en sus página web, en el sentido de que los resultados que hay hasta ahora son “presuntivos”, no definitivos.

 

Este viernes 18 de diciembre del 2020 se cumplen los 45 días que establece la Orden Ejecutiva del Presidente Trump, del 12 de septiembre de 2018 en que dice que la Casa Blanca debe recibir un informe de las elecciones y de las dificultades que hubiere presentado.

 

Por tanto, sin el cumplimiento de esta Orden Ejecutiva no hay ni podría haber “presidente electo”.

 

La abogada de Trump, Sidney Powell dijo que esa Orden Ejecutiva daría a Trump “todo tipo de poder para hacer todo, desde confiscar activos, congelar cosas, exigir incautación de las máquinas”.

 

A su vez, el director de Inteligencia Nacional, John Ratcliffe, dijo a la corresponsal de CBS News en Washington, Catherine Herridge, que el informe que pide la Orden Ejecutiva del Presidente Trump estará terminado el próximo mes.

 

“Saldría un informe de las amenazas extranjeras e las elecciones que mostraría la interferencia de China, Irán y Rusia”, diría el funcionario.

 

LA COSA ES QUE…

 

¿Dónde quedaría la dignidad nacional estadunidense si se declarara a Biden presidente electo, por sobre este negro panorama que Nixon y Al Gore se negaron a aceptar?

 

Qué tal.

 

 

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