- Carlos Pozos poderoso marketing
- Gracias al golpeteo y a la infamia
- Por nuevos géneros periodísticos
Javier Rodríguez Lozano
CIUDAD DE MÉXICO, lunes 7 marzo 202.- Luego cuatro horas de exposiciones sobre los atropellos que han sufrido los comunicadores en México, concluyó el Encuentro Nacional de Periodistas en San Cristóbal las Casas.
La convocatoria estuvo a cargo de familiares de un periodista chiapaneco asesinado el año pasado y con apoyo de transportación a algunos asistentes por parte del Senado, donde el zacatecano Ricardo Monreal Ávila busca la candidatura presidencial a como dé lugar.
Y como oportunamente lo comentamos en este espacio, el tema del periodismo y su relación con el poder es tan complejo, que un simple encuentro de periodistas no es suficiente para analizar la cuestión y menos aún, para conseguir propuestas que sirvan al propósito de crear un nuevo periodismo, no sujeto al interés económico como ocurre en México y en todo el mundo.
Fue por esa razón que no asistiera autoridad de nivel de gobierno alguno, aunque digitalmente lo hiciera el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, quien conoce muy bien el tema desde hace algunas décadas.
El Encuentro Nacional de Periodistas no ha emitido hasta el momento una versión para prensa, o mejor dicho, algún comunicado que diera cuenta del lo ahí tratado y que si se alcanzaron sus objetivos o no; y mejor todavía, qué consiguió el periodismo con este evento.
Isaí López, de El Heraldo de Chiapas, nos informa de la inconformidad de Jesús Lemus (suponemos que es reportero, porque no lo describe como tal) con la ausencia del citado funcionario federal, quien declinaría de último momento asistir presencialmente y cambiaría por la “asistencia digital”.
Al término del evento los asistentes al Encuentro Nacional de Periodistas realizarían una marcha, en la que protestarían por la falta de seguridad y los innumerables actos de violencia en contra de los periodistas, como el periodista y taxista Juan Carlos Muñiz, asesinado en las últimas horas en Zacatecas.
La nota publicada por Isaí López en el citado periódico chiapaneco prácticamente nos revela el origen de la Convocatoria a ese encuentro de comunicadores ofendidos con la inseguridad.
Citó declaraciones de Jesús Lemus en el sentido de que: “Nuestro delito es hacer periodismo y decir la verdad, pero lamento que el gobierno de la cuarta transformación de Andrés Manuel López Obrador, no actúe, como lo hizo Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto”.
Está claro, este encuentro de comunicadores no fue más que otro desencuentro conservador con la administración de López Obrador.
De las ponencias ahí presentadas rescatamos una, de nuestro amigo el doctor José Luis Palacios, excompañero de El Universal, quien habló de la diferencia entre la medicina y el periodismo:
“Que el periodismo no es objeto de estudio, es decir, carece de teoría y por la tanto carece de ciencia, y ello porque nosotros los periodistas ni la academia ha avanzado en desarrollar estudios y propuestas para mejorar la actividad informativa”.
Por supuesto que sí es para pensarse más a fondo en los nuevos géneros periodísticos para la web, consideración expresada a Palacios por José Sobrevilla, lo que viene a ser, ciertamente, una asignatura pendiente.
Y citó quizás, unos esos nuevos géneros periodísticos en el que no se ha reparado con seriedad, dado los revuelto y convulso de las aguas del río momento mexicano que vivimos. Dijo Palacios:
“Carlos Pozos publicitado por los medios y las llamadas plumas del periodismo, crearon una figura al servicio del poder, pero no reconocen su aporte tanto en la forma de preguntar como la manera de hacer ‘marketing’ de la fama creada, un modelo de negocio gracias a la propaganda negra, al golpeteo, a la descalificación y de la infamia”.
Palacios dijo a los asistentes al Encuentro Nacional de Periodistas:
“Y cuando eran mensajeros del Poder en turno, compararemos los ingresos de los reporteros con los ‘entrevistadores’, con los ‘lectores de noticias’ o ‘comentaristas’ de radio y televisión. Cuando decían ‘yo le agradezco al señor presidente por permitirme hacerle estas preguntas”.
Propuso al Poder Legislativo reformar el marco jurídico que corresponda, “para que las empresas periodísticas y de radio y televisión, así como de los medios digitales contraten personal que se acredite con títulos o certificados académicos el conocimiento periodístico y/o de comunicación. Establecer la obligatoriedad de acreditar mediante certificado o título, cédula profesional, el conocimiento periodístico, mismo que deberá ser ratificado en cada publicación con el número de cédula profesional”.
Estimó que también se debe establecer la obligatoriedad de crear un Colegio de Profesionales de Periodismo, “a fin de reconocer y acreditar a los encargados de informar, opinar y comentar los hechos, la realidad y expresar opiniones basadas en el conocimiento real de la profesión”.
LA COSA ES QUE…
Periodismo y poder público es una relación dicotómicamente, tan compleja en la apariencia, como fácil de entender: Aparentemente inescrutable por el entramado y redes que existen en su laberíntico existir, pero de rápido entendimiento si se observa su interés económico y nada más.
En México y el mundo, el periodismo no está para informar, sino para fortalecer los imperios económicos que sostienen las más aberrantes mentiras que hacen de las personas lo que les viene en gana: Pobreza, cambio climático, pandemia, vacunas, Rusia-Ucrania, ONU, OTAN, Europa, Estados Unidos, futbol.
Qué tal.
Atrás, de pelo largo, el doctor José Luis Palacios, al lado del presidente de la Fraternidad de Reporteros de México (FREMAC), Juan Bautista Rojo, que sustituyera a Raúl Correa Enguilo, exreportero de El Universal y fundador en 1995 de esa agrupación de periodistas, recientemente fallecido.