COSA DE PRENSA / En la cuerda floja

 Portada de The Epoch Times, medio de comunicación chino estadunidense que con el lema “We reporte. You decide”, sigue paso a paso la Elección 2020 de Estados Unidos.

 

  • Le robaron 2.7 millones de votos
  • Trump continúa mejor proyectado
  • Un Tribunal falla contra Joe Biden
  • Pensilvania empieza a enrojecerse
  • México no es “títere” de gobiernos

 

Javier Rodríguez Lozano

Viernes 13 noviembre 2020.- El presidente Donald Trump denunció ayer el robo cibernético de 2.7 millones de votos en estados considerados fiel de la balanza que decidirán al huésped de la Casa Blanca 2021-2025.

(COSA DE PRENSA agradece humilde la confianza de los muchísimos lectores del día de ayer. Podemos asegurar, con más de medio siglo de periodismo del más alto nivel, que ética y periodísticamente estamos a la altura del momento.

(Por lo pronto suspendimos descansos y estaremos aquí diariamente, hasta el próximo 21 de enero de toma de posesión, después que el Tribunal Supremo sentencie el proceso y pronuncie al ganador de esta contienda histórica).

El mapa electoral proyectado -no oficial- continúa en 232 votos electorales para Trump por 227 de Biden; demócrata y republicano trastabillan sobre una cuerda floja de tres estados con 42 votos decisivos.

Trump denunció este jueves en un Tweet escrito en mayúsculas, como gritándolo, el robo de 2.7 millones de votos por parte del software Dominion Voting, que los quitó al republicano para pasárselos el demócrata Joe Biden.

El texto de Trump dice:

“Dominion eliminó 2.7 millones de votos de Trump a nivel nacional. El análisis de datos encontró que 221,000 votos de Pensilvania fueron cambiados de Trump a Biden. 941 fueron borrados. Los estados que utilizaron el sistema de votación Dominion cambiaron 435,000 votos de Trump a Biden”.

Dominio Voting, software canadiense, fue utilizado en dos de los estados donde el Presidente asegura que hubo fraude: en tres condados de Georgia gobernado por el demócrata Tony Evers y 47 de Michigan, de la también azul Gretcher Whitmer.

Entre los datos duros del día de ayer, destacó también el que emitió la jueza Mary Hannah Leavitt al fallar contra Joe Biden, por encontrar “mano negra” de la secretaria de Estado de Pensilvania, Kathy Boockvar.

La letrada Hannah -como dice España a sus jueces- dijo que Boockvar “se extralimitó” en su autoridad para cambiar la fecha límite de las elecciones dos días antes de la visita ciudadana a las urnas:

Escribió la jueza Mary Hannah Leavitt en su orden del 12 de noviembre:

“El Tribunal concluye que la demandada Kathy Boockvar, en su capacidad oficial como Secretaria del Commonwealth, carecía de autoridad legal para emitir la guía del 1 de noviembre de 2020 a las Juntas Electorales del Condado de los Demandados en la medida en que esa guía pretendía cambiar la fecha límite…para ciertos electores para verificar la prueba de identificación”.

El mapa electoral de The Epoch Time, a las 19:50 horas Tiempo del Este de ayer, seguía proyectando 232 votos electorales para Trump por 227 de Biden.

Hasta ese momento y en ese proyectado mapa electoral (no oficial), Joe Biden ganaba 14 estados mientras que el Presidente Trump tenía a su favor 26 estados.

Otros seis se hallaban sujetos a la controversia, en tres de los cuales -Wisconsin y Arizona, gobernados por los republicanos Brian Kemp y Doug Ducey, y Georgia del demócrata Tony Evers – se recontaba voto por voto y condado por condado.

El último recuento del pasado martes en Arizona proyectaba la ventaja de Trump para llevarse los 11 votos electorales, quedando pendientes 13 mil por contar en Maricopa y otros tantos en Pima, para un total estatal de 46 mil sufragios.

Pero los ojos de la Unión Americana y del mundo entero están puestos, casi sin parpadear, en los estados de Nevada (6), Michigan (16) y Pensilvania (20) , donde las elecciones se hallan judicializadas, es decir, el Departamento de Justicia a través de la Fiscalía General, investiga fraude electoral.

En esas tres entidades hay 42 votos electorales en total en disputa, que de ganar  le darían a Biden 269 votos y a Trump 274, y con ello la victoria.

Contrario a lo que difunde la prensa mexicana y la mundial, en el sentido del tratamiento de “Presidente Electo” a Biden sin serlo y la inexistencia de pruebas de fraude electoral, muchas de las tres mil 62 inconsistencias denunciadas por Trump ya se ventilan en los tribunales.

Por ejemplo, en Detroit (Michigan) la organización Pol Watchwer, presentó declaración jurada demandando se impida la destrucción de pruebas, acerca de la llegada el 4 de noviembre de cajas  con boletas que no se cotejaron con el libro de votación.

Las investigaciones del Rudolph Giuliani, abogado de Trump, hablan de personas nacidas en 1823 y que votaron en 2020.

“Cuando pregunté cuál era la posible justificación para contar las boletas de personas desconocidas y verificadas, los supervisores electorales me dijeron que la Oficina del Secretario del Condado de Wayne los había verificado”, declaró un testigo.

A su vez este lunes, el fiscal general de la nación, William Barr, autorizó a los fiscales federales (en los estados) a investigar acusaciones “sustanciales” de irregularidades en la votación.

Investigan un folio de más de 60 páginas que documentan tres mil 62 irregularidades, principalmente en los estados gobernados por los demócratas Steve Sisolak (Nevada), Gretcher Whitmer (Michigan) y Thomas Westerman Wolf (Pensilvania), que podrían ir a la cárcel si se confirma el fraude.

Barr ordenaría:

“Les autorizo a investigar irregularidades antes de la certificación de las elecciones  ‘irregularidades que de ser ciertas podrían potencialmente afectar el resultado de una elección federal en un estado individual”.

Otro dato duro es la entrada en acción esta semana, de instituciones importantes como la Agencia General de Servicios (GSA por su iniciales en inglés), que rechazó la exigencia de Joe Biden, de entrega de los “viáticos del presidente electo”.

De acuerdo a ley de 1963, la 88.277, dice que esa agencia decidirá cuándo inicia el proceso de transición, que ocurre solamente cuando hay un ganador certificado, a quien se le otorgan entonces todas las prerrogativas de un presidente electo, como presupuestos y otras cosas.

La campaña de Biden sigue recibiendo solo los servicios apoyos correspondientes a los de un candidato y nada más, y el proceso electoral aún no termina, dice Evelyn Morphy, alta funcionaria de la GSA.

En otro escenario, los AG (fiscales federales) de Missouri, Kentucky, se unieron a la demanda que impugna la extensión de la fecha límite para la votación por correo de Pennsylvania.

Los fiscales federales han dicho que “ningún medio de comunicación o campaña deben apresurarse a convocar la carrera 2020 (dar un ganador) hasta que se cuente cada voto legalmente emitido”.

Uno de ellos dijo:

“Si bien los principales medios de comunicación y las grandes tecnologías quieren declarar inmediatamente a un ganador, el pueblo estadunidense tiene que esperar nuevamente un par de días o de semanas para garantizar las legitimidad de esta elección”.

Otro dato duro:

El Proyecto de Elecciones de Estados Unidos, dirigido al monitoreo de votantes, informó que participaron en la elección presidencial 2020 más de 160 millones de estadunidenses.

Se trata de un padrón 70% más grande que el del año 1900, según datos de Good News Network, que aclaró que esta vez no hubo problemas de injerencia extranjera, como las de Rusia, China o Irán presumidas en 2016, y citó como fuente al  secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional, Chad Wolf.

El conteo definitivo también impactará en el Senado y la Cámara de Representantes, donde el primero es dominado hasta ahora por los republicanos con 50 escaños por 48 demócratas y el segundo por los azules con 218 por 203 de los rojos.

LA COSA ES QUE…

La prensa independiente, como The Epoch Time (La Gran Época) destacó ayer esta declaración del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador al explicar su oposición a felicitar a Biden:

“Porque nos adherimos a nuestra política de principios…Además, no somos una colonia. Somos un país libre, independiente y soberano. El gobierno mexicano no es un títere de ningún gobierno extranjero”.

Qué tal.

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