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Todo está hecho para que lo creas
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La Gran Prensa siempre miente más
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Lo sabe 1% de la población mundial
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México es mucho más que grande
Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., lunes 21 octubre 2024.- “Pienso, luego existo”, decía René Descartes y ahí surge el “no somos lo que pensamos; pero sí, lo que pensamos que somos”, y “a la mente no le interesa la verdad”, de la psicología moderna.
Lo que la Gran Prensa quiere que creamos es un embuste creado por el poder económico global para manipularnos, pero eso solo lo sabe el 1% de una población mundial de más de ocho mil millones de personas, convencido de que: La conquista de la conciencia plena, nos ayuda a ir hacia una vida plena”.
Una de las prácticas cotidianas del periodismo de mi generación -incluso los días festivos y de enfermedad- es la revisión de la prensa nacional y mundial, lo aprendimos desde 1976 en el periódico La Prensa, con nuestro querido jefe de Información, Adolfo Montiel Talonia, y no hemos dejado de hacerlo, porque nos permite no solo saber qué lugar ocupa nuestro trabajo, sino también el de los demás.
“No somos lo que pensamos; pero sí, lo que pensamos que somos”, dice la psicóloga española Yola López, que imparte Mindfulness, el 27 de julio de 2016, al explicar que, muchas veces nuestro pensamiento nos hace sentirnos mal, porque “las historias que creamos no son producto de la reflexión, sino de miedos ocultos, de malas experiencias y de creencias erróneas”.
En contra parte, postula, al desarrollar la autoconciencia, “podemos reconocerlos (a nuestros pensamientos). sirve en los dos casos: Para aceptar y reconocer nuestras emociones, y para observarlas con distanciamiento, sin enjuiciar, y poder discernir cuál es nuestra verdadera realidad… (Porque), la conquista de la conciencia plena, nos ayuda a ir… hacia una vida plena”.
A su vez, su paisano Ángel Mena Rodríguez, en su portal Psicología y Mente, el 10 mayo 2013, escribe: “La verdad y la mente humana: ¿cómo influyen nuestras creencias?
A tu mente no le interesa la verdad, ¿y a ti?”
Y explica que estamos saturados de mensajes que nos mantienen creyendo que somos lo que pensamos, lo que decimos o lo que hacemos, y borda en torno a las creencias, la verdad y la mente humana, y dice:
“Frases míticas como la del amigo René Descartes: ‘Pienso luego existo’, cuya traducción literal y original es más parecida a ‘Pienso, luego soy´ nos muestra cómo, si seguimos viviendo con determinadas creencias (las cuales se dan por ciertas), nuestra vida no puede ser otra cosa más que un verdadero y dañino caos. Entonces, dependiendo de la filosofía, religión o fuente donde investigues encontrarás diversas y curiosas respuestas. ¿Y sabes qué? Puedes estar seguro de que así es”.
Como se observa, en estas dos formas de pensamiento psicológico moderno hay grandes enseñanzas, pero nosotros, además nos enfocaremos en lo que para el periodismo va más allá de lo sagrado: “Las fuentes”, mencionadas por el citado especialista de la mente humana, porque son ellas las que nos definen y definen también a la mentira o a la verdad, según se le quiera ver.
Dejamos a este experto, para entrar a la mentira mayor, no sin antes recordar esta recomendación del psicólogo Mena:
“Da igual lo que te cuentes porque todas las creencias son mentira. Las ideas sobre las creencias no son más que formulaciones que en un momento determinado instalamos en nuestro modus vivendi”.
Ese “momento determinado” no lo elegimos nosotros, sino el poder económico global, ampliamente detallado por los periodistas, el lituano Daniel Estulin y la española Cristina Martín Jiménez, con la etiqueta “Bilderberg”, que es el mismo que ha elegido a todos los candidatos presidenciales de Estados Unidos desde su fundación en 1954 y hasta Joe Biden, en 2020.
Donald Trump es el único que los ha vencido, como en ocurrió en 2016, y como se repetirá dentro de muy poco, en los primeros días de noviembre próximo.
Del amplio espectro de barajas que representan a la Gran Prensa en el mundo, tomamos la más cercana a nuestra idiosincrasia cultural y geopolítica, la que difunde diariamente el periódico español El País, miembro distinguido de ese poder económico global y, además, su vocero para los países de habla hispana.
Más allá de la presentación tipográfica, “machoteo”, como llamamos los antiguos al formato de las primeras planas, y del diseño gráfico digital de la Gran Prensa, idéntico tanto en el Times de Londres, como en The Washington Post, como en cualquier periódico mexicano, excepto La Jornada, los contenidos son los mismos, elegido por Julián Assange para difundir sus cables de WikiLeaks en 2011.
Por ejemplo, en los años 60’s, el Instituto Tavistock de la Conducta Humana, preparó la aparición en América de un desconocido, pero “exitoso” grupo de músicos de Liverpool, que la Gran Prensa calificó de inmediato como los mejores del mundo, lo que mismo que el Harry Potter de la escritora J.K Rowling, que aparece todos los días en The Times, o Sherlock Holmes, de Arthur Conan Doyle, todos británicos, qué coincidencia, programados para hospedarse en la mente mundial.
Para el libelo hispano El País, Karina Suárez escribió este domingo el siguiente embuste, como botón de una muestra de lo que ese periódico español quiere que el mundo piense, y crea, de un México que es actualmente mucho más rico que el país ibérico:
“El huracán Trump ha golpeado con fuerza al peso mexicano. La moneda latinoamericana se hundió esta semana por encima de las 20 unidades por dólar ante fuertes presiones internas y externas. En la antesala de las elecciones en Estados Unidos, el último choque contra la moneda lo ha asestado el alza en las encuestas del candidato republicano a la Casa Blanca y sus reiterados ataques contra México. Fiel a su estilo, el magnate ha amagado con imponer aranceles muy altos sobre las importaciones extranjeras, si llega a la Casa Blanca, y con renegociar el TMEC, un acuerdo comercial crucial para la economía mexicana…”
LA COSA ES QUE…
Embuste, en más de un sentido, más allá de que Trump ha sido el mejor amigo de México, comparado con sus antecesores:
Cuando asumió el poder el presidente Andrés Manuel López Obrador el peso se cotizaba en 20.453 frente al dólar y en abril de este año, en plena campaña presidencial, cuando se debatía en el Congreso el Fondo de Pensiones para el Bienestar, la moneda mexicana exhibía descomunal músculo frente al billete verde, al cotizarse en 16 pesos con 32 centavos frente al dólar.
Después vendrían, a raíz del triunfo electoral de Claudia Sheinbaum, las reformas que AMLO no podía sacar porque un gigantesco poder oculto, de corrupción e impunidad, se le impedía: El del Poder Judicial de la Federación, que al ser encuerado quedaría al descubierto cuál era la razón por la que México había sido saqueado y enseñoreado el crimen organizado y de cuello blanco, durante los pasados 36 años, con espectaculares íconos como Genaro García Luna y Felipe Calderón.
El peso, como el resto de las monedas del mundo -excepto el yuan y el rublo- son manipulados por el poder económico global, que entró en pánico cuando sus principales cómplices en México empezaron a ser arrodillados por la 4T; que se fortalece en la medida en que les cede espacios financieros, y se debilita cada vez que se los niega, como en las reformas Energética y Judicial, para no ir lejos.
Entonces, es un embuste querer hacer creer al mundo que México está mal; quienes están peor que mal, son sus adversarios, en particular sus vecinos norteños y el soberbio europeo ultramarino.
México no cree que es grande; ¡sabe que es más que grande!
Qué tal.