COSA DE PRENSA / Amenazas

“Tanto México como China están comprometidos con la defensa del multilateralismo. México tiene voluntad de trabajar con China para explotar potenciales oportunidades mientras los dos países expanden la cooperación en varios ámbitos, finalizó Sheinbaum”, según comunicado oficial chino.

 

  • Es el momento de definir la mexicanidad

  • México-China defenderán Multilateralismo: Xi

  • EEUU y Trump quieren invadir México: Putin

  • “No lo permitiremos”: Claudia Sheinbaum

 

Javier Rodríguez Lozano

 

 

AGUASCALIENTES, Ags., lunes 23 diciembre 2024.- A Porfirio Díaz le costó su dictadura oponerse en 1909 a las ambiciones estadunidense con William Taff y atizó la Revolución de 1910: ¿Cuál se supone sea el costo para Claudia Sheinbaum, el rechazar las amenazas de Donald Trump, de invadir México, para impedir la influencia de China en América Latina, donde otro gigante saliera también del huacal: el Brasil de Lula da Silva?

 

Igual que en la Independencia con Iturbide, la Reforma con Maximiliano y la Revolución con la Convención de Aguascalientes, el momento mexicano del segundo piso de la Cuarta Transformación exige a su pueblo definiciones de mexicanidad: ¿Estás con México o estás contra México?

 

Porque a partir del 20 de enero de 2025 cambiará la posición geopolítica de México, único país norteamericano que abandonará la hegemonía estadunidense, para crecer en la autosuficiencia, como está escrito en su mítico destino manifiesto recuperado en 2018 por Andrés Manuel López Obrador y magistralmente ampliado a partir de 2024 por Claudia Sheinbaum Pardo.

 

De hecho, el primero, pero muy significativo primer pequeño paso se ha dado ya; la confirmación de ese abandono del que hablamos ocurrió hace algunas horas, en el puerto de Mazatlán, desde donde la Presidenta de México, Sheinbaum Pardo le mandó decir al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que nuestro país no permitirá ningún injerencismo.

 

Esto no supone, bajo ningún irresponsable escenario, que México abandone el tratado comercial de América del Norte, porque Estados Unidos y Canadá empeorarían sus escenarios económicos en picada; y menos aún sería invitado a claudicar de él.

 

Es el miedo, el temor; el pánico, subrayaríamos, de la hegemonía norteamericana por la presencia en América Latina del veloz crecimiento económico de China, al que 21 países latinoamericanos, incluidos ocho miembros de la APEP, se incorporen con entusiasmo el multilateralismo de la iniciativa china La Franja y la Ruta.

 

Así se confirma el 13 de noviembre pasado, cuando la viceprimera ministra de Canadá, Chrystia Freeland, dijo a la prensa que su país está alineado a EEEUU en su política hacia China, horas después de que el jefe de Gobierno de Ontario, Doug Ford, propusiera a Justin Trudeau, negociar un acuerdo comercial bilateral con Estados Unidos, cuando se reinicie la renegociación del T-MEC en 2026.

 

A su vez, el director de AOM Asesores, Antonio Ortiz Mena (nieto del exsecretario de Hacienda e hijo del Tesorero de Cuauhtémoc Cárdenas en el gobierno del Distrito Federal, del mismo nombre, dijo a CNN el 15 de noviembre pasado, que las acusaciones de la triangulación comercial entre México, Estados Unidos y China, no existe; es especulación de los estadunidenses.

 

¿Qué es lo que hay que hacer?, pregunta CNN y Ortiz Mena responde que empresarios y representantes de los tres países deben reunirse e intercambiar información. No es viable, que México pueda quedar fuera del acuerdo trilateral de América del Norte.

 

Por cierto, no hay que olvidar que Antonio Ortiz Mena fue secretario de Hacienda desde 1958 hasta 1970 (de Adolfo López Mateos a Gustavo Díaz Ordaz), en el periodo llamado Desarrollo Estabilizador, con crecimientos anuales del PIB del 6.6% e inflación del 2.2%, jamás superado ni por la 4T que ha redireccionado la inversión en infraestructura hacia los programas sociales históricos, sin que ello, paradógicamente, tampoco impida el sostenido crecimiento mexicano.

 

El punto es que EEUU no quiere a China en América Latina, pero ya es demasiado tarde para impedirlo: El 6 de noviembre de 2023, el presidente Joe Biden convocó en Washington al foro Alianza de las Américas para la Prosperidad Económica, a la que el presidente AMLO no asistiría, argumentando se aversión a encontrarse con la presidenta de Perú, Dina Boluarte.

 

Eso de “prosperidad económica” es algo que de América Latina no le ha interesado nunca a EEUU, más bien se trata de “llevar agua a su molino”, ¿cuál?  El de presionar a los países latinoamericanos a su lealtad y al antagonismo con China.

 

Los 11 países asistentes, además de Canadá, fueron Barbados, Chile, Costa Rica, Dominicana, Ecuador, Perú, Uruguay y Colombia; Por México y Panamá solo asistirían sus cancilleres.

 

Surgida en la Cumbre de las Américas 2022 en Los Ángeles, a la que tampoco asistiera AMLO, con el argumento de que Cuba, Venezuela y Nicaragua no habían sido invitados, los países asistentes se enfocaron en el “friendshoring”, intrínsecamente neoliberal, pera más que esto, en los sótanos del foro se pactó contra la presencia de China en América Latina.

 

Igual Donald Trump, llega demasiado tarde a la iniciativa de querer borrar de Latinoamérica el País del Dragón, empezando por amenazar con invadir a México, que en el pasado fuera el más vulnerable de los pueblos, por la negra casta de los malos mexicanos de entonces, porque China se introducido dinámicamente, a través de compra-ventas de todo, otorgando créditos e, incluso, regalando dinero (perdón por gerundiar). En 2000 compraban el 1% de las exportaciones latinoamericanas, hoy es el 15%.

 

Quienes no han llegado tarde al momento mexicano y latinoamericano son China y Rusia.

 

El 1 de noviembre de 2023, el presidente AMLO y el presidente de China, Xi Jinping, se reunieron en San Francisco, en el marco de la Cumbre del Foro de Cooperación Económica de Asia, y acordaron llevar las relaciones bilaterales “a un nuevo nivel”, así de sencillo.

 

Y eso fue exactamente lo que acordó la presidenta Claudia Sheinbaum con el presidente chino Xi Jinping, en el marco de la Reunión del G20 que se llevó a cabo en Brasil el 18 de noviembre pasado, donde, se informó en comunicado del gobierno mexicano que la Presidenta Sheinbaum sostuvo reuniones bilaterales con los mandatarios de Estados Unidos, Canadá, China, Colombia, Vietnam y Francia.

 

El único párrafo alusivo al encuentro Sheinbaum-Jinping fue éste:

 

“En reunión con el presidente de China, Xi Jinping, agradeció el apoyo de este país en la recuperación de Acapulco a través de la producción y entrega de enseres domésticos, tras las afectaciones que sufrió dicho municipio por fenómenos meteorológicos”.

 

Pero para el Ministerio de Relaciones Exteriores de China, con sede en Beijing, el encuentro bilateral con México fue más allá:

 

“El presidente chino, Xi Jinping, dijo hoy lunes que China y México deben seguir aumentando los intercambios, renovar la amistad, hacer buen uso de la naturaleza altamente complementaria de las dos economías, impulsar constantemente la cooperación práctica y fomentar el desarrollo integral de las relaciones bilaterales en la nueva era”.

 

Xi -dijo el comunicado oficial chino- hizo las declaraciones durante una reunión con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, al margen de la 19ª Cumbre de Líderes del G20.

 

Y diría mucho más la cancillería china, sin embargo, atentos tanto al lenguaje político, como al diplomático y geopolítico, subrayamos nosotros la disposición de China, “a trabajar con México para defender el multilateralismo y la equidad y la justicia internacionales”.

 

Por su parte, asienta el documento oficial chino, Sheinbaum expresó su placer de reunirse con Xi, señalando que coincide plenamente con la valoración de Jinping sobre la relación entre los dos países:

 

“Tanto México como China están comprometidos con la defensa del multilateralismo. México tiene voluntad de trabajar con China para explotar potenciales oportunidades mientras los dos países expanden la cooperación en varios ámbitos, finalizó Sheinbaum”.

 

En este escenario, decimos aquí en COSA DE PRENSA, “no hay más cera que la que arde” o coloquialmente hablando, “al buen entendedor, pocas palabras”. Veamos por qué:

 

Neoliberalismo tiene su sede en Estados Unidos.

 

Multilateralismo tiene su sede en China.

 

La 4T ya eligió desde 2018 y se confirma este domingo.

 

 

En estricto rigor, con respecto al lenguaje político, diplomático y geopolítico, México ha hecho su elección y también China y Rusia; ahí, en los párrafos anteriores está claramente manifiesta la palabra “defenderemos”.

 

Y China, jamás lo ha dicho Xi Jinping, ni su cancillería -ni lo dirán- pero del mismo modo que advierte a Estados Unidos de las consecuencias de su participación en Taiwán, se deduce que no estará tampoco de acuerdo con una nueva invasión estadunidense a México.

 

Con más habilidad que sus competidores globales, el presidente ruso Vladimir Putin, filtró a algunos medios algo de su conversación con el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de haberle dicho que EEUU quiere invadir a México.

 

Marcos Martínez Chacón, de la Agencia Prensa Asociada (AP) publicaría el 6 de octubre de 2023, que “la afirmación: El presidente ruso Vladimir Putin advirtió a su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador que Estados Unidos podría invadir México”.

 

Agrega:

 

“Verificación AP: Falso. Putin no ha hecho una declaración como esa”.

 

El reportero de la citada agencia hace crónica de los hechos: “Una publicación que circula en Facebook dice erróneamente que Putin advirtió a López Obrador que el gobierno del presidente estadounidense Joe Biden podría invadir a México”.

 

 

La AP realizó una minuciosa investigación que culminó con declarar falsas esas declaraciones de Putin, pero el punto es que el Gobierno de México no emitió comentario alguno al respecto, es decir, ni las confirmó, ni las negó.

 

Ya haremos en su momento, una radiografía de lo que llamamos en este espacio La Gran Prensa y los intereses que la mueven, nunca nacionales, por el momento resaltemos la enorme preocupación que aquella versión en la citada red social causara a la prensa estadunidense, que hubo de realizarse una exhaustiva investigación, con la siguiente proclama oficial:

 

“Este artículo forma parte del esfuerzo de verificación de datos de The Associated Press para combatir la desinformación que se comparte en línea, e incluye una colaboración con Facebook para identificar y reducir la circulación de noticias falsas compartidas en esta red social”.

 

LA COSA ES QUE…

 

Ayer domingo, durante un mitin ultraconservador de Turning Point en Phoenix, Donald Trump alardeó con declarar el próximo 20 de enero a los cárteles de la droga mexicanos como terroristas.

 

La presidenta Claudia Sheinbaum le respondió de inmediato, desde el puerto de Mazatlán:

 

“Allá se consume la droga, principalmente; de allá vienen las armas y aquí ponemos las vidas. Eso no. Nosotros colaboramos, coordinamos, trabajamos juntos, pero nunca nos vamos a subordinar. México es un país libre, soberano, independiente y no aceptamos injerencismo en nuestro país”.

 

Qué tal.

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