COSA DE PRENSA

 

  • Las conferencias del Presidente
  • Errados los “análisis” de expertos
  • Mejor: “A otra cosa mariposa”

 

Javier Rodríguez Lozano

 

AGUASCALIENTES, Ags., sábado 2 marzo 2019.- Llegamos al primer trimestre de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador y lo sobresaliente ha sido su combate a la corrupción y la impunidad, detalladamente expuesto en sus conferencias de prensa mañaneras, algo totalmente inédito, que ningún presidente de la República había hecho y que se ha convertido hasta ahora, en su principal instrumento de gobierno. No gusta a muchos, pero sí –creemos nosotros- a la mayoría de los mexicanos que, como él, estamos hartos del bandidaje y la simulación. De hecho, el periodismo es en esencia, desde que se inventara a principios del Siglo XVI y se consolidara en el marco de la Revolución Francesa de 1789 (igualdad, libertad y fraternidad), justamente eso: combate a la corrupción y la impunidad… Es muy difícil imaginar los detalles, de lo que Ortega y Gasset llamaba “los sótanos del poder” de esa guerra, porque la corrupción no tiene uno ni dos, o más sexenios, de enquistada en nuestra manera de vida. De hecho, viene desde los cobradores de impuestos de Moctezuma, hasta las alcabalas de los virreinatos. Obvio que esa podredumbre no va a ser limpiada de la noche a la mañana, ni mucho menos en un sexenio. Pero sí sienta las bases en la llamada Cuarta Transformación, para que otros gobiernos liberales continúen esa guerra… Luis Estrada, director de SPIN Taller de Comunicación Política, habló el pasado miércoles a Ciro Gómez Leyva, en el día 87 del gobierno de López Obrador, de su opinión sobre las 58 conferencias de prensa de 80 minutos cada, del Presidente AMLO. En términos generales, este analista descalifica ese ejercicio de comunicación presidencial, que nunca hicieran ni Benito Juárez, ni Lázaro Cárdenas, ni Gustavo Díaz Ordaz, que bien lo necesitaron. Dice el presunto analista: “La duración de las conferencias ha aumentado conforme avanza el sexenio, pero se debe a que el Presidente habla por más tiempo y no a que responda más preguntas de los periodistas… Con todo respeto para quienes utilizan su liderazgo de opinión con responsabilidad irreprochable, no sabemos de dónde salió este analista Luis Estrada, que dice: “El impacto mediático de los mensajes iniciales del Presidente sigue siendo limitado. De 380 notas principales publicadas en las primeras planas de los siete periódicos de mayor circulación en el país al día siguiente de las conferencias matutinas, solo 50 (13%) han retomado el mensaje inicial del Presidente. En la semana del 18 al 24 de febrero, ninguno de los siete periódicos retomó como nota principal de la primera plana un mensaje inicial de las conferencias matutinas de AMLO del día anterior” … Este diagnóstico del “especialista” no puede ser más equivocado. Quienes hemos vivido muchísimos años del manejo responsable de la información, sabemos muy bien el tamaño de la equivocación del diagnóstico de Luis Estrada. Lo vamos a ilustrar con una anécdota. En 1991 publicamos en el periódico El Universal, diariamente y durante dos meses ininterrumpidos, nuestra investigación sobre la Quiebra Técnica del Banco Nacional Pesquero y Portuario (Banpesca). Recordamos con afecto a nuestro compañero Enrique Olivares, entonces en Excélsior, quien el día que se publicara nuestra primera nota a ocho columnas, absolutamente exclusiva, nos comentaría: “Está bien, Javier, buena nota, pero yo te voy a responder con dos exclusivas por cada una tuya”. Naturalmente, era una broma, porque el entonces Periódico de la Vida Nacional, después de publicar una nota meramente de referencia sobre lo que había ocurrido en Banpesca, jamás volvería a publicar nada sobre aquel fraude descomunal, que Pedro Aspe Armella y Fernando Gutiérrez Barrios, secretarios de Hacienda y Gobernación, habían fijado en 750 mil millones de pesos. Y lo mismo ocurriría con los demás periódicos (entonces no había Internet) … ¿Qué quiero decir con esta remembranza, que nunca me dio un Premio Nacional de Periodismo, porque en aquella época nunca estuve abierto a aceptarlo? Lo que quiero decir, diría Rubén Valenzuela, es que: Ningún medio de comunicación reproduce la información publicada en forma exclusiva por otro medio. Y eso es lo que hace precisamente el Presidente López Obrador: emitir información, en estricto rigor, totalmente exclusiva, que se difunde a nivel nacional en tiempo real y que siguen al menos unos 30 o 40 millones de mexicanos.

LA COSA ES QUE…

Esos siete periódicos de mayor circulación que dice Luis Estrada que no publican a ocho columnas las declaraciones del Presidente en su conferencia de prensa, lo hacen porque aquello ya está más que dicho. Entonces las mesas de redacción dicen, con toda razón: “A otra cosa mariposa”; qué tal.

 

 

 

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