COSA DE PRENSA

 

 

Camionetas Suburban negras y blindadas, del viejo Estado Mayor Presidencial, transportan ahora al presidente Andrés Manuel López Obrador, por las peligrosas carreteras de Zacatecas, Aguascalientes y Guanajuato. (Foto tomada del periódico Noroeste).

  •  AMLO, “Jugándose el pellejo”
  • Se expone al viajar de noche
  • Aquí supo de la peor tragedia

 

Javier Rodríguez Lozano

 

AGUASCALIENTES, Ags., lunes 21 enero 2019.- El convoy de tres camionetas Suburban color negro, polarizadas y blindadas, en que viajaba el presidente Andrés Manuel López Obrador, atravesaron nocturno territorio difícil –el sur de Zacatecas y al norte de Aguascalientes- a una velocidad de 120 kilómetros por hora más de lo autorizado que es de 110. Por ahí de las 19:00 horas del viernes 18, pasaría la comitiva por el municipio de Cosío, a menos de dos horas de salir de Zacatecas. A esa hora la Agencia de Seguridad Estatal de Hidalgo, informaría de una fuga en un ducto en San Primitivo, Tlahuelilpan… El Presidente había anunciado apoyos para el campo zacatecano y el gobernador Alejandro Tello Cristerna, en corto, le recordaría apoyo para ampliar la carretera a Aguascalientes, actualmente de solo carril y medio, como la  de Aguascalientes-Calvillo. Pero la peligrosidad no es la vialidad, sino la incidencia del crimen organizado en esos caminos, principalmente de noche… Cuando las patrullas municipales de Cosío, que habían abanderado un tramo, con vigilancia y señalamientos, vieron pasar el convoy del Presidente, de inmediato levantaron el operativo y se internaron hacia su cabecera municipal. Como nadie les avisó no implementaron el abanderamiento de los vehículos oficiales hasta su salida de la jurisdicción, donde otras patrullas municipales, esta vez las de Rincón de Romos, harían el relevo, pero no ocurrió así. La comitiva presidencial pasó el retén militar del norte donde había solo un par de soldados y también, sin ningún tipo de vigilancia especial, más que la de todos los días, los tripulantes del convoy del Presidente pasaron los municipios de San Francisco del Rincón y el de Pabellón, sin ninguna vigilancia policiaca… El único municipio que vigilara el paso del Presidente por su territorio sería Cosío, del alcalde independiente Juan Manuel Villalpando Adame, quizás porque busca que el Movimiento de Regeneración Nacional lo invite a reelegirse el próximo 2 de junio… Para las 20:00 horas, cuando el Presidente pensaba descansar en un hotel de Aguascalientes, por la salida a México, luego de haberse levantado a las cuatro de la mañana, encabezar la reunión del gabinete de seguridad a las cinco y ofrecer conferencia de prensa a las siete, para después volar a Zacatecas y regresar de ella naturalmente fatigado, buscaba también saber cuántos muertos había. Ni Milenio TV, ni Imagen de Excélsior, ni CNN, daban ninguna cifra, hasta que José Cárdenas en Radio Fórmula, diría que había más de 50 muertos. Milenio entrevistaría al gobernador hidalguense, Omar Fayad, y aceptaría que había 20 muertos… Apenas tomaría un respiro en Aguascalientes y ordenaría a su comitiva continuar hasta el lugar de la tragedia, Tlahuelilpan, Hidalgo. “Llegué a descansar a Aguascalientes y entrando al hotel recibí la información… Después subí un texto al Face y Twitter indicando lo que se tiene que hacer en estos casos… Sentí que era un asunto muy grave y decidí trasladarme por carretera de Aguascalientes a Hidalgo”, diría. El Presidente twitteó a las 20:34 horas: “Lamento mucho la grave situación que se padece en Tlahuelilpan por la explosión de un ducto. Estoy en Aguascalientes y, desde que el director de Pemex y el secretario de Defensa me informaron, di instrucciones para que se controle el fuego y se atienda a las víctimas”… Y se enfilarían las tres camionetas Suburban color negro, blindadas y polarizadas, este vez por terreno más peligroso todavía, rumbo a La Chona (Encarnación de Díaz, Jalisco), donde el retén militar es más enérgico, en una zona con mucha incidencia delictiva, igual que adonde se dirigía: Guanajuato… En Aguascalientes, ninguna autoridad, ni el gobernador Martín Orozco Sandoval, ni el secretario de Gobierno, Enrique Morán Faz, serían informados del paso del Presidente López Obrador, como tampoco los periodistas que cubrieran la gira presidencial a Zacatecas, el que el Presidente no los llevaría a Hidalgo; los dejaría en León.

LA COSA ES QUE…

Andrés Manuel López Obrador se la juega viajando así por las carreteras de México, dominadas por la delincuencia organizada. Algo tendrá que hacer para que México no sufra esos riesgos. El Presidente es el Presidente; qué tal.

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