COSA DE PRENSA

Presbítero Juan Manuel Martínez Macías “El Padre Trampitas” (Foto tomada del periódico digital Fuerza Aguascalientes)

 

  • Los reportajes del Hidrocálido
  • “Wama”, “El Padre Trampitas”
  • Fueron 27 maravillosos años

 

Javier Rodríguez Lozano

 

AGUASCALIENTES, Ags., jueves 25 octubre 2018.- A diferencia de El Universal, donde año con año desde hace 49, se festeja el aniversario de El Gran Diario de México, fundado por Félix Palavicini el 1 de octubre de 1917 –con una comida a la que asisten además de sus dos mil trabajadores- invitados especiales de todos los sectores representativos de la sociedad, Hidrocálido ha sido más discreto en este tipo de conmemoraciones. La primera de esas reuniones a las que asistimos en 1989 nos dejó una muy grata impresión. (La de 1988 nos la perdimos por cubrir la postcampaña presidencial de Manuel J. Clouthier del Rincón). El discurso del presidente y director general, Juan Francisco Ealy Ortiz, invariablemente versaba sobre los logros alcanzados en ese año. Quizás motivado por ello, es decir, con “el tanque lleno de gasolina” por la explosión de entusiasmo y confianza que genera, fue que al año siguiente realizaríamos una de las investigaciones periodísticas que más nos enorgullece: la quiebra técnica del Banco Nacional Pesquero y Portuario (Banpesca), inicialmente reconocida por la Cámara de Diputados en 2.7 billones de viejos pesos y oficialmente cerrada con un quebranto de 750 mil millones de pesos y expedientes penales en juzgados de Distrito de todo país, de acuerdo a cifras ofrecidas a Ealy Ortiz personalmente por los secretarios de Hacienda, Pedro Aspe Armella, y de Gobernación, Fernando Gutiérrez Barrios. No es el propósito presumir, lo que quiero decir es que todo periodista guarda en su corazón sus mejores reportajes. Le preguntamos a Heriberto cuáles habían sido los mejores trabajos periodísticos que mandara a las ocho columnas de Hidrocálido y se tomó su tiempo para contestar. “Bueno, ¿cuáles han sido los mejores reportajes de usted?” Han sido muchos. Y eligió uno como anécdota, contextualizándolo primero con la referencia a “El Wama”, un multiasesino a quien conociera en su viaje a las Islas Marías: “Me dijo que había perdido la cuenta de a cuántas personas había matado y también, de aquellas a quienes no había matado, pero que se las achacaban también”. Los chistoso de este personaje fue que le pasó algo parecido a Goyo Cárdenas Hernández “El Estrangulador de Tacuba”, quien en 1942 asesinara a una decena de niñas después de ultrajarlas y que terminara titulándose como licenciado en derecho, con un extraño título de su tesis: “Insuficiencia de nuestra legislación en la inimputabilidad por ausencia o disminución de capacidad mental”. Es decir, “El “Wama” terminaría siendo el psicólogo oficial de las Islas Marías… Luego Heriberto se acordó de “El Padre Trampitas”, Juan Manuel Martínez Macías, a quien ya no encontró cuando llegara a hacer su reportaje a las Islas Marías en 1996, pero supo de él y cuando regresó a Aguascalientes entrevistaría a familiares. “El Padre Trampitas’ fue un caramba, en 1948 se enroló como voluntario en el penal del Pacífico para ‘expiar’ sus culpas. En su adolescencia fue un rebelde, alguna ocasión intentaría incendiar la catedral de Aguascalientes. Pero su vida cambió bruscamente una ocasión en que, oculto a la vista de su señora madre que oraba en el templo, escuchó que decía ella: ‘Mejor llévatelo Dios mío, ya no puedo con él” … Aquella angustiante súplica de la madre de Juan Manuel impactó de tal forma al joven que, en ese momento, después de la sacudida, le pidió perdón a su madre y le prometió que sería sacerdote. Cuando fue ordenado pidió que lo enviaran a la Sierra Tarahumara, de donde pasó a Las Islas Marías. El asesino serial, Pancho Valentino “El Mata Curas”, había sentenciado quitarle la vida a “El Padre Trampitas”. Una noche lluviosa el malhechor se encaró con el sacerdote Juan Manuel con ese propósito, pero algo milagroso ocurrió: Se arrodilló y le pidió perdón al prelado. “El Padre Trampitas” moriría en 1990… En 1993 Heriberto inició el suplemento dominical del Hidrocálido y hasta 2016 publicaría éste y muchos otros interesantes reportajes.

LA COSA ES QUE…

“Cuando murió mi padre don Agustín Morales dijo: ‘J. Cruz Bonilla fue el último Quijote. La única nota que le faltó escribir fue la de su funeral’. A mí me pasará la mismo”, nos dijo Heriberto Bonilla Barrón, y remató: “Fueron 37 años en Hidrocálido, los primeros 27 maravillosos años y los últimos 10, para olvidar”; qué tal.

 

 

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