COSA DE PRENSA

 

  • Sistema Estatal Anticorrupción
  • Opuesto al hombre somnolente
  • Erosiones al escrutinio público

 

Javier Rodríguez Lozano

 

AGUASCALIENTES, Ags., lunes 27 de agosto de 2018.-“El que no se atreva a innovar, que no se atreva a escribir”, decía José Ortega y Gasset. Innovemos pues: Al referirse a la constante búsqueda de “la verdad desnuda”, el “perescrutador” (investigador más allá de las cosas) “levantaba las faldas para ver qué había dentro”. Vimos un México diferente cuando 30 millones de mexicanos coincidieron con los griegos, que veían al escéptico como “la figura más opuesta a ese hombre somnolente que se abandona y se deja ir por la vida”… La lucha contra la corrupción es uno de los tres ejes fundamentales del nuevo propósito nacional, con la pobreza y la inseguridad. Y “si ves a tu vecino rasurar, pon tus barbas a remojar”, dice el refrán. En la Ciudad de México ya se dictan las principales líneas de acción hacia aquellos objetivos. La pregunta es: ¿Cómo repercutirán las políticas públicas nacionales en los estados de la República, en algunos de los cuales la somnolencia orteguiana es todavía más pronunciada? … Algunos escenarios: ¿En qué quedarían aquellas mil 553 solicitudes de los gobernadores y alcaldes del país, de recursos para 19 mil 946 proyectos regionales de este 2018 (obra pública como carreteras, caminos, hospitales, puentes, proyectos productivos, apoyos escolares, becas, entre otros), recibidas por la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, cuando había unos 600 mil millones de pesos, señalados por la Auditoría Superior de la Federación, como “los de mayor opacidad”? En aquel trámite, los gobernadores de Aguascalientes, Querétaro, Tamaulipas, Baja California Sur, Durango y Nayarit, pidieron a los legisladores de su partido Acción Nacional, recuperar los recursos del programa Fortalece, mejor conocido como el de los “moches”, dado por muerto por el responsable de la investigación sobre actos de corrupción al amparo del Fondo Para el Fortalecimiento de la Infraestructura Estatal y Municipal, Ernesto Ruffo Appel, al exonerar a los principales señalados, Luis Alberto Villarreal García y Jorge Iván Villalobos Seáñez… El periodismo investigador, como el escritor de libros, tiene en alguna pared cercana a su máquina de escribir un pizarrón de corcho con un espacio destinado a la confección de una especie de “árbol genealógico”, en el que en formación piramidal hay algunos círculos con nombre y apellidos, y algunos movimientos de una rama a otra, que permiten ver cómo se va tejiendo toda una red de circunstancias, que lo mismo se refieren a algo bueno que también a lo contrario; en este caso, la corrupción. Por ejemplo, en los tres poderes del estado y órdenes de gobierno, principalmente, por ser ahí donde se maneja el dinero público. Quiénes ocupan los principales cargos, cómo fueron electos y nombrados en su caso y, lo más importante, cuáles han sido sus principales decisiones públicas hasta ahora, es la materia a estudiar para darle un seguimiento puntual a actos que podrían no ser transparentes. Hay un común denominador en todas las figuras públicas de primer orden, más ostensible que en ninguna otra administración estatal… En este sentido, es popularmente aceptado que “lo que mal empieza, mal acaba”. En este año ha sido complejo y lento el proceso de integrar el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción, que en febrero pasado protestara cumplir y hacer cumplir la ley, ante el Congreso del Estado, a cargo de Josefina Díaz Aguilar, Alejandra Yasmín González Sandoval, Sergio Lira Padilla, Teresa Belmont Acero y José Guadalupe López Ramírez, éste último, presidente, quien diría algo que nunca aterrizaría en los hechos y por eso renunciaría: “Yo espero por el bien del Sistema Anticorrupción que no hubiera mayor circunstancia para ponernos realmente a trabajar y realmente a funcionar”.

LA COSA ES QUE…

Cumplir y hacer cumplir la fracción III del artículo 82 constitucional local, en transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción, será clave. Al menos por unos meses irá en esa dirección Erich Monroy, recién electo presidente del CPC del SEA.  Hará lo que nos aconseja Ortega y Gasset: “Lo que se llama ser un buen escritor, es decir, un escritor con estilo, es causar frecuentes erosiones a gramática y léxico”; qué tal.

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