COSA DE PRENSA

 

 

  • Ojos que no ven corazón que no siente
  • La violencia inhibidora del voto
  • ¿Estado Mexicano secuestrado?

 

Javier Rodríguez Lozano

 

AGUASCALIENTES, Ags., lunes 11 de junio de 2018.- La violencia electoral tiene ahora matices impensados: El abstencionismo fue del 49.3 en 1988, 22.4 en 1994, 36.6 en 2000, 41,45 en 2006 y de 36.7% en 2012. En 2018 se espera una participación de 65% de los 84 millones de empadronados. Y por otro lado, mientras más cerrada sea la elección habrá más participación ciudadana, que no conviene a una estrategia de inhibir el voto, como la del crimen organizado contra un centenar de candidatos de partidos que no le darían cuartel… Esta violencia difiere de, por ejemplo, el asesinato de Álvaro Obregón en 1928, el sangriento fraude contra José Vasconcelos en 1929 y el atentado de 1930 a Pascual Ortiz Rubio. En las elecciones de 1939 no le faltaba razón el candidato de la derecha Juan Andrew Almazán, cuando acusaba al priismo del candidato de Lázaro Cárdenas, Manuel Ávila Camacho, de “nazicomunista”. El general cardenista Francisco Javier Aguilar González, diplomático en Francia y héroe del exilio de la Guerra Civil Española, sería también jefe del Cártel Nazi que introducía mariguana a Estados Unidos, con que Hitler quería embrutecer a los soldados estadunidenses… Este fin de semana Josely Magaña, candidata del PRI a regidora de Isla Mujeres, y Lizbeth Pasos Sarabia priista, fueron balaceadas y luchan por sus vidas. En Cancún el 2 pasado, fue hallado el cuerpo del representante del PRI en el INE, Miguel Ángel Loo Calvo, también director de Desarrollo Rutal del Municipio Benito Juárez… Uno de los más importantes matices de la violencia electoral de este 2018 es un fenómeno delictivo que ya lleva varios años de haber sido implementado. Se trata del financiamiento del crimen organizado a toda manifestación en contra del Gobierno Federal, llámese YoSoy132, la Feria del Libro de Guadalajara, Casa Blanca, Odebrecht, CIDH, Padres de los 43, nuevo fallo de un juez sobre Ayotzinapa, CNTE. Para muestra basta un botón: El cártel de Los Zetas en Tamaulipas pagó 80 mil pesos semanales a defensores de organismos de Derechos Humanos, principalmente en el municipio de Nuevo Laredo, para denunciar a elementos de las Fuerzas Armadas, por supuestas desapariciones. Además, en la averiguación previa AP/PGR/SEIDO/VEITA/073/ del 23 de marzo de 2015, el narco Ramiro Pérez Moreno “El Ramas”, señala al presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, Tamaulipas, Raymundo Ramos Vázquez, de recibir semanalmente cinco mil dólares (420 mil pesos mensuales) “para esconder a integrantes de la organización delictiva en sus oficinas, realizar movilizaciones en contra de las Fuerzas Armadas e interponer denuncias contra los elementos militares”… El botín es hoy más grande que nunca y el crimen organizado está a un tris de salirse con la suya. La bolsa electoral más grande de la historia en México es de tres mil 323 cargos populares, todos los cuales están bajo la mira de la violencia de la delincuencia organizada que en opinión de expertos, está ganando la batalla. El politólogo del Área de Estudios Estratégicos del Centro de Investigaciones Sobre América del Norte, el CISAN, de la UNAM, de José Luis Valdez Ugalde, coordinador con José Luis León Manríquez y David Mena Alemán, del libro Reconfiguraciones del orden mundial del Siglo XXI, plantea la hipótesis del “Estado secuestrado”. Dice: “Se trata del enquistamiento en el aparato estatal de la mafia, compuesta por nueve organizaciones criminales, que con el tiempo han instaurado una triste época de narcopolítica”. Todo empezó con Felipe Calderón pero con Enrique Peña en los dos sexenios van más de 234 mil muertos. La DEA registra seis cárteles: De Sinaloa, Juárez, Golfo, Jalisco Nueva Generación, Beltrán Leyva y los Zetas. Y la PGR agrega a La Familia Michoacana, Cártel de Tijuana y Caballeros Templarios.

LA COSA ES QUE…

La de Aguascalientes es otra historia que ya contaremos en la red, mientras tanto recordamos al procurador Felipe de Jesús Vázquez  Muñoz, víctima del crimen organizado aquí y en Colima, de donde sería sacado también por las “protestas populares” financiadas por el crimen organizado, señalándolo como torturador. Por eso decimos: “Ojos que no ven corazón que no siente”; qué tal.

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