COSA DE PRENSA

Siomara Eline Estrada Cruz, magistrada de la Sala Regional Aguascalientes del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa. 

 

  • Periodismo sí, fake news no
  • Democracia, zozobra digital
  • Siomara Eline Estrada Cruz

 

Javier Rodríguez Lozano

 

AGUASCALIENTES, Ags., domingo 4 de marzo de 2018.- Pronto entraremos a las campañas de la sucesión presidencial y los partidos preparan sus estrategias. El escenario estelar será el de “la dictadura de la información” que describiera George Orwell en 1984, a la que nos llevará “el flujo de datos que corre entre ciudadanos y gobernantes”. Pensamos con el gurú del Big Data, Martin Hilbert, que “la democracia no está preparada para la era digital y está siendo destruida”. Independientemente de que a los políticos no les guste que se haga periodismo. Es decir, que se publique lo que no les gusta, sin saber la que se pierden, porque otra de las grandes habilidades de la política es convertir en positivo lo negativo, esto es, explotar al máximo lo malo de cualquier cosa y hacerla buena, a fuerza de imaginación y talento, que es uno de los cánones de la ciencia política –la de hacer posible lo imposible- que da la razón a Nietzche cuando decía: “Hasta cuando hay una manifestación en mi contra aumenta mi renombre”… Hay una forma muy sencilla de aprender a leer esa “dictadura de la información” digital: Para informarse, como ha ocurrido siempre desde hace más de 500 años, hay que leer periodismo; para desinformarse, especular, chismorrear y entrar al juego de la manipulación político-electoral, consuma fake new… Una de las gentes serias de la política aguascalentense nos recordaba en días pasados una frase de Carlos Hank González que, si el amable Lector nos lo permite, describiremos con todo detalle en otro momento: “Yo voy a gobernar el Estado de México al estilo de Enrique Olivares Santana”. Genialidad que hoy le escamotean al profesor de San Luis de Letras –algo que no deben olvidar las generaciones de su casa que le siguen- porque tuvo ese talento único e irrepetible, de convertir lo malo en bueno, como la oscuridad en luz al electrificar a Aguascalientes. En los 60s llegaría a San Luis Potosí a apagar el fuego surgido en el navismo, con el apoyo de Carlos Hank y Aurora Arrayales. Cuando Hank quería ser gobernador favorecieron a Juan Fernández Albarrán y Olivares Santana le aconsejaría disciplina y paciencia. Aquello cambiaría su destino… Tenemos también a otro político inteligente, experimentado y respetable, que disiente y que igual, ya comentaremos… Antes de llegar a la parte central de nuestro comentario de hoy, el de la sucesión judicial aguascalentense, recordamos que será ésta la primera sucesión presidencial que se magnificará exponencialmente en las redes sociales y en la que, como nunca antes también, habrá una importante presencia de los jóvenes que quieren otro México. El problema es que chocarán con la opinión experimentada de sus padres y la sabiduría de sus abuelos. Para aquéllos, los milenials, el periodismo debe describirles qué tan importante es que cambien las cosas, pero lo es más que lo nuevo que venga sea auténtico y no más de lo mismo, condición que dicho sea de paso, apenas está en construcción.

LA COSA ES QUE…

Nos dicen que quien suceda a Juan Manuel Ponce Sánchez en la presidencia del Poder Judicial del Estado de Aguascalientes tendrá que ser uno de los cincos magistrados del pleno: Gabriela Espinosa Castorena, María de los Ángeles Viguerías Guzmán y Edna Edith Lladó Lárraga, y Juan Rojas García y Francisco Javier Perales. Fernando González de Luna no. Luis Armando Reynoso Femat humillaría a Jesús Ramírez Esparza porque sus diputados no pudieron bloquear aquella candidatura de los magistrados.  Al ver al presidente del Supremo el 17 de mayo de 2006, LARF le diría en seco: “Yo a usted no lo quiero”. El magistrado cincuentañero se suicidaría el 22 de julio siguiente. El entonces procurador Xavier González Fischer, el mismo que protegía malandros del “El Jueves Negro”, impondría su peritaje personal: “Fue suicido”… El actual es un poder político distinto en materia de anticorrupción, eje clave de la magistrada del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa en Aguascalientes, Siomara Eline Estrada Cruz, que encajaría muy bien en el tablero del ajedrez local; qué tal.

 

 

 

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