Teodoro Olivares Ventura entrega a Miguel Ángel Juárez Frías el documento priista que lo acredita como candidato a diputado por el Distrito 16, colonias y fraccionamientos más necesitadas de orden y progreso.
- Hoy, solo para iniciados
- Enrique Olivares Santana
- Disciplina y aseo en Netza
Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., lunes 26 de febrero de 2018.- Hoy escribimos solo para iniciados, apasionados aprendices de brujo, con reminiscencias de políticos aguascalentenses que escalaron la cima del sistema político mexicano y se hospedaron -nunca cómoda, pero siempre dignamente- en el Olimpo, donde sin mirar a los ojos descabezaron a la Medusa una vez y otra también, y guiaron con sus sabios consejos al Oráculo de Delfos, en circunstancias adversas con que asfaltarían los pedregosos caminos de la Patria. Como Machado, “hacían camino al andar”, apuntes abrevados en el libro Enrique Olivares Santana, un hombre de la Revolución Mexicana y de la República 2006, de Alberto Vital Díaz… La “operación cicatriz” siempre será a la selección de candidatos de los partidos políticos, lo mismo que el aire a la vida. Para resolver inconformidades siempre habrá una sola vía: la negociación, el convencimiento, el arreglo; y en otras palabras, la disciplina y el aseo. Éstas son las principales cualidades del homo y la mulier politicus. Es célebre aquella frase de Carlos Hank González (1927-2001): “Político pobre, pobre político”, pero pocos rememoran las muinas del egresado de la Escuela Normal Rural de San Marcos, Enrique Olivares Santana (1920-2004), cuando en 1961 Hank y Aurora Arrayales, se cuadraban ante el esposo de Belén Ventura llamándole: “Mi general Olivares Santana”. Y mucho menos habrá quien recuerde al de Tianguistengo pedirle al de San Luis de Letras: “Quiero ser gobernador”… Vamos a lo que estos tres profesores llamarían “la etimología” de esta anécdota, sus raíces: Todo empezó en 1956 cuando se reeligió como rector de la Universidad potosina Manuel, hermano de Salvador Nava, asestándole un duro golpe al caciquismo de Gonzalo N. Santos, cínico que decía que la moral era un árbol que daba moras. Catapultado por la muerte de su consanguíneo en 1958, el independiente Salvador Nava ganaría la alcaldía de la capital potosina. En 1961 había que elegir gobernador y las fuerzas navistas y priistas estaban parejas. Olivares Santana sería nombrado delegado del CEN del PRI y llevaría de apoyo a Carlos Hank y Aurora Arrayales: “Tenemos que actuar con la precisión y la coordinación de un ejército” (de ahí su generalato) les instruiría, además de acuñar igual la palabra que en su tiempo tanto repetiría Miguel de la Madrid: “el aseo político”. En aquel año sería asesinado en la Huasteca el coordinador de la campaña navista, Jesús Acosta, y el historiador Enrique Krauze –errático como lo hiciera con partes medulares de las memorias de Gustavo Díaz Ordaz- escribiría de Olivares, Hank y Arrayales, sin citar fuentes: “Tenían por misión lograr ‘por las buenas’ el retiro de la candidatura de Nava”. Aquello había sido solo una consideración personal del ayudante de Octavio Paz. Efectivamente, aquélla sería la misión de los profesores normalistas, pero nunca con la violencia; para eso estaba la negociación. Le ofrecieron a Nava una diputación federal y le invitaban al “escalafón priista”. La ultraderecha y la excristiada se opondrían. Manuel López Dávila ganaría la gubernatura a Salvador Nava… Dos años después, Hank González le pediría al ya gobernador de Aguascalientes, Olivares Santana, le ayudara ser gobernador mexiquense. Don Enrique se lo plantearía al Presidente Díaz Ordaz, quien le contestó que su antecesor, Adolfo el Joven, tenía “mano”. López Mateos propondría a Juan Fernández Albarrán. Olivares le recordaría a Hank “disciplina y aseo” y le transmitiría el mensaje de don Gustavo: “Que estés pendiente”. Lo hizo director de la Conasupo y seis años después, en 1967, Carlos Hank tomaría posesión de Palacio de Gobierno, en Toluca.
LA COSA ES QUE…
La moraleja de esta historia se llama: Disciplina y aseo. Algo de esto ocurrió la mañana de este sábado en la Campesina, donde Miguel Ángel Juárez Frías ganó la candidatura a diputado por el Distrito 16 a Netza Ventura Anaya. En la Asamblea Territorial del 7 de febrero pasado, corregimos, nos serían más de 500 votos los de Netza ni unos cuantos los de Miguel Ángel, en realidad habría empate de 38 por 38. Ayer se asumió con disciplina y aseo la derrota y vendrá con el tiempo la recompensa para Netza; qué tal.