- Tiempos de cacicazgos políticos
- Piñatas, ponches y ponchados
- Vienen más impuestos en 2018
Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., miércoles 20 de diciembre de 2017.- Como quiera que sea, aun falsa la lista priista de los suspirantes a un escaño del Senado o curul de la Diputación, vino a ponerle sabor a fin de año aguascalentense, donde hace tiempo que dejó de ser propiedad de “el señor de la hacienda”, es decir, del jefe político del Estado, desde Pedro García Rojas (1835-1836) gracias al beso de su esposa al general Antonio López de Santa Anna, y hasta Manuel Carpio González (1928-1929), al que seguiría el primer gobernador penerrista hoy priista, Rafael Quevedo Morán (1930-1932)… ¿Por qué esta alegoría? Porque a diferencia del pasado inmediato, actualmente el poder político aguascalentense se ha pulverizado y tanto lo detentan unos aquí, como otros allá; y algunos más en la lontananza, como desde el simbólico edificio vasconcelista frente a la Plaza de Santo Domingo, en la capital del país… Sin embargo, vamos por jerarquías: Martín Orozco Sandoval, peso distinto al de Fernando Herrera Dávila, coordinador de la fracción del PAN en la Cámara Alta, y serán ellos los que palomeen en el CEN las candidaturas a senadores y diputados federales. Ya se alistan los orozquistas Javier Luévano Núñez, José Ángel González Serna, Martha Márquez Alvarado, Jorge López Martín, Guillermo Alaniz, Jaime González de León, Juan Antonio Martín del Campo y Sergio Delfino Vargas, por citar unos cuantos. Por el lado herrerista está a la cabeza Sylvia Garfias Cedillo y Arlette Muñoz. Al interior del panismo iría también un “comodín”: Luis Armando Reynoso Femat. Sin embargo la pregunta es: ¿Qué fiel de la balanza pesará más, Martín o Fernando? Nosotros creemos que Herrera Dávila, porque está mejor posicionado que Orozco Sandoval, debido a que en desempeño estrictamente político coyuntural de ambos, el senador ha sido más colmilludo que el mandatario; vamos, éste hasta el “harakiri” se está aplicando al ignorar al mejor periodismo que existe en Aguascalientes, sin el cual ningún político llena espacios de relevancia. Eso hará que la lista de Fernando Herrera sea más bendecida desde el Centro… En su momento conversamos con Francisco Escobedo, el delegado del CEN del PRI en Aguascalientes y percibimos el intenso protagonismo que Augusto Gómez Villanueva ha tenido desde que le invitaran a formar parte en el proceso de la Constitución Política de la Ciudad de México, deferencia que ya sabemos que se debe más al salinismo que a su carnet personal. Como sea, ni él ni su hijo Juan Manuel Gómez Morales podrían con los desafíos políticos que vienen, pero ahí estarían porque en el deambular capitalino AGV leyó muy bien la corriente meadista que se avecinaba. La lista del “carnaval de la risa” del PRI menciona, además de Gómez, para el Distrito 1, a Iris Nayeli Cardona Reyes, David Nájera Moreno y José Manuel Martínez Rodríguez; 2, Enrique Alejandro Rangel Jiménez, Norma Adela Guel Saldívar y Mario Antonio Guevara Palomino; 3, María Eugenia Sánchez de González, Edith Citlalli Rodríguez González, Francisco Gabriel Arellano Espinosa (jajajajaja) y Alejandro Aispuro Guevara. Y al Senado, además de Gómez Villanueva, a Lorena Martínez Rodríguez, Juan Fernando Palomino Topete, Óscar Augusto López Velarde Vega, Gustavo Adolfo Granados Corzo, Elsa Amabel Landín Olivares y Francisco Javier Chávez Rangel… Sin embargo, creemos que el Distrito 1 sería para José Carlos Lozano Rivera Río, en el 2 a Mario Guevara Palomino y en el 3 a Edith Citlalli Rodríguez González. (Gabriel Arellano Espinosa, ciertamente, volverá a los reflectores políticos del más alto nivel, pero en otro escaparate que dejará boquiabiertos a muchos). Y para el Senado, en primerísimo lugar a Elsa Amabel Landín Olivares, a Fernando Palomino Topete, Óscar López Velarde y Lorena Martínez.
LA COSA ES QUE…
Se dice que los gobernadores priistas han desviado unos 250 millones de pesos para las campañas. Es pregunta: ¿Y cuánto aportarán los gobernadores panistas al mismo propósito? Hay algunos estados como el de Aguascalientes, donde el escenario no es muy halagüeño en materia de aportaciones federales, por eso se trata de echar a andar otros mecanismos que permitan captar recursos que se van a necesitar, como el Impuesto Sobre Adquisición de Vehículos Usados; qué tal.
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