- Crónica de un “resurgir de las cenizas”
- “Inequitativa distribución de la riqueza”
- Carlos Lozano y Olivares “mecen la cuna”
Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., lunes 13 de noviembre de 2017.- Un boletín de prensa con una foto jamás serán mejores que una crónica periodística, que la prensa nacional privilegia en fuentes como la Presidencia de la República, el Congreso de la Unión y los partidos políticos, así como en eventos especiales. La narrativa, el estilo y el color reporteriles, describen mejor que nada lo que verdaderamente ocurrió. Por ejemplo, este sábado en que finalmente el priismo aguascalentense pudo ver “de qué lado masca la iguana”, y cuáles son las manos “que mecen la cuna” en el PRI, escenario lejísimos de ser percibido por un simple comunicado de prensa y una toma gráfica oficialista. (Es aquí donde el mensaje institucional en general se pierde y con él, millonadas torpemente invertidas)… Ahí estuvimos y le tomamos el pulso, ya no al paciente, sino al atleta en que se ha convertido el Revolucionario Institucional tan solo en unas cuantas semanas: Contrario a la costumbre, la asamblea del Consejo Político empezó a las 11:00 horas como estaba anunciado. En el presídium, además de Enrique Juárez, Dennis Ibarra y Francisco Escobedo, Sergio Reynoso Talamantes, un sombrerudo que cobra de diputado sin trabajar David Nájera, Blanca Rivera Rio de Lozano, Gustavo Granados Corzo y de última hora, el inefable Augusto Gómez Villanueva. Atrás: Mario Guevara Palomino, don Andrés Valdivia, los Fernandos Gómez Esparza y Palomino Topete, “La Cochinita Pibil” como la llama Ramiro Luévano, Francisco Guel, Isidoro Armendáriz y Luis Fernando Ramírez. No estuvieron Teodoro Olivares ni José de Jesús Ríos Alba… La orden del día se desahogó tal y como fue pensada, incluso, con inusitado reconocimiento al destapador de Luis Echeverría, Augusto. Una de las novedades, además de aprobar los métodos de selección de candidatos (50% a cargo de Convención de Delegados y 50% por una Comisión Estatal de Postulaciones, presidida por Jorge Ortiz Gallegos e Isidoro como secretario), fue la creación de “El ombudsman del priismo”, a cargo del exlíder universitario Abner Abed Ramos Michaus, en una segunda señal de “distribución inequitativa de la riqueza”, cuando Gómez Villanueva fuera el único voto de su adversario José Luis Martínez Rodríguez; la primera se daría a las 11:25 cuando se eligiera como contralor a Alberto Solís Farías, de entre una terna inocua… Sin embargo, estaban muy grabadas ya en los discos duros del priismo la consigna de Enrique, sin vuelta atrás: “Este asamblea del Consejo Político Estatal del PRI es un esfuerzo de unidad e inclusión”, que sería seriamente puesto en riesgo cuando Rafael Herrera Nájera, militante de Democracia Interna de Ivonne Ortega Pacheco, increpara duramente a la cúpula, con aquello de “las cuotas y los cuates” y en oposición a la inclusión de Pablo Macías, alcalde traidor en Tepezalá (luego describiremos por qué)… Pero lo mejor sería que con esa protesta, junto con la de Beatriz Santillán Pérez, ambas rabiosamente arropadas por la mayoría de los 216 consejeros presentes, revelaron el predominante antilorenismo y el quién manda en el PRI Aguascalientes.
LA COSA ES QUE…
Las serenas e inconmovibles presencias de Blanca Rivera Río de Lozano, José Carlos Lozano Rivera Rio y Víctor Vera, lo mismo que la galopante alegría de Amabel Olivares Landín, lo describieron con claridad inobjetable: Carlos Lozano de la Torre y los Olivares Ventura; qué tal.
