- Alza mano Leobardo Contreras Moreno
- Antes de 1988 gastaban lo que querían
- Ahora falta tirar la burocracia electoral
Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., jueves 28 de septiembre de 2017.- El presidente honorario de la Barra de Abogados del Estado de Aguascalientes, Leobardo Contreras Moreno, levantó la mano y pide ser incluido entre los aspirantes a ocupar la Fiscalía Anticorrupción. Entrevistado, el jurista opinó que hay que abrir el proceso de elección del Fiscal Anticorrupción de Aguascalientes, “porque de otra manera, como estamos hasta ahora, nos ganan los tiempos: Debía haber ya al menos una terna que pudiera presentarse en pasarelas ante los diferentes sectores de la sociedad y representantes de los diferentes órdenes y niveles de gobierno, y para su escrutinio también de la opinión pública”. El abogado Contreras Moreno –con la particularidad de haber participado en la redacción de algunos de los documentos jurídicos más importantes de lo que va de la Legislatura local- hizo notar que Aguascalientes debe ocuparse ya de ese proceso, más allá del curso que tome el mismo en la Ciudad de México, donde es seguro que después de los sismos vaya a demorar todavía más su resolución. Postuló: “Si queremos combatir la corrupción y la impunidad tenemos que contar ya con los perfiles idóneos, estar preparados y dentro del marco de la ley, porque la sociedad y la Constitución no pueden estar sujetos a los caprichos de los tiempos políticos. No hay combate a la corrupción y a la impunidad si no hay Fiscal Anticorrupción”… En el tema electoral, antes de 1988, cuando con “la caída del sistema” Carlos Salinas de Gortari se robaba las elecciones, no existían gobernadores ni senadores opuestos al PRI (el primer gobernador sería Ernesto Ruffo Appel del PAN en Baja California en 1989 y el primer senador de los 25 panistas en 1994 sería precisamente el aguascalentense don Enrique Franco Muñoz; y el primer senador de los ocho perredistas sería el campechano Guillermo del Río Ortegón. En 1997 el PRI perdería la mayoría en el Congreso… Antes de 1988 el gobierno federal gastaba lo que quería en las elecciones y de ello no existe registro. Así se las gastaba el partido oficial desde la elección presidencial de 1929 con Álvaro Obregón, a costa de José Vasconcelos. Habría muchos muertos y Antonieta Rivas Mercado, mecenas vasconcelista, perdería su capital y hasta la vida, al suicidarse en París… Aquel círculo fue cerrado con “la renovación moral” de Miguel de la Madrid, último Presidente con el control electoral… A partir de 1977 los partidos políticos reciben financiamiento público y la falta de transparencia ha sido contante, cada proceso electoral es más costoso que el anterior, como el de 2018 que será 36% más caro que el de 2012.
LA COSA ES QUE…
Muy seguramente el Congreso de la Unión aprobará en su momento la eliminación del financiamiento público a los partidos políticos y más de 11,400 millones de pesos irán a un fondo de desastres, para atender los daños por los sismos. La pregunta es: ¿Y los más de 15 mil 383 millones de pesos que gastará la burocracia del Instituto Nacional Electoral, además de los 11,400 millones de los partidos políticos, y los tres mil 983 millones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación? ¿Por qué no eliminarla también?; qué tal.
