COSA DE PRENSA

  • El poder desgasta mucho
  • Desgasta más el no poder
  • No saben que no saben 

Javier Rodríguez Lozano

AGUASCALIENTES, Ags., lunes 28 de agosto de 2017.- La segunda mitad del Siglo XX italiano fue dominada en política por Guilio Andreotti (1919-2013). Aquí Manlio Fabio Beltrones (1952) todavía “hace lo que puede pensando en lo que debe”. Parecían unidos por lazos invisibles: Guilio, huérfano desde niño, invertía los 40 centavos que le daba su madre para el colegio, en comprar periódicos “para alargar el horizonte”. También sin padre a temprana edad, Manlio Fabio leía los diarios a su abuela Elena, una indígena yaqui que perdiera un ojo al partir leña, donde aprendería “el poder de la información”… Nótese que el común denominador es la lectura de la prensa, hábito sin el cual nadie puede ser ni político ni periodista. Andreotti decía: “El poder desgasta a quien no lo tiene”. Y Beltrones afirma al periódico El País: “El poder desgasta mucho, pero desgasta más el no poder”… “Tarde, pero sin sueño”. Las primicias periodísticas que hemos documentado puntualmente durante los últimos dos años (el contubernio político con el crimen organizado como en 2007, los abusos extranjeros con el agua, los altos salarios cupulares en la Universidad y las estadísticas delictivas, entre otros temas), resucitan en otros medios, porque como dice Carlos Marín: “La nota es la nota, aunque nos caiga gordo quien la traiga”… El mejor oficio del mundo de Gabriel García Márquez, no apto para el cinismo, que proponía sin suerte Kapuscinski, tiene sus rarezas en Aguascalientes: En agosto de 2012 habría cambio en la dirección editorial de una franquicia. El nuevo director, escritor de pesimismo e intolerancia, pero no periodista, les restregaba en sus rostros a sus reporteros: “Yo escribo la nota más importante del periódico, nada de lo que ustedes hagan será mejor. Y a quien no le guste ahí está la puerta”. Ninguno sobreviviría aquella vejación… En estos días este director escribe: “La del estribo. Ya la chupó el diablo. No tienen perdón los halagadores oficiosos de la presidente municipal María Teresa Jiménez Esquivel, con tal de quedar bien con la alcaldesa, cultivadores de chayote intentan magnificar cualquier tontería… De veras que no se puede con ustedes lambiscones”. También elogia a una regidora Morena porque no les da chayote a “los seudo reporteros”… Nunca, nótese, nunca ningún alcalde de Aguascalientes, desde Martín Orozco, Gabriel Arellano, Lorena Martínez y Martín del Campo, ha tenido el espacio privilegiado en la prensa digital como ahora Tere Jiménez Esquivel, porque ella y su gente sí saben hacer las cosas. Y eso causa mucho escozor “electorero”.

LA COSA ES QUE…

Este escritor, muy lejos del desempeño periodístico de sus antecesores Antonio Zapata, Manuel Apendinni y Luis Fernando Ramírez, recibe chayotes en libros financiados precisamente por el IMAC, y mientras muchos periodistas digitales cobramos en el Municipio un promedio de seis mil pesos mensuales por publicidad, su franquicia lleva a los bolsillos de su patrón -un diputado federal plurinominal que también franquició al MC la curul y que ahora hará lo mismo con AMLO, como luego detallaremos- chayotes por 3.8 millones de pesos este año. El punto es que, no saben que no saben; qué tal.

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