COSA DE PRENSA

Se atribuye al director de Administración, Sergio Delfino Vargas, la desaparición del disco de las licitaciones del Municipio de Aguascalientes, en las que aparecen registrados los privilegios que en contrataciones y adjudicaciones de todo tipo, favorecieron a Leobardo Martín del Campo.

  • Juan Antonio Martín del ¿Capo?
  • Sistema Estatal Anticorrupción
  • Concluye Secretaría Legislativa

Javier Rodríguez Lozano

AGUASCALIENTES, Ags., viernes 28 de julio de 2017.- Grandes ojos, desmesuradamente abiertos, fueron los que iluminaron el rostro de aquel alto funcionario que acababa de escuchar lo que a continuación sigue: la historia de corrupción de un alcalde que hoy regresa por más. “Caramba, lo que tiene uno que enterarse cuando llega a estos escritorios”, exclamaría alguien… Se sabe que el nuevo Sistema Estatal Anticorrupción, ya vigente pero aún inoperante en el estado, cuando entre en funciones empezará a trabajar “en retroactivo”, al menos un puñado de negros expedientes. Dos de ellos tienen que ver con políticos muy importantes, de los cuales comentamos el más débil: El 8 de diciembre de 2015 publicó el periódico El Universal, y el 16 siguiente le daría seguimiento la reportera Mónica Cerbón, entonces en La Jornada Aguascalientes, que Leobardo Martín del Campo poseía 22 lotes y dos predios, inscritos en el Registro Público de la Propiedad entre 2014 y 2015, cuando su “cómodo hermano” Juan Antonio Martín del Campo fungía como alcalde. Fue ahí donde la opinión pública local confirmó lo que todo el mundo sabía, la desvergüenza del abuso del poder. Éste es el punto de partida de una cadena de atracos al erario público por parte de “El hermano incómodo” de Juan Antonio Martín del Campo –Leobardo- que se extendió hasta las últimas horas del sábado 31 de diciembre de 2016, cuando Juan Antonio terminara su gestión como presidente municipal: Se atribuye al director de Administración, Sergio Delfino Vargas, la desaparición del disco de las licitaciones del Municipio de Aguascalientes, en las que aparecen registrados los privilegios que en contrataciones y adjudicaciones de todo tipo, favorecieron a Leobardo Martín del Campo. Y esto sin contabilizar todavía las enormes pérdidas que le significaron al Municipio, no solo los juicios laborales perdidos, sino las equivocadas decisiones administrativas que Delfino tomó durante su gestión… Y ahora regresa Juan Antonio Martín del Campo, pero no lo que se robó, sino por más. Quiere ser senador… Y a propósito de aquello que Miguel de la Madrid calificaba también como una forma de corrupción: la ineficiencia, ayer llevó a cabo la Secretaría Legislativa su última sesión del periodo ordinario de la LXIII Legislatura, y el fin de semana será la clausura solemne, con la asistencia de los titulares de los otros dos poderes, el Ejecutivo y el Legislativo. Una sesión desangelada, aburrida, en la que se esperaba algo más que finalmente no ocurrió. Solo menos de 40 personas, la mayoría de ellas, asesores de legisladores, en el auditorio y no hubo parlamentarismo que destacar.

LA COSA ES QUE…

Tan fue aburrida la sesión que cuando subió a tribuna Cristina Urrutia de la Vega, el volumen local subió a niveles de estridencia para hablar sobre los animales. Karina Eudave Delgado, con el tema de programas para los jóvenes, fue más mesurada, retirándose ligeramente del micrófono. Se eligió la mesa directiva de la Diputación Permanente que quedó en manos del diputado de Encuentro Social, Jesús Morquecho; qué tal.

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