- La otra batalla contra la prensa
- ¿Corrupción o transformación?
- Como temporada de zopilotes
Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., miércoles 6 mayo 2020.- Este lunes se produjo otra batalla contra la prensa, la mala prensa, creemos nosotros. Dalila Escobar, corresponsal de A Tiempo TV, la que se burlara del reportero sinaloenses Paúl Velázquez, éste sí, periodista, por llevar un parche en un ojo luego de que recibiera un disparo, quiso meterle el pie al presidente Andrés Manuel López Obrador pero fue ridiculizada por el retorcido colmillo del tabasqueño… Preguntó la reportera que, “ha sido un poco complicada la comunicación”, ¿cuándo apareció el primer caso Covid: el 28 de febrero o el 6 de enero?” Hugo López-Gatell Ramírez, como siempre, agradeció la pregunta (algo muy difícil de reconocer en el político común y corriente, como los gobernadores, por ejemplo, la mayoría patanes del caciquismo). El funcionario cita de entrada, al periódico Reforma, y ahí se dice todo. “Su pregunta es un poco tardía”, y aclara que hace unos 20 días se aclaró ese tema. La reportera insiste: “Se lo menciono porque ha generado confusión también esta situación, ¿por qué no se ha corregido?”. El funcionario admitió su confusión y dijo que haría intervenir a la Unidad de Inteligencia Epidemiológica para revisar los datos. La reportera pregunta, acerca del procurador federal del Consumidor, con Covid: “Entre el nivel de quienes toman las decisiones, ¿en qué punto se rompería, en todo caso, la cadena de contactos y posibles contagios? ¿Cómo están analizando este hecho?” Obvio, López-Gatell no entendió la pregunta (nosotros tampoco). La periodista indaga sobre analizar la cadena de contactos del funcionario infectado. López-Gatell hubo de echar mano a todo el rollo ténico acerca del virus, su protocolo y su seguimiento; todo un rollo, ampliamente explicado. Pero finalmente, la reportera Escobar clarifica su pregunta: “¿Tienen el número de contactos que tuvo Ricardo Sheffield o eso no lo van a manejar?” El subsecretario de Salud respondió no tener esa información y aclaró que fueron muy poquitos: “Hemos aclarado repetidamente también que es importantísimo conservar el respeto a la confidencialidad de las personas”. (He aquí otro recordatorio al código de ética periodística, donde uno de los más preciados límites de la Cosa de Prensa es la vida personal)… La reportera cambió de dirección su batería de ataque y preguntó al Presidente sobre los señalamientos al hijo de Bartlett con el sobreprecio de ventiladores. Ahí, ni cómo defenderlo, pero el Presidente agarró el toro por los cuernos: “Esta es una información que dio a conocer la Asociación Mexicanos a favor de la Corrupción ¿no?, la de Claudio X. González, una persona muy honesta”… (Para dimensionar cuál es el peso público de Claudio X. González hijo, hay que citar que después de Juan Sánchez Navarro, ideólogo de los empresarios más ricos del país, su sucesor fue Claudio Xavier González Laporte (86), padre de Claudio Xavier González Guajardo, presidente de Mexicanos Primero. Es, y quizá ya tenga sucesor dada su avanzada edad, el jefe del conservadurismo mexicano, estrechamente vinculado al Grupo Monterrey… López Obrador dijo: “Miren, desde el inicio del gobierno dije que no iba yo a tolerar ningún acto de corrupción, ni siquiera de mi familia, que sólo me hacía cargo de mi hijo Jesús Ernesto porque es menor de edad; de modo que quien sea acusado de actos de corrupción, de cualquier ilegalidad tiene que ser investigado, sancionado y no debe de permitirse la impunidad”. El Presidente respondió a la reportera Dalila Escobar: “No somos iguales a los gobiernos de antes, a veces calienta, porque nos confunden. Por ejemplo, el Reforma y otros medios que nunca denunciaron el saqueo que se llevó a cabo durante el gobierno de Salinas, ahora son paladines de la decencia y la honestidad. No somos iguales. Nosotros llegamos aquí para limpiar de corrupción al gobierno, para desterrar la corrupción. En este caso, la Secretaría de la Función Pública tiene que hacer su trabajo, tiene que hacer la investigación, y si resulta responsable esta persona (Bartlett junior) tiene que ser sancionado, igual el funcionario que entregó este contrato”… Es muy difícil que hoy en día, algún periodista le gane a grillar a Andrés Manuel López Obrador. Rápido le cae el 20 y más pronto responde: “Pero lo que quiero destacar, lo que está en el fondo, es ese afán de querer debilitar a nuestro gobierno. Les molesta mucho la transformación, ellos quisieran que continuara el mismo régimen de corrupción, de injusticia, de privilegios, eso es el fondo de todo. Estamos ante la disyuntiva y sí, considero que no hay medias tintas, es corrupción o transformación. Y este momento, este tiempo está ayudando también a la definición, a que cada quien ocupe su sitio, y están mostrando el cobre, dan pena ajena, haciendo hasta el ridículo. Es una tras otra, y es de la mayoría de los medios de información los que actuaban como alcahuetes de los grupos de intereses creados, los que se dedicaban a quemar incienso a los gobernantes, ahora se convirtieron de la noche a la mañana en críticos severos de nuestro gobierno. Afortunadamente no tienen ningún efecto sus calumnias, sus falsedades, toda esta industria tan lucrativa del manejo de las redes sociales con bots, con robots”… Lapidario, directo, enérgico, el Presidente enfatiza: “Hay una gran diferencia entre la honorabilidad del doctor López-Gatell y los que manejan El Reforma”. Y agrega: “Pero no es nuevo, o sea, ellos surgen, El Reforma, ese periódico, se inicia, comienza en México -y no hay casualidades- en el sexenio de Salinas. Es como la fundación del PAN, que se da en 1939, un año después de la expropiación petrolera, cuando gobernaba el general Cárdenas, un presidente patriota. ¿Por qué surge ese partido?Para oponerse a la política popular y patriótica del general Cárdenas. Entonces, todo tiene su explicación”. Y fue más allá, de plano, López Obrador desnuda a ese periódico: “”Es nada más aclarar, informar, dar elementos para que nadie sea sorprendido. Los patrocinadores del Reforma (ya lo ha dicho COSA DE PRENSA) pues eran los dueños del país, se sentían los todopoderosos, eran los que hacían los grandes negocios al amparo del poder público, eran los que no pagaban impuestos y ahora están molestos, están inconformes y no se detienen ni siquiera ante la tragedia, porque son tiempos en que deberíamos de estar pensando en cómo ayudar para curar los enfermos, para salvar vidas, pero no, ellos andan en otra idea”.
LA COSA ES QUE…
Es como temporada de zopilotes”, diría el Presidente, pero sin lamentarlo; qué tal.