- Resquebrajar la unidad nacional
- Quieren separar algunos estados
- Despiertan 180 años de historia
Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., jueves 16 abril 2020.- Si en 1990 yo le hubiera llegado a mi subdirector, don Luis Sevillano Uguet (+), en El Universal, con el cuento de que, “entre broma y broma y una que otra fake news”, me dicen que usuarios de las redes sociales hablan de que algunas entidades quieren separarse de México y formar la nueva República Nortexit”, con toda certeza me habría refunfuñado: “En El Universal publicamos hechos, no campañas y mucho menos rumores”. Y si acaso se me hubiera ocurrido pasar la nota de díceres sin consultársela, fácilmente me hubiera corrido; o por lo menos me suspende, como aquella ocasión en que Porfirio Muñoz Ledo me exigiera que escribiera tal o cual cosa y que mi jefe de Información, Herminio Rebollo Pinal, me ordenara no hacerle caso, y de todas maneras, al día siguiente don Luis me sancionaría porque el camaleónico político le habría telefoneado quejándose de mi “indisciplina”. La inquebrantable unidad nacional, era para el periodismo de aquella época, uno de sus más preciados valores, y vulnerarla, o ponerla al menos en discusión, era, es y siempre será, vergonzante. Lo que quiero decir con estos apuntes de reportero es que los tiempos han cambiado, algunas redacciones como la de El Gran Diario de México, han relajado el escrúpulo y el rigor, y en cualesquiera de sus espacios pueden leerse hoy verdaderas barrabasadas que jamás hubieran admitido ni Ariel Ramos, ni Jorge Villa Alcalá, ni Pedro Álvarez del Villar, ni Emilio Viale y, por supuesto, ni Mario Campa Landeros o Memo Valencia, tanto en notas como en columnas, como ahora se hace en la columna Bajo Reserva, presuntamente elaborada por periodistas de ese diario. Así lo publicaron este martes pasado: “Entre broma y broma y una que otra fake news, nos hacen notar que usuarios de las redes sociales hablan que las entidades de Jalisco (Movimiento Ciudadano), Chihuahua (PAN), Baja California Sur (PAN), Durango (PAN), Nuevo León (independiente) Guanajuato (PAN), Tamaulipas (PAN), Aguascalientes (PAN) y Querétaro (PAN), “podrían formar parte de otra República, que podría llamarse ‘Nortexit’. Otros de plano ponen en la mesa la posibilidad de que dichas entidades se pudieran adherir a Estados Unidos y así dejarle el centro y sur del país a las entidades aliadas al presidente Andrés Manuel López Obrador”… Es de decir, de golpe y porrazo, el periódico del coahuilense Juan Francisco Ealy Ortiz, nos regresó 180 años atrás, “cuando “Su Alteza Serenísima” era el general de moda y su especialidad era provocar revueltas para luego combatirlas, en aquellas entidades que se querían independizar, como Yucatán y su península con Quintana Roo, y también Campeche y Tabasco, porque no estaban de acuerdo con lo mismo que hoy los citados estados: la política centralista. Pero en aquella época ese centralismo impedía a los estados elegir a sus gobernantes y querían soberanía, es decir, que el centro no se metiera en sus cacicazgos regionales, como el de la Casta Divina que luego se desplomaría bajo la espada de Antonio López de Santa Anna. En 1840 el capitán Santiago Iman declaró independiente de México a la Península de Yucatán y estableció su capital en Valladolid. Santa Anna ordenó un bloqueo marítimo, detalla México Desconocido, y relata cómo los cuatro mil soldados centralistas fueron fieramente repelidos por los 11 mil mayas, hasta que 1843 terminaron rindiéndose ante el hambre que los consumía… Un reportaje de Vértigo Político da cuenta el 21 de octubre de 2013, cómo “las redes sociales” de Baja California y Chihuahua pedían independizarse de la Federación, debido a las propuestas de reforma hacendaria para homologar el IVA al 16% en la frontera. Eso llevó a la publicación a recordar cómo Antonio López de Santa Anna generó revueltas separatistas, además de Yucatán, en Zacatecas, Tamaulipas, Nuevo León y Texas, perdida esta última en 1835. Sin duda, se trata de la escisión territorial más dolorosa que México no ha olvidado. Dijo la citada fuente: “Tras elaborar y firmar su propia Declaración de Independencia y Constitución, basadas en las de Estados Unidos, formaron la República de Texas y eligieron un presidente interino: David G. Burnet. Santa Anna encontró aquí su Waterloo porque fue capturado en la batalla de San Jacinto y obligado a firmar la derrota y ceder Texas, que por cierto, nunca dejó de ser mexicanísimo.
LA COSA ES QUE…
Mañana complementamos este tema; qué tal.