COSA DE PRENSA

Desempleo alto en el estado de Coahuila

  • La crítica en la Era del Virus
  • Sin autocrítica no hay liberalismo
  • Desempleo por malos patrones

Javier Rodríguez Lozano

AGUASCALIENTES, Ags., martes 14 abril 2020.- En la Era del Virus el pensar profundo, inflexivo, es una acción automática en el adn humano, donde la cultura del esfuerzo personal para ser mejor recupera su imperio, como tantas otras veces en la historia de las peores crisis de la humanidad. Imaginamos a Paulo Coelho describiéndonos la lucha cotidiana entre los príncipes de la luz y de la oscuridad, ambos hijos del mismo Padre, una batalla tan vieja como la humanidad misma; siempre fue, siempre ha sido y siempre será, la lucha del bien contra el mal… Hoy queremos discernir acerca del papel de la crítica en el periodismo, aunque nada útil al crecimiento espiritual, como lo explica el filósofo brasileño que acabamos de citar, Coelho, cuando dice: “Si te preocupas demasiado por descubrir lo que hay de bueno o de malo en tu prójimo, te olvidarás de tu propia alma, te agotarás y serás derrotado por la energía que has gastado en juzgar a los demás”. La crítica, dice un proverbio árabe, es como la herida causada por una lanza que puede curar, “pero la causada por la lengua es incurable”… Esto es totalmente cierto, la crítica utilizada desde un punto de vista estrictamente personal, por supuesto que es mala y naturalmente que agota y absorbe la energía vital del alma, tan indispensable para estos días de muchos tipos de virulencia, que van desde los malos gobiernos del mundo hasta la inutilidad de los partidos políticos y las cofradías del capitalismo salvaje, con la insostenible pobreza y el apocalíptico cambio climático… Sin embargo, del mismo modo que no puede haber democracia sin libertad, tampoco puede existir el periodismo sin crítica, es su disciplina esencial, porque sin ella -sin la crítica- no habría periodismo, tampoco democracia y muchos menos libertad… Sin embargo, la crítica desde una óptica personal o de grupos de intereses creados, es lo que describía Henri Fréderic Amiel: “La crítica convertida en sistema (como ocurre ahora en la prensa tradicional mexicana) es la negación del conocimiento y de la verdadera estimación de las cosas” …También, las cosas de prensa, diríamos nosotros… En el pasado, los presidentes de México atendían a Miguel de Unamuno al decir: “Refinada soberbia es abstenerse de obrar por no exponernos a la crítica”. Y se cometían así pecados públicos de omisión, mientras sus cófrades realizaban bajo el agua los pecados públicos de comisión, calificados por el presidente Andrés Manuel López Obrador como corrupción e impunidad. Y él, el presidente, no va dejar que se pierda la oportunidad de llamarle a las cosas por su nombre. De Mao Tse Tung muy seguramente recogió esta frase: “La crítica debe hacerse a tiempo; no hay que dejarse llevar por la mala costumbre de criticar sólo después de consumados los hechos”… El objetivo de la crítica en el periodismo -decimos nosotros- es regalar al criticado un sentimiento de que ha recibido ayuda y no de lastimar, porque la crítica es la primera obligación del periodismo de primer nivel, como escribiera George Orwell: “Periodismo es publicar lo que alguien no quiere que publiques; todo lo demás son relaciones públicas”. Y aquí llegamos al final de nuestra reflexión cuarentenaria de hoy, con un pensamiento de nuestro poeta y escritor Octavio Paz Lozano: “La sociedad liberal se paralizará si deja de ser autocrítica”… ¿Quién está fallando en este campo de la autocrítica? Nada menos que los dueños del dinero en México, que le piden al Gobierno endeudamiento externo para que ellos puedan resarcirse de sus pérdidas ocasionadas por el virus. No solo carecen de autocrítica, sino que rechazan sistemáticamente todo lo que haga el poder público en su tarea de gobernar. Veamos un pequeño botón de muestra, que encuera esa hipocresía que tanto le ha achacado el Presidente: La secretaria de Trabajo y Previsión Social, María Luisa Alcalde Luján, mostró la semana pasada en la mañanera, las estadísticas acerca del desempleo que han generado muchas de las más grandes empresas del país: “A partir del primer caso detectado del Covid del 29 de febrero, a cómo había sido el comportamiento según los datos del Instituto Mexicano del Seguro Social. Es a partir del 13 de marzo que empezamos a ubicar una caída en el empleo formal, identificando que del 13 de marzo al 31 de marzo se perdieron 198 mil empleos y 148 mil 845 en lo que va del 1º de abril al día 6, que es hasta el corte que tenemos al día de hoy, es decir, entre el 13 de marzo y el 6 de abril se han perdido 346 mil 878 puestos de trabajo”. Y las principales entidades federativas desempleadoras han sido Quintana Roo, gobernada por el PAN; la Ciudad de México, por Morena; Nuevo León, por un independiente; Jalisco, por Movimiento Ciudadano); Estado de México, por el PRI; y Tamaulipas, por el PAN. Registran el 56% del total de las trabajadores despedidos. Mostró otra gráfica que muestra cómo las microempresas de uno a cinco trabajadores han sido más solidarias y cómo, las de seis a 50 empleados han dado de baja a una parte muy mínima, y las grandes empresas han corrido a más gente.

LA COSA ES QUE…

Las empresas con más de mil trabajadores representan el 25%; de 500 a mil trabajadores, 19%; de 251 a 500 trabajadores, 22%; y de 51 a 250, 34%. “Aquí se puede mostrar –remachó la funcionaria- cómo de un momento a otro una empresa da de baja a 669 trabajadores y se queda con cero o a 597 trabajadores y se queda con cero, y así podemos identificar y hemos venido dando seguimiento puntual a todas estas empresas que tienen este comportamiento, obviamente atípico, de dar de baja a sus trabajadores, la plantilla completa”; qué tal.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *