- Yerros del noble quehacer político
- Siempre “hacer posible lo imposible”
- Ya se oyen los pasos al desafuero
Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., miércoles 11marzo 2020.- La ciencia política -lo saben quienes disfrutan la noble vocación de intentar siempre hacer posible lo imposible, que por cierto aquí en Aguascalientes, ni son muchas ni muchos, o casi nadie- es también un ejercicio de honestidad. Esta es la razón por la que la enorme mayoría de sus cófrades naufragan en el inconmensurable océano de los intereses encontrados, donde no siempre los de unos, coinciden con los de otros. El arte supremo de la política -como decía Sun Tzu- es que coincidan y armonicen en aras de un bien superior; de la felicidad del mayor número de personas, como reza el espíritu fundacional de la universidad. Por ejemplo, uno no se explica cómo Enrique Morán Faz, en tanto enlace de la Coparmex (brazo político del PAN desde una década antes que naciera en 1939, por eso hoy lo sorprenden con dólares para pagar manifestaciones feministas), que “pusiera de rodillas” a gallones de la talla de César Camacho Quiroz y Emilio Gamboa Patrón, en los dicotómicos años postreros de luz y oscuridad del PRI, al llegar a la Secretaría General de Gobierno del Estado de Aguascalientes, nomás no diera una, siendo que, por obviedad, siempre va a ser más fácil un nivel amateur que uno profesional. Es decir, nunca, un cacicazgo político regional le va a ganar al sistema político mexicano desde el Centro, como lo estamos viendo con el desafortunado tema de la salud, que pone en riesgo la vida de muchísima gente aguascalentense, por pura indolencia e ignorancia. Fueron muchos los asuntos relevantes en los que el antiguo cabildero coparmeco, Morán Faz, hiciera agua en Aguascalientes Por ejemplo, no pudo, porque no tuvo la sensibilidad ni la capacidad, para resolver un problema sencillo, como el de la relación de su jefe con un conductor radiofónico más que ridículo, que le hace un cotidiano daño y enorme al periodismo local, pero nadie se queja. Y eso sirve de botón de muestra para ejemplificar que tampoco pudo con otros conflictos que hoy en día, en nada favorecen a su jefe, quien en sus casi cuatro años de administración, no ha ganado una sola batalla intrínsecamente política… Otro ejemplo, en su ingenua desesperación por descarrilar a la única figura que desde hace tres años opera como cogobernadora de Aguascalientes -la alcaldesa Tere Jiménez Esquivel, de inusitado e indiscutible liderazgo- se le ocurrió la peregrina idea de perseguir a regidoras y regidores del Cabildo aguascalentense, nomás para pegarle a la Presidenta Municipal; qué estupidez. Dícese, y la experiencia lo confirma, que “lo que no te mata te fortalece”. Por órdenes de su jefe, Enrique Morán lanzó una ofensiva política contra la alcaldesa Tere Jiménez, a través de acusar a dos de sus regidoras -Hazel Montejano y Karla Casio- de malos manejos. A ambas se les señala de haberse embolsado parte del sueldo de algunos trabajadores. Se les reclama, por ejemplo en el caso de Casio, la devolución de más de un millón de pesos, cuando que lo que ella había hecho fue recibir órdenes del otro regidor independiente -éste sí, un verdadero pillo- Mauricio González, para firmar la nómina y pagar los sueldos de su personal. Pero quien administraba todos los recursos eran Mauricio y Karina Banda Iglesias, hoy diputada por el Partido Encuentro Social, donde la puso el propio regidor independiente González, en pago a sus servicios de “rasurar” la nómina de Karla Casio… Este tema, de pasadita, desnuda la pobre actuación de la Fiscalía General del Estado, al servicio del poder político e indiferente a la seguridad aguascalentense, cada vez más frágil. En otras palabras, tanto Hazel Montejano como Karla Casio, tenían que pagar las nóminas de trabajadores que ellas nunca requirieron, sino que les imponían con trabajadores que eran operadores electorales panistas, seccionales y de colonias, y que con ponerlos en la nómina para cobrar sin trabajar, se les pagaban sus servicios de las campañas electorales. Algo usual, de “usos y costumbre políticamente aceptados”, por supuesto, pero deshonesto.
LA COSA ES QUE…
Ya estaba listo el Ministerio Público para ir sobre otros dos regidores más, por los mismos motivos, Mauricio González y Rubén Camarillo Rodríguez, hijo de quien ya saben quién, que por cierto, es un “hueso duro de roer”, si no que le pregunten a Luis Armando Reynoso Femat. Prefirieron mejor cambiar de Secretario General de Gobierno y llegó alguien, una abogada defensora, en sustitución, para blindar un desafuero que estará de moda dentro de las próximas cuatro sesiones del pleno del Congreso del Estado. ¿Será por eso que se vio en el presídium presidencial de Calvillo a Juan Antonio Martín del Campo, otra fichita negra del panismo, como presunto “sustituto”? Pobre Aguascalientes; qué tal.