- Pasta de Conchos, justicia histórica
- La más grande jamás “expropiada”
- No pudo LEA con Juan Sánchez Navarro
Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., viernes 21 febrero 2020.- Entre los muchos días vacíos de la existencia, hay uno que otro verdaderamente mágicos. En el día de ayer se juntaron ceros y doses, como en mi acta de nacimiento, y esquivamos el infarto al menos un par de veces; qué bien. Gracias Dios… Esto, (es personal y por ello ofrezco disculpas, pero es parte del contexto), ocurrió justamente al día siguiente en que se produjo la noticia más importante en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, pero no se notó mucho en la prensa nacional, quizás por ser mucho más impactante que la expropiación del presidente Benito Juárez al latifundio más grande de América Latina, el de la familia Sánchez Navarro desde 1765, cuyo blasón también forma parte de los consejos mineros hoy afectados, cuando el Gobierno Federal solicita y obtiene de Jorge Larrea, del Grupo México, la devolución de la concesión minera más grande de México, la de Pasta de Conchos, en Sabinas, Coahuila, donde al 19 de febrero de 2006 estallara la mina y sepultara a 63 de 65 mineros… Si se revisa con emotiva frialdad de la historia y la honestidad necesaria, se verá que después de casi ocho décadas de la Revolución Mexicana, no había ocurrido un suceso de esta envergadura, primer zarpazo real de la 4T… Para darnos una idea de lo que esto significa observemos que desde el 6 de mayo de 1992 se reformó la Ley Minera para que Carlos Salinas de Gortari pudiera entregar al sector privado lo que hoy suma 25 millones 386 mil 611 hectáreas, el 13% del territorio nacional, en concesiones hasta por 50 años, para la extracción mineral libre de impuestos… El impresionante comparativo lo vemos con Charles H. Harris III, en su investigación Cómo hizo y perdió la familia Sánchez Navarro el latifundio más grande de América Latina, ahí mismo, en el Coahuila de Pasta de Conchos y de “Los rostros del carbón”, exposición fotográfica de mi primo Manuel Rodríguez Muro, discípulo de Pedro Valtierra. Benito Juárez expropió a la familia Sánchez Navarro siete millones 347 mil 450 hectáreas, “equivalentes a unos 66,766 kilómetros cuadrados… Abarcaba prácticamente la mitad de Coahuila y porciones de Nuevo León, Zacatecas y Durango”… Un día después de que el Presidente cenara en Palacio Nacional con las mujeres y los hombres más ricos de México, el Grupo México emitiría un comunicado de prensa en que el anunciaba que entregaría al Gobierno Federal la concesión donde se ubica la mina Pasta de Conchos, “para facilitar una nueva búsqueda de los restos de 63 de los 65 mineros fallecidos hasta 14 años”… Esta historia de corrupción e impunidad nació con la tristemente célebre “Caída del Sistema” de 1988, cuando Salinas inició la privatización minera, al “desincorporar” las primeras 6.6 millones de hectáreas de reservas mineras nacionales. El 14 noviembre 2011, Roberto González Amador escribe en La Jornada que, “en los ocho años siguientes se puso a disposición de empresarios mineros nacionales 98% de las reservas federales de zonas mineras”. Por ejemplo, los especialistas documentan la privatización de Minera de Cananea a favor de grupo Industrial Minera México, hoy Grupo Minero México, de Germán Larrea Mota Velasco. En la licitación en que participaría ofrecería 475 millones de dólares, la mitad de lo que ofreciera Protexa, de Humberto Lobos Morales. Su valor, para Nacional Financiera, era de dos mil millones de dólares. En ese marco, dice González Amador, en 2010 el valor de la producción minero-metalúrgica del país alcanzó un monto histórico, de 15 mil 474 millones de dólares (51% más que en 2009) entre los grupos asociados a la Camimex”. Aquella cifra superaba los ingresos del turismo, que en el citado año ascenderían a 11 mil 875 millones de dólares. En total, las divisas generadas por la industria sumaron 15 mil 474 millones de dólares, 51 por ciento más que en 2009. En contraparte, las mineras que extraen oro solo cubren un derecho que va de los cinco a los 111 pesos por hectárea concesionada… Benito Juárez expropió a la familia Sánchez Navarro por pedirle a Maximiliano que viniera a gobernarnos. Andrés Manuel López Obrador “expropió” a Jorge Larrea, por la explotación inhumana que hace en contra de los trabajadores más pobres de México. Seguiremos con el tema.
LA COSA ES QUE…
El tesoro de Charles H. Harris III contiene una perla valiosa: “El empresario Juan Sánchez Navarro, vicepresidente del Grupo Modelo, comenta: ‘Yo ahora tengo un rancho de 100 hectáreas, y me quisieron invadir muchas veces las gentes de Luis Echeverría, diciendo que era un latifundista. No pudo conmigo, no me dejé”; qué tal.
