El escritorio renacentista del despacho presidencial de Palacio Nacional no conocerá esa escritura, la de la historia del México contemporáneo porque, según Emiliano Zapata, “está embrujado” y López Obrador compró la idea, por eso pidió una limpia azteca el día de su toma de posesión, que incluyó también a La Silla del Águila
- Fin de la Presidencia Imperial
- AMLO, gobernanza mañanera
- Apasionada entrega, graciosa huida
Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., miércoles 22 enero 2020.- El personal estilo de gobernar de Andrés Manuel López Obrador pone fin a la Presidencia Imperial. Y, porque la silla y el escritorio de su despacho en Palacio Nacional “estaban embrujados”, (igual que Los Pinos), es que el Presidente de la 4T no despachará los asuntos del mayor interés nacional desde su oficina, sino desde el Salón de la Tesorería, la mayor parte del tiempo, en “las mañaneras”. Ayer, al responder a una pregunta incómoda de un reportero, así lo dio a conocer a la nación: “Nos vamos a encontrar aquí durante mucho tiempo, casi cinco años, y todos los martes vamos a hablar de este tema (salud). Este es el mejor control, se los puedo garantizar, porque la gente nos está escuchando, nos está viendo”… Nunca, nunca, a ningún presidente se le había ocurrido gobernar desde una conferencia de prensa sexenal. Ese bello escritorio de estilo renacentista italiano y francés, con el óleo de Guadalupe Victoria en el muro derecho como único cuadro en la oficina presidencial, no sabrán de las decisiones históricas, como otros muebles históricos similares, por ejemplo, el escritorio de la Oficina Oval de la Casa Blanca, donde presidentes estadunidenses tomaran las decisiones más escalofriantes que el mundo pudiera imaginar. El nombre de esa mesa es “Resolute”, conmemorativo al barco HMS Resolute del que salió la madera para fabricarlo en 1879, restaurado en 1961 por órdenes de Jackie Kennedy. En el tablero del Tío Sam cambió constantemente la historia de la humanidad… El escritorio renacentista del despacho presidencial de Palacio Nacional no conocerá esa escritura, la de la historia del México contemporáneo porque, según Emiliano Zapata, “está embrujado” y López Obrador compró la idea, por eso pidió una limpia azteca el día de su toma de posesión, que incluyó también a La Silla del Águila… Mientras se queda quieto el crujiente de noche escritorio de Benito Juárez, Maximiliano y Porfirio Díaz, entre otros presidentes, del despacho presidencial, en ese Palacio alguna vez ocupado por Moctezuma Xocoyotzin, Hernán Cortés y los virreyes, desde Antonio de Mendoza hasta Pedro Novella, el centro de la historia de México y la 4T se traslada a las conferencias de prensa conocidas ya como “las mañaneras”… En espléndida participación, un reportero puso a pensar al Presidente ayer. Le preguntó acerca del desfase de precios de medicamentos en los estados y la herramienta con que el Gobierno lo enfrentaría: “¿O habrá mayor control?, ¿o se les dejará igual la plena libertad para que sigan cometiendo estas tropelías?” Fue entonces cuando el Ejecutivo anunció: “Nos vamos a encontrar aquí durante mucho tiempo, casi cinco años…” Reconoció que había políticos metidos en ese negocio: “Y es cierto lo que tú planteas de los costos. Nos informaron de lo del dengue, a ver si no les explicas sobre esto, pero todo esto se va a terminar. Porque primero aquí todas las denuncias, investigar; la Secretaría de la Función Pública, si se necesita, la fiscalía, si se justifica; la Cámara de Diputados, la revisión de cuentas.
O sea, ¿cómo es posible que un servicio de hemodiálisis varíe en precio?, que además es una gran necesidad que se tiene, da tristeza lo de la falta de atención a enfermos que requieren este tratamiento y que tenemos que resolverlo para que no tengan que ir tan lejos al servicio, esperar tanto tiempo. Todo esto se tiene que atender”. Reforzó el funcionario Hugo López-Gatell Ramírez: “Efectivamente es cierto, en los estados los insumos para la salud se compran a precios completamente diferentes, en algunos casos relacionados con el precio real que tienen las cosas y en muchos precios inflados, cinco, ocho, 10, 15 veces”… Pero la pregunta demoledora vendría luego, sería ésta: “Y yo le pregunto: ¿Qué va a pasar con grupo Fármacos Especializados, Farmacéuticos Maypo, Distribuidora Internacional de Medicamentos y Equipos Médicos; y PISA? ¿Las cuatro organizaciones en las que están involucrados los Manlios, los Lomelí, los Gamboa, los Madrazo?” El Presidente López Obrador respondió: “Vamos a ver cómo terminó la revisión que se hizo sobre la forma en que operaban estas grandes distribuidoras, que eran las que vendían el mayor volumen de medicamentos al gobierno. Lo estaba atendiendo la Función Pública. Cuando tengamos la información, se explica en qué va esta investigación. Esto es lo que puedo comentar”.
LA COSA ES QUE…
No pasa desapercibido al reportero de colmillo retorcido, como nuestro amigo Carlos Pozos, mejor conocido como Lord Molécula, hábil en la coyuntura, salió al quite; levantó la mano para preguntar, al tiempo que el Presidente lo señalaba con el dedo: “¿Tú decías una denuncia, comentabas? “La graciosa huida, después de la apasionada entrega”; qué tal.
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