Verónica Hernández Guadians es nombrada por el Congreso de Veracruz fiscal general del Estado, en sustitución de Jorge Winckler Ortiz, luego que el Presidente López Obrador reconociera que Cuitláhuac García “es mal gobernante, pero un hombre de lealtades”.
- Elogió al “hombre de lealtades”
- Guillotinan al fiscal veracruzano
- Jaloneos y puñetazos, la bronca
Javier Rodríguez Lozano
CIUDAD DE MÉXICO, miércoles 4 septiembre 2019.-El presidente Andrés Manuel López Obrador había dicho que él no interviene en la decisiones de su partido Morena, tampoco en la soberanía de los estados y la autonomía de los demás Poderes de la Unión, y de algún modo se le cree porque no metió las manos en la elección de la mesa directiva del Senado, operada por Ricardo Monreal, como parte del tejido de su red de lealtades con miras al 2024, en cuya tarea ya lleva ventajas principalmente en las ocho entidades que visitó como coordinador de la segunda circunscripción de la campaña presidencial, entre ellos su tierra Zacatecas y su patio trasero Aguascalientes. Vimos cómo se pasó por el arco del triunfo la anulación de la elección de Mónica Fernández por parte de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, que había ordenado la reposición del proceso, dado que era exclusivamente para senadores morenistas y se invitó indebidamente a los de Encuentro Social. Aún así, los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, temerosos de que les baje el sueldo, fallaron en su favor el juicio ciudadano que promovió el zacatecano para que su candidata tomara posesión. Ni el Presidente, que también hace mutis en el caso de la tabasqueña Ley Garrote que penaliza las manifestaciones callejeras, que son el pan de cada día en capital del país, ni en la ampliación del mandato a cinco años que aprobó el Congreso de Baja California para beneficiar al gobernador entrante y conocido el proceso como Ley Bonilla. En resumen, el Presidente no metió las manos en los citados casos, sin embargo, ¿qué lectura se le podría dar a su expresión sobre el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, de quien acaba de reconocer que es un mal gobernante, pero enfatizó que es un hombre de lealtades, algo que no podrá decir nunca de Ricardo Monreal. Apenas unas horas después de emitida esa frase presidencial, el Congreso de Veracruz se puso las pilas y guillotinó a su fiscal general del estado, Jorge Winckler Ortiz, quien se pasara de listo guardándose información de la masacre de 30 personas en Coatzacoalcos, la madrugada del 28 de agosto, cuando un comando homicida atacara el bar Caballo Blanco, con bombas molotov, balazos e incendio. La indignación nacional estalló cuando el Presidente fue informado que uno de los presuntos autores materiales, Ricardo N. “La Loca”, había sido detenido en dos ocasiones y liberado en menos de 48 horas. Luego se sabría que la Fiscalía General del Estado pondría al detenido a disposición de la Fiscalía General de la República y que había sido el Ministerio Público Federal quien liberara al peligroso delincuente, quien, por otro lado, se apresuró a difundir un video en el que deslindaba de la matanza… La indignación presidencial, lo mismo que su elogio a un “hombre de lealtades”, aunque mal gobernador, Cuitláhuac García, fueron percibidos por el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Veracruz, Juan Javier Gómez Cazarín, y en la sesión de este martes desechó la agenda para irse directamente a la guillotina, es decir, a la “suspensión temporal” de Winckler y su reemplazo inmediato por la directora jurídica del gobierno del estado, Verónica Hernández Giadans, cuyo jefe era Eric Cisneros Burgos, acérrimo rival del defenestrado fiscal. Naturalmente que la causa de su remoción no podría ser argumentada por la frase presidencial, sin que se halló incumplimiento en el requisito constitucional de estar certificado y registrado en el sistema como alto mando en la procuración de justicia veracruzana, algo así como un control de confianza que Winckler no había cumplido. El argumento del diputado Gómez Cazarín fue contundente: “Los exámenes de control y confianza son los únicos instrumentos idóneos para acreditar que, quien está al mando de una institución de procuración de justicia, posee al menos, ciertas cualidades indispensables para el ejercicio de las actividades dentro del servicio público”.
LA COSA ES QUE…
Pero eso no fue todo, en la votación los diputados de Morena echaron montón y los panistas indignados se fueron a los jaloneos y los descontones entre Rodrigo Guzmán Avilés, Omar Guillermo Miranda Romero y Emmanuel Vargas Barrientos. De inmediato tomaron la protesta a Verónica Hernández Guadianas y elementos de la Secretaría de Seguridad Pública se aseguraron de que Winckler no regresara a sus oficinas; qué tal.