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- Las travesuras de Orugario
- Pandemia del desencanto
- Cosas de ángeles/demonios
Javier Rodríguez Lozano
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CIUDAD DE MÉXICO, viernes 2 agosto 2019.- A Usted no le ha pasado y qué bueno, pero a la mayoría de las personas sí, al menos en México, según el INEGI, al relatar con números una especie de pandemia matrimonial del desencanto. Y nosotros identificamos aquí -sin usar la lupa de Sherlock Holmes, sino solo el sentido común-, la pezuña de Orugario, aquel demonio de Cartas del diablo a su sobrino, de C.S. Lewis, que recibe la orden de Escrutopo, de sembrar en su sobrino la semilla que engendrará 10 años después, el odio doméstico: “Aprovéchate de la ambigüedad de la palabra Amor, déjales pensar que han resuelto mediante el amor problemas que de hecho solo han apartado o pospuesto bajo la influencia de este encantamiento. Mientras dura, tienes la oportunidad de fomentar en secreto los problemas y hacerlos crónicos” … Antes de entrar a las travesuras de Orugario, veamos el otro contexto, digamos que más o menos “etimológico”, es decir, la raíz de las cosas, que plantea el biólogo chileno del amor y la educación, Humberto Maturana R. (1928), en su Biología del fenómeno social, al ponderar que: “Todo sistema social humano se funda en el amor, en cualquiera de sus formas, que une a sus miembros y el amor es la apertura de un espacio de existencia para el otro como ser humano junto a uno. Si no hay amor no hay, socialización genuina y los seres humanos se separan. Una sociedad en la que se acaba el amor entre sus miembros se desintegra” … Qué trabajo nos costó entender a aquel subjefe de Información en el periódico La Prensa, Jorge Ramos (+) que decía que “el mejor reportero es el soltero”. ¿Qué tan amoroso es México? ¿Dónde quedan aquellas tradiciones más viejas que el vino, que datan del año 270, que surgieran cuando el emperador romano Claudio II prohibiera los matrimonios jóvenes, por considerar que eran los mejores soldados del imperio? Idea en la que el sacerdote Valentín no estuvo de acuerdo y realizaba casamientos precoces en secreto. La guardia pretoriana aprendió al cura rebelde y un 14 de febrero sería decapitado, dando origen al Día del Amor y la Amistad … Sin embargo, Orugario, que trabaja desde el amanecer de los tiempos, he enrarecido ese encantamiento. El INEGI dice que, en 2018, de la población de 15 y más años: 58% se encuentra unida, 32% es soltera y 11% es separada, divorciada o viuda, según las cifras de su Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, ENOE, mientras que la proporción de hombres de 15 y más años de edad unidos es de 60% y la de mujeres unidas, del mismo grupo de edades es de 56%. De acuerdo con los registros administrativos, ese Instituto confirma la tendencia en la disminución de los matrimonios en México, ya que de 2016 a 2017 el indicador descendió 2.8% y si eso fuera poco, los divorcios se incrementaron 5.6% en el mismo periodo. Subraya la estadística que esa estructura cambia radicalmente dependiendo de la edad de la población. “Por ejemplo, si se analiza sólo al grupo de 15 a 29 años las proporciones son distintas, pues las personas solteras representan 67.8%. En el grupo de 30 a 59 años las mujeres unidas (casadas y en unión libre) presentan el mayor porcentaje (71.0); sin embargo, es menor respecto a los varones (78.8), en casi ocho puntos porcentuales. Esto indica que es también significativa la proporción de las personas de 60 y más años que se encuentran separadas, divorciadas o viudas, ya que en las mujeres el porcentaje es 41.8 y en los hombres 18.2” …
LA COSA ES QUE…
Ese ángel y ese demonio que todos llevamos dentro, en 2014 hicieron 577 mil 713 matrimonios, en 2013 fueron 583 mil 264 y en 2012 subieron a 585 mil 434. Y al 2013 hubo 108 mil 727 divorcios, en 2012 contabilizaron 99 mil 509 y en 2011 la cifra se ubicó en 91 mil 285. Es decir, en 1980 por cada 100 matrimonios había cuatro divorcios; en 1990 y 2000 esta cifra se elevó a poco más de siete divorcios, para 2010 el número de divorcios por cada 100 matrimonios fue de 15 y al 2013 se registraron casi 19 divorcios por cada 100 matrimonios; qué tal.