Gabriel Amorth, el verdugo del demonio…
- “Bronca del diablo con México”
- Un tema para pasar de largo
- Solo el corazón ve lo esencial
Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., lunes 8 julio 2019.- A Gabriel Amorth, fallecido en 2016 y fundador de la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE) en 1990, recientemente reconocida por la Congregación para el Clero del Vaticano, le sucede en el liderazgo mundial del exorcismo el español José Antonio Fortea, quien participara en el macro exorcismo a México, primero en la historia de la Iglesia Católica después del de San Francisco de Asís a la exacerbada violencia en Arezzo (San Luis, Francia) en el Siglo XII. Aun entre las sociedades altamente civilizadas cuesta trabajo hablar del mal que, sin embargo, es real. La prensa romana lo entrevistó buscando desacreditar aquel macro exorcismo a México en 2015 y aun el exorcismo que en 2013 practicara el Papa Francisco al michoacano Ángel, poseído desde 1999 pero reconocido como punto de partida de la violencia desde 2007. La semana pasada COSA DE PRENSA.NET se dedicó a estos relatos que denominamos “La bronca del diablo con México”, invariablemente ignorados, pero no por ello inexistentes… Ante el mal siempre han surgido corrientes que lo denuncian y buscan el bien. Por ejemplo, hace muchos años que un piloto aviador escribió un pequeño libro que ha servido de guía el bien universal del que hablamos. Joel Hernández Santiago, autor de la columna Hojas de Papel Volando, en Excélsior, habló este domingo de él. Escribió en su lead: “A las 8.45 de la mañana del 31 de julio de 1944, Antoine de Saint Exupéry abordó como piloto el avión… Eran los días finales de la Segunda Guerra Mundial y él, como parte del Ejército francés habría de hacer un reconocimiento aéreo para preparar un desembarco en Provenza… A las 13 horas los radares del aeropuerto dejaron de percibir el avión. A las 14.30 se dio por desaparecido en el mar Mediterráneo”. Se trata, decimos nosotros, del autor de El Principito, una novela breve que muchos leímos en nuestra niñez, que nos enseña en muy poquitas palabras una de las principales reglas de la vida. Dice: “Solo el corazón ve, lo esencial es invisible a los ojos”. Por eso hay quienes ven mejor de esa manera, que de la común y ordinaria, que generalmente lleva al error, inconsciente y no… Por ejemplo, volvemos al padre Fortea, quien en su explicación sobre el macro exorcismo a México, dijo con todas sus letras: “En México hay problemas cuya raíz es de orden moral. Sin duda el demonio está en medio, porque él es el Tentador, y está en medio de las tentaciones que ocurren en todo un país. Pero no todas las tentaciones proceden del demonio, ni mucho menos. Probablemente sólo una pequeña parte de las tentaciones tienen un origen demoniaco”… Repasemos nuestro tema, dirigido esencialmente a las y los jóvenes, que todavía pueden ver mejor con el corazón, y que están en la afanosa búsqueda de respuestas comprobables, antes de que suicidas espectros se las cambien, aquí, donde abundan las puertas falsas: El martes 2 hablamos del inicio de nuestro tema, “por qué el diablo tiene bronca con México”, según el Papa Francisco, quien ha sido invitado por el presidente Andrés Manuel López Obrador a visitar nuestro país y reunirse con las víctimas de violencia… El miércoles detallamos cómo el Papa Francisco exorcizó en mayo de 2013 al michoacano Ángel -que llevara al Vaticano el padre Juan Rivas, instruido por el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, desesperanzado por el fracaso de una treintena de exorcismos previos… El jueves dijimos que, en realidad, la “bronca” del diablo con México viene desde mucho antes, ni siquiera desde La Cristiada, que abriera una herida muy grande entre las y los mexicanos en los años 30s, y tal vez tampoco desde la guerra de Reforma de 1857, cuando el Estado separa a la Iglesia, sino desde la Conquista en 1519… El viernes 5 julio nos referimos a las palabras exactas con que el Papa conoció de la posesión al michoacano Ángel.
LA COSA ES QUE…
¿Qué más dijo el demonólogo José Antonio Fortea sobre al macro exorcismo a México? ¿Qué nos espera? Mañana seguimos; qué tal.