COSA DE PRENSA

 Primer encuentro de presidentes de Estados Unidos y México en 1909 en El Paso y Ciudad Juárez.

  • “Nunca matamos tantos ‘monsieures”
  • Porfirio Díaz verdadero héroe de Puebla
  • Construyó lo que otros nos quitaron

 

Javier Rodríguez Lozano

 

AGUASCALIENTES, Ags., sábado 4 mayo 2019.- Cuentan que cuando los franceses al mando del general Laurencez se acercaban amenazadoramente a Puebla, el 5 de mayo de 1862, Porfirio Díaz, entonces un joven de 32 años de edad, gritó la voz de arranque a una batería de caballería que se desplazó a toda prisa cuesta abajo, levantando una polvareda como si se tratara de una gigantesca tormenta del desierto árabe. La expectación amedrentó a los soldados galos y retrocedieron, aunque lo cierto es que eran muy pocos jinetes que por órdenes del oaxaqueño que gobernaría a México por unas tres décadas más tarde, hasta 1909, habían atado ramas secas a las colas de los caballos y fue lo que levantó mucho polvo, pero nada más… Mañana domingo se conmemora un aniversario más de la Batalla de Puebla y es grato recordar un texto de www.unionpuebla.mx, que aborda otras de las anécdotas desconocidas del general Porfirio Díaz, a quien en este tercer milenio extrañamos mucho la proeza que hiciera al construir una gigantesca obra que ahora ya no existe, que ha sido desaparecida por los gobiernos neoliberales. Nos referimos al ferrocarril de pasajeros, a bordo del cual se construyó también nuestro país y todo lo que hay en él. Cuenta uniónpuebla.mx que hace casi 160 años, Puebla fue escenario de una de las batallas más importantes de la historia del Ejército Mexicano de Oriente, a las órdenes del general Ignacio Zaragoza. Pero no solo las tropas francesas habían desembarcado en Veracruz a fines de 1861, sino también las británicas y españolas. Sería conocida aquella anécdota militar como “La Guerra de los Pasteles”. Ingleses e ibéricos optaron por volver a sus países y se quedaron en México solamente las tropas galas, que creían que sus seis mil efectivos derrotarían fácilmente a los cuatro mil mexicanos, incluyendo los indígenas zacapoaxtlas y otros… El punto de este relato es que el general Porfirio Díaz dirigiría una carta a una hermana suya, en la que le relataba algunos pormenores. “El regimiento invasor, que era en ese momento uno de los mejores en el mundo por su entrenamiento y disciplina, y que había logrado conseguir en Europa grandes triunfos hasta llegar a ser considerado como invencible, fue rechazado en varias ocasiones al intentar tomar los fuertes. Los mexicanos, además de la artillería también se defendieron con herramientas caseras y de labranza, por la tarde una fuerte granizada (la caballería de Díaz) obligó a los franceses a retirarse del campo de batalla”, detalla el Centro de Estudios de Historia de México Carso –dice el citado portal- mientras que el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, asienta que “las fuerzas del general Porfirio Díaz y las caballerías del coronel Antonio Álvarez rechazaron a los franceses hasta la hacienda de San José, obligándolos a aceptar su derrota y retirarse rumbo a Orizaba”. Nos dice unionpuebla.mx que, después del triunfo de las fuerzas mexicanas, Porfirio Díaz, quien entonces tenía 32 años, escribió una carta a su hermana Nicolasa. La carta está fechada el 10 de mayo de 1862. En ella le decía Díaz: “Comenzamos el sainete a las once de la mañana y esto fue hacer carne hasta las 6 de la tarde que el enemigo comenzó a correr, hemos tenido pérdidas muy considerables, pero hemos matado muchos monsieures… En fin, yo nunca había tenido más gusto así día más grande y día memorable 5 de Mayo, día grande y de gloria… No hay soldados como los nuestros que no nos cuenten batallas de Magenta Solferino Austerlis y Crimea que todas estas cruces y laureles han venido a adornar el pie de la bandera mexicana…”

LA COSA ES QUE…

El 15 de septiembre de 1909, en El Paso, Texas y Ciudad Juárez, Chihuahua, se reunieron por vez primera dos presidentes de Estados Unidos y México, Porfirio Díaz y William Howard Taff, quien quería poner en base naval en Sonora. El oaxaqueño se opuso y eso le acarreó el fin de su mandato. Andrés Manuel López Obrador ni siquiera piensa reunirse con Donald Trump; qué tal.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *