COSA DE PRENSA

Ricardo Monreal Avila -quien acaba de frenar en el Senado la reforma educativa del presidente Andrés Manuel López Obrador- promueve a Arturo Avila (¿su primo?) como candidato a la alcaldía de Aguascalientes, donde nadie lo conoce, salvo Carlos Lozano de la Torre, quien también le paga facturas y quién sabe por qué. ¿Lo merece Aguascalientes, tan cerca de este zacatecano y tan lejos de Andrés Manuel López Obrador?

 

  •  ¿Quién es Monreal para gobernarnos?
  • Frenó reforma educativa del Presidente
  • Cerca de Monreal y tan lejos de AMLO

 

Javier Rodríguez Lozano

 

AGUASCALIENTES, Ags., jueves 2 mayo 2019.- Aquí es muy claro el proceso electoral para elegir alcaldes en los 11 municipios del estado y, naturalmente, la y el votante se hacen una y muchas preguntas con respecto de los perfiles de las y los candidatos. Desde luego, asumimos que el pueblo es sabio a la hora de elegir, pero sin embargo, eso no siempre ha sido así, como en las pasadas elecciones aguascalentenses, donde se eligieron liderazgos que duermen el sueño de los justos y pasan desapercibidos, salvo sus prosperidades patrimoniales… No hay vuelta de hoja que, con excepción del tema del agua, en el que Caasa-Veolia explota desde hace más de 20 años y sin misercordia alguna, la endeble economía de los usuarios, haciéndolos más pobres de lo que lo han hecho las pobres políticas públicas estatales, y también del actuar indolente y cómplice de la policía municipal, al dejar pasar la delincuencia en lugar de atajarla, el papel de Tere Jiménez Esquivel ha sido muy positivo a lo largo de su primer periodo como alcaldesa. Supo mezclar las necesidades de los sectores más vulnerables de la población, con la sensibilidad y vocación de servicio de algunos de sus funcionarios, que han dejado de pensar en los moches y se han dedicado a servir a la gente, como debe ser. Eso le hace ver a Tere Jiménez como la más fuerte candidata para reelegirse al frente al Municipio Aguascalientes, desde donde se gobierna a la inmensa mayoría de las familias aguascalentenses… Aguascalientes no lo merece, pero desde afuera le han querido meter a fuerza a quienes según ellos, deben gobernarnos. Así estuvo a punto de ocurrir con la zacatecana Lorena Martínez Rodríguez, quien se comió al PRI y con las sobras que quedaron, solo da lástimas en estas elecciones, sin olvidar que el estado debe gobernarlo un jalisciense, pero no lo hace. Sería ocioso y desgastante hablar de las candidaturas de Netzahualcóyotl Ventura Anaya y de Iván Sánchez, dos jóvenes politicos que tendrán que trabajar mucho más de lo que creen haber trabajado ya, para poder llenar las expectativas fundamentalmente sociales de la población… El ultimo en mencionar es un fuereño que desde el Centro le quiere imponer a Aguascalientes el exgobernador de Zacatecas y actual coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal Avila, al mismo que pidió a dos de tres senadores morenistas ausentarse de la sesión para no aprobar la reforma educativa del presidente Andrés Manuel López Obrador… Resulta que el zacatecano fracasó en su intento por imponer en Puebla al senador Alejandro Armenta y como el Presidente le sacara tarjeta amarilla, mandó a Armenta a hacer las paces con Miguel Barbosa y luego él se apareció para formalizer el gesto, pero a cambio de que le dejaran Aguascalientes, con Arturo Avila, un empresario de la industria militar con vínculos cuestionables, a quien también le paga facturas Carlos Lozano de la Torre… Próximamente, tal vez el lunes, explicaramos cómo fue que dos prestigiados aguascalentenses, política y socialmente probados en los escenarios de la acción social local, fueron desplazados por las presiones de Ricardo Monreal… No es la primera vez que Aguascalientes es utilizado como moneda de cambio, en la que el PRI ha tenido que pagar los platos rotos para que el Centro se salga con la suya. Por ejemplo, ¿por qué apoyó e impidió que el Partido del Trabajo perdiera las elecciones en Aguascalientes y perdiera su candidato ganador en el Distrito 1, Gregorio Zamarripa Delgado? ¿Y por qué, si lo bajaron de un triunfo ya cantado, exactamente igual que a Ramón Aguirre Velázquez frente a Vicente Fox-Carlos A. Medina en 1991 en Guanajuato, donde lo vivimos personalmente, en los siguientes comicios se le relegó (a Gregorio Zamarripa)? ¿Y por qué dejan al PRI aguascalentenses en manos de la pusilanimidad y la eneficiencia lorenista por conducto de Enrique Juárez, que lo único que sabe es perder elecciones?

LA COSA ES QUE…

Aguascalientes no merece a politicos pillos y deshonestos como los que pretender imponernos el zacatecano Ricardo Monreal; mal por Andrés Manuel López Obrador y Jeidckol Polevnski, que no les importa tampoco -como a Enrique Peña Nieto- la estabilidad integral de las familias aguascalentenses; qué tal.

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