COSA DE PRENSA

“Cuesta abajo”, dice el tango de Gardel…

 

  • El PRI sí sabía, Morena no sabe
  • Los Presidentes y los presidenciables
  • Prefieren a los malos candidatos

 

Javier Rodríguez Lozano

 

AGUASCALIENTES, Ags., Si bien Morena arrasó en las votaciones presidenciales va a ser muy difícil que repita la misma hazaña en las elecciones del próximo domingo 2 de junio en Tamaulipas, Durango, Quintana Roo, Baja California, Puebla y Aguascalientes; al parecer, este partido político fundado en 2014 por Andrés Manuel López Obrador, ciertamente tiene a su favor el hartazgo de la población contra la corrupción y la impunidad, pero no tiene consigo al “Ángel de la Cohesión” –que no, unidad absoluta- que sí tuvo el Partido Revolucionario Institucional durante sus 70 años de “dictadura perfecta”, y que nunca pudo tener en su docena perdida el Partido Acción Nacional, con más pena que gloria, porque nunca pudo coordinar una sucesión presidencial “ordenada y generosa”, como decía Manuel J. Clouthier de la patria a la que aspiraba en 1988, cuando en Monterrey amenazaría a los empresarios que le exigían que reconociera el triunfo de Carlos Salinas, aunque se robara la elección, como ocurriría meses después, y entonces tendrían que ser Diego Fernández de Cevallos, Luis Héctor Álvarez, Carlos Castillo Peraza y Luis Felipe Bravo Mena, los que le torcieran a brazo a Maquío en la casa de Salinas, para reconocerlo, pero no sin una advertencia que le costaría la vida: “Voy a aceptar que ganaste, pero te cuidaré las manos para que no le robes al pueblo de México”… El punto es que el PRI sí supo amalgamar en 1929 a más de 400 corrientes políticas de izquierda que hicieron la Revolución y controló sus ansias de toreros. Sin embargo, en 1987 se saldrían del redil Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas. Los llamados Regímenes Estabilizadores de Miguel Alemán, los Adolfos Ruiz Cortines y López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz, a eso se debieron, al ángel de la cohesión que se tuvo para controlar a los grupos, las tribus, los grupúsculos… El PAN no pudo acercarse mucho a esa principal virtud de los partidos políticos de México y el mundo: Vicente Fox quería que su sucesor fuera Santiago Creel y el gobernador de Jalisco –como Augusto Gómez Villanueva en 1970 cuando destapara a Luis Echeverría- Francisco Javier Ramírez Acuña propondría en Atlajomulco, en el rancho de Abraham Uyeda, a Felipe Calderón; y Felipe Calderón se enfrentó a Ernesto Cordero para apoyar a Josefina Vázquez Mota, pero aquél se desquitaría con Ricardo Anaya seis años más tarde, debilitando sensiblemente el horizonte presidencial panista. Y Anaya vendría a romper los paradigmas y las ortodoxias de Manuel Gómez Morín al hacer un PAN a modo… para el naufragio… El Movimiento de Regeneración Nacional no tendrá tanta suerte. Si bien Andrés Manuel López Obrador ha heredado Morena a sus hijos Andy (Andrés Manuel Jr.), José Ramón y Gonzalo Alfonso -encargándolo primero a Claudia Sheinbaum, hoy a Jeidckol Polevnsky y en noviembre próximo a Bertha Luján- han surgido los primeros gandallas: Ricardo Monreal, Marcelo Ebrard y Alejandro Rojas Díaz Durán, que han manifestado en la forma y en el fondo, sus intenciones de apoderarse del partido para lanzar la candidatura presidencial del zacatecano, a la que seguiría la del discípulo de Camacho Solís, siempre como el alfil dispuesto a la guerra sucia, del excompañero de Ramiro de la Rosa, Alejandro. Se recuerda aquella paraje de jóvenes arietes de Porfirio Muñoz Ledo, con los que se robaba elecciones como las de Nayarit de 1976… Ofrecimos compartir a detalle cómo fue que en Aguascalientes se ratificaría en el Centro su condición de moneda de cambio, cuando Yeidckol tenía otros dos candidatos, uno de ellos del primer círculo de amigos de López Obrador y el otro, un paradigma de sencillez y honestidad, que no puede presumir ningún político local, violentamente desplazado por el ajedrez partidista: Monreal ofreció atar a su mastín Alejandro Armenta en Puebla, para que Miguel Barbosa se convierta en gobernador morenista, a cambio de que le dieran la candidatura a la alcaldía de Aguascalientes a un empresario de mala nota, Arturo Ávila. No abordamos el tema este lunes porque reseñamos la Primera Conferencia Nacional de Medios en Durango 2019, de enorme trascendencia, pero lo haremos muy pronto.

LA COSA ES QUE…

El lector se podrá dar cuenta que Morena prefiere en Aguascalientes a candidatos de dudoso perfil, en lugar de gente honesta. Por eso le va a ganar Tere y qué bueno; qué tal.

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