Alejandro Rojas Díaz Durán se convierte en coordinador de la campaña de Ricardo Monreal a delegado de la Cuauhtémoc. Monreal ha encargado a Alejandro hacer lo que sabe, en contra de Morena, convencido de que después de Zedillo y Fox, cualquiera puede ser Presidente.
-
Alejandro Rojas Díaz Durán, espejo
-
“lo que mal empieza, mal acaba”
-
El ariete de Ricardo Monreal Ávila
Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., martes 9 abril 2019.- Hoy deberá saberse si hay o no respeto del Movimiento de Regeneración Nacional a las y los aguascalentenses que votaron por Andrés Manuel López Obrador y que esperaban que llegara también a Aguascalientes la Cuarta Transformación, no solo con su combate a la corrupción y la impunidad, que buena falta hace aquí, sino también con la honestidad, transparencia y rendición de cuentas, con debe haber en la nueva política. Esto todavía no llega a las tierras Alfonso Esparza Oteo y José Guadalupe Posada. Esperemos que se rectifique y se limpie el cochinero provocado por el monrealismo con nominaciones cuestionables, y finalmente se les restituya a Aguascalientes y Jesús María sus dos mejores perfiles: Eustacio Álvarez Flores y Alejandro de la Cruz Gutiérrez. Éste último, al igual que Alejandro Mendoza Villalobos, que va por San Francisco de los Romo, fue de los únicos morenistas que tocaron miles de puertas en 2016, en proselitismo para Andrés Manuel López Obrador… De todas maneras, aun rectificándose, el daño causado por el monrealismo a Morena, por ahora ya es irreparable, porque la candidata del PAN, Tere Jiménez Esquivel, lleva una muy amplia ventaja, y qué bueno, por Aguascalientes… Autopsiemos ese daño monrealista al partido del Presidente López Obrador: También en los amplios patios y angostos pasillos de la política hay quienes “nacen para maceta y del corredor no pasan”. Uno de esos especímenes es el caso de Alejandro Rojas Díaz Durán, “genio y figura, hasta la sepultura”, hoy golpeador de Monreal contra Morena. Lo conocemos muy bien desde los años 70s, cuando él tenía 19 años (de los 61 que suma hoy) y abriera los ojos a la política como secretario particular de Porfirio Muñoz Ledo, justo el año en que el entonces presidente del PRI ejecutaba la “Operación Fakir” en Nayarit, (soldados y priistas, ocultos en roperos de las casas con urnas, para manipularlas), donde le robaron la elección a Julián Gazcón Mercado para dársela al exjefe de policía de negro historial en el 68, Rogelio Flores Curiel… Quienes sepan de quirosofía conocen con claridad los símbolos en las manos que indican que, “lo que mal empieza, mal acaba”. Así empezó en la política Alejandro Rojas Díaz Durán y nunca hizo nada distinto durante los últimos 43 años. Siempre opuesto al orden político establecido, toda su vida dentro y contra “la mafia del poder” en la que nunca tuvo membresía premium, al menos no en sus cúpulas prístinas y doradas, adonde nunca lo pudo introducir su siguiente maestro Manuel Camacho Solís, que en los últimos dos años del salinismo de infausta memoria, actuaba como Presidente, según el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, quien alguna vez recibiera de aquel gurú de la pacificación chiapaneca tremendo regaño, en sus mejores tiempos –los de Rojitas- aquellos de la “juventud, divino tesoro / que te vas para no volver. / Cuando quiero llorar no lloro / Y a veces lloro sin querer”, lo más que lograra sería liderar a las juventudes priistas, cuando se encaminaban a su debacle en el año 2000. Ni cómo olvidar también el “sospechosismo” de muchos observadores, que veían las manos de Camacho Solís con el entonces Subcomandante Marcos, cuya revuelta solo sirvió al turismo y no a los grandes problemas de México… Muñoz Ledo renunciaría al PRI en 1987 y Alejandro lo haría hasta 1996, por oponerse a las políticas empobrecedoras de Ernesto Zedillo derivadas del “Error de Diciembre”. Fue en 2006 cuando invitado nada menos que por Marcelo Ebrard, discípulo de Camacho Solís, coordinó la campaña del hoy canciller como jefe del Gobierno del Distrito Federal. Y es en 2015, tras década y media de perredista, que Alejandro Rojas Díaz Durán se convierte en coordinador de la campaña de Ricardo Monreal a delegado de la Cuauhtémoc. Monreal ha encargado a Alejandro hacer lo que sabe, en contra de Morena, convencido de que después de Zedillo y Fox, cualquiera puede ser Presidente.
LA COSA ES QUE…
Andrés Manuel López Obrador está poniendo más caras las apuestas por la sucesión presidencial del año 2022, donde antes que Ricardo Monreal, hay por lo menos tres figuras inmensamente más grandes que él; qué tal.