OXIGENACIÓN, 76 DE EDAD Y OBESIDAD, PACIENTE VENCIÓ AL COVID Y AGRADECE AL IMSS
- Tenía dolor de cuerpo muy intenso, falta de aire, palpitaciones y sudor al toser; sólo podía estar acostado: narra Salvador R.
- “En el IMSS me estabilizaron y lograron mi recuperación. Posterior al alta, recibí seguimiento domiciliario y rehabilitación pulmonar”, compartió
AGUASCALIENTES, Ags., jueves 28 enero 2021.- El señor Salvador R. ingresó al Hospital General de Zona (HGZ) No. 2 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Aguascalientes con 69 de oxigenación, dolor de cuerpo muy intenso, falta de aire, palpitaciones y cambio de color al toser.
Relató que al llegar, le tomaron una muestra para hacer la prueba COVID, le asignaron una cama y le suministraron oxígeno.
“Me explicaron que de pasar más tiempo sin oxígeno, mi cerebro podría haber sufrido algún daño, por lo que agradezco la rapidez de la atención. Me estabilizaron y trasladaron al HGZ No. 1 en donde me atendieron como en hotel de 10 estrellas, además; todos los días me comunicaban con mi esposa, las enfermeras me daban ánimo y me trataron con educación, respeto y afecto… todo eso reducía mi miedo y me daba esperanza”, expresó.
La directora del HGZ No. 1, doctora Ma. del Carmen Bonilla Ortiz, refirió que la edad, la obesidad y dejar avanzar la enfermedad, representan factores de alto riesgo para los pacientes; no obstante, consideró que en el caso del señor Salvador, la persistencia y rigurosidad de los cuidados médicos y de enfermería permitieron estabilizarlo en tres días y alcanzar la recuperación tras 12 días de hospitalización.
“Es muy complicado ganarle al COVID-19 cuando el daño pulmonar está avanzado, es decir, cuando se dejaron pasar dos, tres días desde la aparición de síntomas, para acudir al médico.
Si además existen comorbilidades como la obesidad y factores de riesgo como la edad, es aún más difícil; sin embargo, el señor Salvador recibió todas las alternativas terapéuticas que tiene el IMSS, la dedicación total del personal de salud y una actitud positiva de su parte para lograr sobrevivir”, afirmó Bonilla Ortiz.
Por su parte, el señor Salvador agradeció las atenciones del personal de salud y relató:
“Pensé que ni siquiera me despedí de mi esposa porque iba muy malo. Diario sentía ese escalofrío de que me iba a morir, creí que de ahí saldría al panteón, pero positivamente le pedía a Dios… y el apoyo de las enfermeras fue un gran empujón, fue una cosa maravillosa”.
El paciente detalló que una vez en casa, el personal médico y de Trabajo Social se comunicó diariamente con él, durante 22 días, para dar seguimiento a su evolución, con énfasis en los niveles de oxigenación y actividades de rehabilitación pulmonar.
“Regresé a casa con 18 kilos menos y en un principio no podía caminar ni un par de metros; sin embargo, durante varias semanas tuve el apoyo telefónico del IMSS y a los dos meses ya podía recorrer varias calles. Al día de hoy, -tres meses después de superar la enfermedad-, camino todo lo que quiero, hago mi vida normal y me siento al cien.
Localicé a las enfermeras Adrianita, Vicky, Mayela y a todos; para darles las gracias y preguntarles en qué puedo ayudar. Me dijeron que solo con mis oraciones”, agregó.
Compartió que quiere transmitir el mensaje a otras personas de que la enfermedad es real, ya que muchas no lo creen, “pero es una gran verdad; es una enfermedad mortal. Yo estuve al filo de la navaja y gracias a Dios estoy aquí. Tengo muchas cosas que hacer, porque me salvó la vida el Seguro Social”, concluyó.