CÁMARA DE DIPUTADOS

Presentan en San Lázaro el libro “Cien años de espías y drogas. La historia de los agentes antinarcóticos de Estados Unidos en México”

 

• La obra aborda un tema utilizado con fines ideológicos, políticos y de entretenimiento que impiden comprenderlo: Carvallo Robledo

 

CIUDAD DE MÉXICO, martes 11 junio 2024.- El Espacio Cultural San Lázaro, que dirige Ismael Carvallo Robledo, presentó el libro “Cien años de espías y drogas. La historia de los agentes antinarcóticos de Estados Unidos en México”, del investigador Carlos A. Pérez Ricart, que aborda los antecedentes y la historia de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por su sigla en inglés) y la operación de sus agentes en territorio nacional.

Carvallo Robledo explicó que esta presentación forma parte de la Cátedra Bicentenario de Estudios sobre Estados Unidos de América, que tiene tres seminarios geopolíticos: uno sobre China, otro sobre Estados Unidos y otro sobre América Latina, y este tema tan delicado y complejo encaja perfecto en esa estrategia de investigación y de conocimiento de lo que pasa con el vecino país del norte.

Es una publicación extraordinaria, dijo, con mucho rigor historiográfico que trata una materia que normalmente es utilizada desde un punto de vista periodístico, con fines ideológicos, políticos e incluso de entretenimiento, que impiden comprenderlo.

El libro consta de dos partes. La primera, “Los orígenes y las estructuras” con cuatro apartados: 100 años de agentes antinarcóticos en México, Las drogas y los orígenes del narcotráfico en México, Los años 20 y cuando los cónsules se volvieron detectives, y ¿Qué es un agente antinarcóticos y qué son las agencias?

La segunda parte contiene capítulos sobre agentes de la DEA que operaron en México: “Alvin Scharff, de contrabandista a policía”; “Joe Arpaio, el policía más rudo, implacable y mentiroso”; “Enrique ‘Kiki’ Camarena, la muerte que lo cambió todo”; “Héctor Berrellez y la danza de los testigos protegidos” y “La DEA hoy. Violencia y derechos humanos”.

Refirió que en el libro se plantea la siguiente pregunta: “cuándo y por qué se empezó a prohibir y a criminalizar en México y Estados Unidos lo que se había considerado normal, deseable, necesario e incluso placentero en otros tiempos y en otras latitudes, a partir de la ilegalización y criminalización de esto que formaba parte de las costumbres ancestrales”.

El autor indicó que el texto es resultado de su tesis doctoral para entender qué es la DEA, qué hace, quién la compone, qué intereses tiene y qué hacen sus agentes en México; entender su presente a partir de su historia.

Cuestiona cómo se llegó a aceptar que agentes extranjeros operen en el país con uniformes, armas y transportes de las fuerzas armadas para buscar un delincuente, desde cuándo operan, cuáles son los alcances y límites de sus operaciones, qué se sabe de su forma de operar y relacionarse con las agencias del país, ante quién son responsables y quién paga cuando se equivocan.

Refiere que la DEA fue creada en 1973 por el entonces presidente Richard Nixon, quien había anunciado la guerra contra las drogas, pero esa guerra realmente empezó hace más de 100 años, entre 1913 y 1914, y desde 1935 hay agentes del gobierno norteamericano en campañas de erradicación en Sinaloa, Sonora y Durango. Es decir, la operación física de agentes de Estados Unidos en México tiene 85 años y, antes de eso, los cónsules mandaban información al gobierno de Estados Unidos.

Indica que la falta de un proceso de regularización habilitó la posibilidad de que el gobierno norteamericano interviniera en México a través de las agencias antinarcóticos.

Afirma que la DEA no representa al gobierno de esa nación, pero empuja una agenda a la que a veces se someten o no los presidentes norteamericanos, y es muy relevante al hacer política internacional; “se ha convertido en el principal impedimento para que nuestros países puedan transitar a una política reguladora distinta”.

Pérez Ricart destacó la importancia de cooperar con el país vecino del norte en esta materia, “pero alejémonos de agencias y burocracias que enturbian la relación con Estados Unidos”.

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