- En sesión pública de instalación, las Magistradas y los Magistrados designaron a Janine M. Otálora Malassis como Magistrada Presidenta de la Sala Superior
- El TEPJF está preparado y listo para cumplir con su función sustantiva de brindar estabilidad y racionalidad al sistema democrático, dijo
CIUDAD DE MÉXICO, lunes 7 de noviembre de 2016.- Las magistradas Janine M. Otálora Malassis y Mónica Aralí Soto Fregoso y los magistrados Felipe de la Mata Pizaña, Felipe Fuentes Barrera, Indalfer Infante Gonzales, Reyes Rodríguez Mondragón y José Luis Vargas Valdez, tomaron posesión el jueves en la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y, por unanimidad, designaron a Otálora Malassis como Magistrada Presidenta del órgano jurisdiccional.
Después de ser electa como Presidenta del TEPJF, la magistrada Otálora Malassis afirmó que se debe tener la certeza de que el Tribunal Electoral está preparado y listo para cumplir con su función sustantiva de brindar estabilidad y racionalidad al sistema democrático mediante la resolución de las controversias conforme criterios estrictamente jurídicos.
De la misma manera, afirmó que uno de los objetivos de la nueva integración de la Sala Superior será resolver las controversias que se someten a su jurisdicción de manera justa y legal, con mesura, prudencia y sentido común, además de dictar sentencias accesibles a todos.
La Magistrada Presidenta aseveró que las Magistradas y los Magistrados están consistentes de que el desempeño de la función judicial en un marco político electoral es de especial trascendencia para nuestra democracia y por ello “asumimos el compromiso con los derechos políticos y con la justicia que exige tomar en cuenta las necesidades de una sociedad pluricultural y democrática en donde convergen los derechos de todos nosotros con nuestras múltiples diferencias”.
Se refirió al tema de la transparencia y al uso de los recursos públicos y expresó “habremos de entregar cuentas claras y transparentes de los recursos asignados al Tribunal. La sociedad mexicana es particularmente exigente con la forma en que se emplean los recursos públicos, pues se trata de bienes escasos. Debe existir una justificación de la relevancia de las actividades desempeñadas, así como una evaluación de los logros alcanzados; así, se hace posible que la ciudadanía tenga conocimiento de por qué los recursos disponibles fueron empleados en ciertas actividades y no en algún otro uso alternativo potencialmente más valioso”.