*El método del ejemplo de AMLO no contagió ni a sus más cercanos.
CIUDAD DE MÉXICO, jueves 10 de mayo de 2018.- El senador aguascalentense Fernando Herrera Ávila afirmó que Ricardo Anaya es el único candidato que garantiza combatir a fondo la corrupción, a diferencia de Andrés Manuel López Obrador que carece de una propuesta sólida y cree que con el ejemplo basta.
Recordó que cuando el candidato de Morena estuvo al mando del gobierno de la ciudad de México ésta fue catalogada por el Inegi como la entidad con el mayor índice de percepción de corrupción.
El coordinador de los senadores del PAN hizo notar que el aspirante presidencial de la coalición Por México al Frente es quien ha asumido un compromiso público con el cambio y a la fecha es el único que ha planteado propuestas concretas para erradicar la corrupción.
Explicó que en 2017 la corrupción se ubicó en el segundo lugar de los problemas que más preocupan a los mexicanos. No es posible gobernar un país sólo con el ejemplo; se requiere de voluntad política y de un diseño institucional correcto que asegure que ningún corrupto se salga con la suya, como lo propone Anaya.
En cambio, dijo, López Obrador se sale por la tangente cada que lo cuestionan sobre el tema. Evade revelar el por qué buena parte del gabinete que ha anunciado en el caso remoto de ganar la Presidencia, está compuesto por ex priistas y ha omitido comentarios sobre escándalos de corrupción del gobierno.
No se ha podido quitar de encima la pesada losa de haber prometido perdón y olvido a los corruptos y de enviar señales reveladoras de un pacto de impunidad transexenal con el gobierno saliente, subrayó Herrera Ávila.
Aseguró que la diferencia es abismal; mientras Ricardo Anaya no está dispuesto a ofrecer impunidad, López Obrador sí y lo está demostrando en los hechos y con sus dichos.
Finalmente, sostuvo que los candidatos a la Presidencia están sometidos al escrutinio público y los ciudadanos con su voto premiarán el proyecto de cambio que ponga fin al binomio corrupción-impunidad y sancionarán el de la continuidad cómplice.
