- Guerra en las elecciones
- EEUU y GB atacan a Yemen
- China retrocede en Taiwán
- Por el apetito del hombre
Javier Rodríguez Lozano
CIUDAD DE MÉXICO, lunes 15 enero 2024.- Al menos en dos escenarios destacados, además de misiles de tecnología de punta y otros armamentos hasta de origen extraterrestre -como los Hitler, Roosevelt y Churchill en la Segunda Guerra Mundial- los motivos de guerra influyeron e influyen, en elecciones, como ocurrió en Taiwán donde perdió China y las de noviembre de este año en Estados Unidos, que con los frentes en Ucrania y Gaza, y ahora Yemen, Joe Biden busca mantenerse otros cuatro años más en la Casa Blanca, sin embargo, Donald Trump lo impedirá, si repite aquella hazaña de 2016 cuando venciera “por la libre” a la candidata del poder económico global, Hillary Clinton.
En más de cinco mil expedientes, el abogado de Trump, el exalcalde neoyorquino, Rudy Giuliani, demostraría -aunque no lo aceptara el también enrarecido Poder Judicial estadunidense, como su homólogo mexicano, pero en historia aparte- que Biden se había robado las elecciones de 2020, de manera más escandalosa que las de 2006 y 2012 cuando en México le robaran la Presidencia a Andrés Manuel López Obrador.
Los medios de comunicación tradicionales y predominantemente dominantes en el mundo, alineados al poder económico global que en próximos días se reunirá en Davos, Suiza, matizaron aquel aquelarre electoral, pero el pueblo, aquel del que Lincoln decía que a todo el pueblo se le puede engañar parte del tiempo, “pero no se le puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo”, no olvida las pasadas elecciones electorales en Estados Unidos, que no solo le quitaron al vecino país del norte el liderazgo mundial de la democracia, sino también el liderazgo global, hoy detentado por la China de Xi Jinping, con sus poderosos aliados en Rusia y la India.
Y estos apuntes son la razón principal por la que Biden no quiere la paz en Ucrania, ni en Gaza, ni el Medio Oriente donde abrió fuego contra Yemen el pasado día 12, y menos en Taiwán donde ese mismo día logró imponer a su candidato del Partido Progresista Democrático, Lai Chin-te, fuerte opositor a China, quien ha proclamado defender ese su territorio con la guerra si fuera necesario.
Todo lo que ocurrido en los últimos dos años en materia electoral en el mundo, incluso como el escandaloso proceso que llevó a la Casa Rosada al ultraderechista Javier Milei en Argentina, hasta el de Taiwán hace tres días, tienen que ver con las aspiraciones de Biden por mantenerse en la Casa Blanca, naturalmente apoyado por el poder económico mundial, que al fracasar sus intentos por impedir los estragos de una deuda pública global impagable, que creara al virus de Vuham como un paraguas que resultó un fracaso, busca a todas costas resarcirse, ahora con tantas guerras cuantas sean necesarios, como las que veremos en todo 2024.
El pasado día 12 el mundo se convulsionó cuando conoció la noticia:
“Estados Unidos y Reino Unido han lanzado a última hora de este jueves ataques aéreos contra enclaves de Yemen controlados por el grupo rebelde chipí de los hutíes en represalia por los ataques perpetrados por el movimiento en el mar Rojo que amenazan con paralizar una de las principales rutas del comercio mundial. Los hutíes han confirmado la muerte de al menos cinco miembros del movimiento en los bombardeos”.
Agregó el despacho periodístico:
“El presidente de Estados Unidos Joe Biden ha confirmado poco después que los ataques iban dirigidos contra ‘una serie de objetivos en Yemen utilizados por los rebeldes hutíes para poner en peligro la libertad de navegación en una de las vías fluviales más vitales del mundo”.
Como se sabe, la administración Biden y varios de sus países aliados advirtieron la semana pasada de graves “consecuencias” si no cesaban las acciones hutíes.
El movimiento yemení que controla amplias zonas del país y tiene el apoyo de Irán, ha mantenido su desafío. En apoyo de los palestinos de la Franja de Gaza, han atacado en el mar Rojo desde el 19 de noviembre, a embarcaciones que según manifiestan, están vinculadas con Israel.
Zhang Jun en la ONU
En la ONU, China, Rusia y dos países más, se abstuvieron de votar a favor de los ataques de Estados Unidos y la Gran Bretaña en Yemen, y en las últimas horas su enviado, el del País del Dragón, Zhang Jun, dio a conocer ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, cuál es la posición china en este nuevo escenario bélico.
“El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no ha autorizado la fuerza contra Yemen; China insta a todas las partes interesadas a respetar el derecho internacional: enviado de China ante la ONU”, es el encabezado del editorial del periódico oficial chino The Times Global, quien planteó categórico:
“China se opone a cualquier traslado forzoso del pueblo palestino desde la Franja de Gaza y deben tomarse todas las medidas para aliviar la catástrofe humanitaria y hacer del alto el fuego la tarea más urgente del momento”.
Zun lamento que Estados Unidos, al que denominó en el lenguaje diplomático “un miembro”, ha vetado el consenso de alto fuego emitido por la comunidad internacional en su conjunto.
Como se sabe, el Consejo de Seguridad de la ONU no logró adoptar un proyecto de resolución el 8 de diciembre de 2023 que habría exigido un alto el fuego humanitario inmediato en Gaza debido a un veto de Estados Unidos. Muchos países expresaron su decepción por el veto estadounidense al borrador relacionado con Gaza.
“Es un flagrante doble rasero que algunas personas hablen sobre la protección de los derechos humanos y la prevención del genocidio mientras pretenden ser sordos y mudos, encubriendo y desviando la atención de la trágica situación en Gaza, comentó Zhang: “Debemos eliminar todos interferencia y tomar medidas enérgicas para sofocar la guerra, salvar vidas y restaurar la paz”.
LA COSA ES QUE…
En México, mucha gente se ríe del presidente Andrés Manuel López Obrador cuando proclama “abrazos, no balazos”, en la guerra global, no nacional ni regional, de los poderes establecidos por la voluntad popular en contra del imperio del crimen organizado, apuntalado por el poder económico global.
Porque viejos y respetados escritos dicen que la violencia no se vence con violencia, pero eso solo la gente inteligente lo sabe; y lo que Joe Biden está haciendo en el mundo no es inteligente, tan solo para ganar unas elecciones que tiene perdidas desde 2020.
Por el apetito del hombre, el mundo se consume en las llamas del absurdo.
Qué tal.