México retiró su mirada de allende el Bravo y ya está en la Muralla China.
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Otra afrenta el Ejército Mexicano
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Plática de hospital con un paciente
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Dime qué lees y te diré quién eres
Javier Rodríguez Lozano
CIUDAD DE MÉXICO, lunes 20 noviembre 2023.- El de hoy es uno de los cuatro días que en el año no se trabaja en las redacciones de los grandes periódicos de México; los otros tres descansos obligatorios son el 1 de mayo, y la Navidad y el Año Nuevo, ya casi encima, por cierto.
Este viernes me tocó visitar a mi amigo Guillermo Araujo Osorio, abogado y jubilado del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, convaleciente de los estropicios de un accidente automovilístico; es hijo de un héroe de la Segunda Guerra Mundial, de nacionalidad inglesa, y de una dama casi toda su vida en el medio judicial capitalino.
Algunos de sus numerosos hermanos han prestado y prestan también importantes servicios a la sociedad, desde sus respectivas trincheras, pero no estoy autorizado a comentarlo; para todos ellos y ellas, mis respetos.
Juntos hicimos un gran trabajo periodístico que me ganó liderazgo en la fuente policiaca del Negro Durazo, Francisco Sahagún Vaca, la DIPD, Victoria Adato de Ibarra, José Trinidad Gutiérrez Sánchez, José Luis Pilluendas, perdón, Villuendas, don Rafael Naranjo Tejeda, Javier Islas, don Juanito Aranda y su hijo, José Luis Aranda Zorrivas, entre algunos otros comandantes de la judicial de entonces.
Por cierto, acabamos de despedir a un compañero del periódico La Prensa de aquella época, Augusto Cabrera Mondragón (QEPD), quien fuera el primer reportero que entrevistara a los padres del niño Miguel Ángel Arizmendi Flores, secuestrado y asesinado por La Hiena de Sinaloa en diciembre de 1982, hecho sangriento con que el crimen organizado sinaloense daba la bienvenida al presidente Miguel de la Madrid, quien debajo de la mesa, le ganara la candidatura a don Javier García Paniagua, el padre de este joven brillante que también acaba de ser despojado de la candidatura a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Omar García Harfuch.
Será tema de otra columna, pero de consumarse ese despojo, la dinastía García Barragán-García Paniagua-García Harfuch, habría sido humillada por tercera vez desde la primera que fuera en 1969, cuando el Ejército Mexicano le retirara el apoyo al candidato presidencial Luis Echeverría Álvarez, por el minuto de silencio en la Universidad Nicolaíta de Morelia; en 1982 con el citado caso de De la Madrid, y ahora, con Omar.
¿Será por eso que al Ejército Mexicano se encarguen ahora proyectos de envergadura nacional para los que no fue creado, pero que sin embargo, resulta lo más ideal? No obstante, administrar aeropuertos, puertos y ahora ferrocarriles, no será suficiente para lavar la afrenta que la 4T le ha propinado a las Fuerzas Armadas… La ignorancia del voto duro de Morena hace que crezca aún más la histórica deuda del sistema político con el Instituto Armado de México y por supuesto que este craso error impactara en el crecimiento también de la delincuencia organizada.
En algo tendría que invertir mis horas de visita en la cama del hospital de La Raza, con mi paciente, Memo; de algo teníamos que platicar, teníamos más tiempo por delante, a diferencia de nuestras comidas en el Wins de Atizapán o la Casa de Toño del Mundo E, que apenas rebasaban las dos horas.
Le hablé a mi amigo de la gran mentira que vive México y mucha de su gente, pensando que es iluminada y que solo ella tiene la razón de lo que dice; porque lo que dice se deriva de lo que piensa, y lo que piensa está incubado en sus creencias; y sus creencias se fundamentan en lo que se informan en los medios de comunicación.
Entonces se me ocurrió platicarle a mi amigo Memo en qué consistía la gran mentira que vive el mundo, pero concretamente México y muchos mexicanos, que piensan que el país está mal gobernado, que está en bancarrota y que se dirige al despeñadero.
LA COSA ES QUE…
Fue entonces cuando, quizás no con la paciencia de un cirujano del corazón a pecho abierto, o de un meticuloso y artístico relojero suizo, pero sí con la tranquilidad y confianza de un reportero con casi 60 años en el oficio, que le expliqué a mi amigo Memo, la verdad de lo que dicen los grandes medios de comunicación, gracias a la cual la gente piensa lo que piensa, cree lo que cree y dice lo que dice, pero siempre, cada vez más equivocada, porque la realidad de México y el mundo es muy diferente a la que dicen los grandes medios de comunicación.
Por ejemplo, Ucrania y Medio Oriente, además de Taiwán y Japón, son temas de los que la verdad de lo que ocurre no llega a los medios de comunicación a nuestro alcance. Los escenarios globales son muy diferentes; lo benéfico de toda esta coyuntura es que nunca, ningún gobierno de México, estuvo tan acertado como lo está el actual en el ámbito geopolítico. Retiro su mirada de allende el Bravo y ya está sobre la Muralla China.
Sí, por supuesto, aún había más, apenas estábamos empezando a detallar esa complejidad informativa, global, regional y nacional, y aunque nos sobraba tiempo ahí, a la vera de una cama de hospital, pero sí se nos acaba este espacio digital, así que les seguimos en otro momento.
Qué tal.