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Guerra de los mundos entre Tierra y Universo
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Vaya temas que en el pasado eran de locura
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Sé el cambio que quieres del mundo: Gandhi
Javier Rodríguez Lozano
CIUDAD DE MÉXICO, viernes 5 mayo 2023.- Es bien difícil, pero no imposible, cuestionar la honestidad cuando existe desde el amanecer de los tiempos, negarla con sus mentiras y engaños es como asegurar que la vida se acaba al morir.
Es decir, la dicotomía que consume al mundo, es la misma desde los partidos políticos en todo el orbe, que aquella que separa a quienes solo creen en lo que ven, de aquellos que confían solo en lo que sienten, pero desde sus corazones.
A lo mejor en su tiempo, como hoy para algunos, la espiritualidad en la política sea una utopía, pero no lo fue para otros, como Mahatma Gandhi, por citar solo un pensamiento que proclamaba: “Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo”.
Y con ese título, Cristóbal Cervantes –Política y espiritualidad- reúne en su obra a autores y líderes de opinión, que hablan de integrar a la cosa pública en la cosa espiritual; esto es, juntar el arte de vivir (espiritualidad), con el arte de convivir (política).
El mensaje de Cervantes es inobjetable:
“Nuestra relación con el dinero, la integración cultural, el desarrollo sostenible, la participación en la vida pública, el servicio a la comunidad, la crisis de valores”, serían vistos a profundidad y con sentido práctico… No complejo como ahora.
Otro ejemplo también claro, es el del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al financiar a movimientos civiles en contra de México, de acuerdo a la carta que le envía su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en ese sentido.
Pero uno de los escenarios con más detalles al respecto es la Sucesión Presidencial, donde, aunque la convocatoria para elegir candidatura se emite a finales de junio o principios de julio próximos, después de las elecciones del 4 de junio en los estados de México y de Coahuila, las y los aspirantes mejor conocidos como “corcholatas”, conocerán un poco más de las reglas y definiciones que para el proceso exige Marcelo Ebrard, a quien Claudia Sheinbaum aconseja cabeza fría.
Morena les pide también a las “corcholatas” acompañar a la y al candidato en sus campañas en las mencionadas entidades.
Quizás, no lo dudamos, Francisco I. Madero, Benito Juárez, Lázaro Cárdenas y Adolfo López Mateos, entre otros pocos presidentes de México, hayan logrado combinar esos dos extremos –política y espiritualidad- en sus políticas públicas.
Así como actualmente la espiritualidad es soslayada por el 99% de los ocho mil millones de seres humanos que la ONU registró el 15 de noviembre de 2022 sobre la faz de la tierra, es espiritual el uno por ciento restante, porque aumentó su nivel de conciencia, esto es, su conocimiento integral de las cosas.
En el caso particular de México, después de los presidencialismos citados –y de algunos otros que omitimos por falta de datos- el actual tiene más tintes espirituales, por ejemplo, en sus políticas públicas de “abrazos, no balazos”, “el vino nuevo en odres nuevos” y todo su discurso de la honestidad y contra la corrupción y la impunidad, cuyos efectos también embarran a muchos de sus colaboradores.
En ese contexto se desarrolla actualmente la vida pública de México, en una política que no tiene mucho de espiritual, por ejemplo, cuando en una larga sesión de más de 24 horas, se aprueba una veintena de leyes y se confirman en otra sesión a la que no asiste la oposición.
Se trató de las desapariciones de la Financiera Rural y el Insabi, y las leyes por control del espacio aéreo por parte de las Fuerzas Armadas, la minera, la transferencia de pagos del turismo para el Tren Maya, entre muchas otras.
Los hechos de corrupción en todos esos capítulos institucionales, en opinión del Presidente López, así lo argumentan y justifican, contrarios a corrientes de los partidos políticos que se oponen sin importar, por ejemplo, que se haya reducido en más del 70% los recursos a las enfermedades catastróficas.
También en la Corte “se cuecen habas”, como la posición del ministro Alberto Pérez Dayán, sobre “desaseo legislativo” en el Plan B electoral, como la aprobación del pasado sábado en la Casona de Xicoténcatl de una veintena de leyes en las que la oposición de participó por no asistir, lo podría ser el mecanismo que podría echar abajo esas leyes en la Comisión Permanente con sede en el Senado.
Algunos analistas critican que “la Presidencia de la República sepa tanto de leyes como de física cuántica”.
Sin embargo, ese cuestionamiento en realidad es un halago para quien gobierna bajo fundamentos de “abrazos y no balazos”, muy semejante a Jesucristo al proponer poner la otra mejilla, algo a lo que no cualquiera se presta y prefiere el “ojo por ojo y diente por diente”.
Aquél fue el lema del general Moshé Dayán, en la famosa guerra de los seis días que “coordinara” la ONU y concluyera el 10 de junio de 1967, en la que el Estado Israelí creado en 1948, ganaría territorios al arrasar con las armas a Egipto, Siria, Líbano y Jordania.
Otro ejemplo, de vista a Zacatecas, Julieta del Río, comisionada del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Persona, acusaría al círculo cercano al Presidente López Obrador, de mal informarlo, al pensar que el organismo es costoso y que sirve a intereses particulares.
LA COSA ES QUE…
Quienes creemos más en la espiritualidad que en lo terrenal, sabemos que la fortaleza del peso mexicano en estos momentos en que cotiza 17.92 frente al dólar, como no ocurría en los últimos cinco años, no es tanto por los aciertos de la política monetaria y de la administración de López Obrador, sino por la espiritualidad de este sexenio.
La razón es simple: el dinero no es un trozo de metal precioso o de papel moneda, no; sino que es exactamente la misma energía que hay en Usted y en mí, y como en todo el Universo mismo, y su poder de compra –hoy enrarecido dicotómicamente por su contrario, el comercio voraz- está más a favor de una mente espiritual, que de una mente terrenal.
En estos años, esa mente terrenal ha generado con la pandemia, las guerras como la de Ucrania y las crisis económicas, unos 258 millones de personas con hambre y la cifra aumenta cada año en todo el mundo.
Por eso, y por mucho más, es importante la espiritualidad en la política, única forma de no morir en el intento de vivir con dignidad.
Qué tal.