Con el objetivo de difundir la obra del jurista y político mexicano Mariano Otero, el Consejo Editorial de la Cámara de Diputados llevó a cabo en el recinto legislativo la presentación del Libro “El voto particular de 1847 de Mariano Otero.”
Una producción que nos enorgullece
El coordinador del grupo parlamentario del PRI, diputado Rubén Ignacio Moreira Valdez, aseguró que de la Cámara de Diputados salen publicaciones muy bien hechas, con una producción que nos enorgullece, excelentes textos producidos aquí en la Cámara de Diputados como este y muchos otros, una colección de libros relacionados con mentes revolucionarias.
“hablar de Mariano Otero es importante en estos momentos, primero, porque es una de las mentes más luminosas que ha tenido México y seguramente la más luminosa de los primeros años del México independiente”, precisó.
Sus criterios siguen vigentes
El diputado Carlos Iriarte Mercado (PRI) subrayó que a 200 años de que se elaboraron los criterios sobre el derecho de amparo siguen vigentes hoy en día, además de que es aquí donde se puede comprender que México tiene futuro y un presente.
“Mariano Otero, un joven universal que debe ser reconocido como otros tantas mujeres y hombres que tenemos en el país”, expresó.
Preceptos de Mariano Otero deben preservarse
El legislador Brasil Alberto Acosta Peña (PRI), del Consejo Editorial de la Cámara de Diputados y anfitrión del acto, manifestó que fue fundamental que las y los magistrados y jueces hayan escrito un artículo para este evento, pues los preceptos de Mariano Otero, como la separación de Poderes, deben preservarse.
Aseguró que fue un hombre adelantado a su tiempo, no solo a sus contemporáneos, sino también a las cumbres del pensamiento universal y dijo que “las leyes secundarias no deben tener el poder de destruir a las primarias”.
El joven Otero se inclinó por la disciplina jurídica
Del PRI, el legislador Augusto Gómez Villanueva puntualizó que Otero, fue ejemplo y de joven se inclinó por estudiar, aprender e integrarse a lo más profundo de una disciplina jurídica como lo es el Derecho y al mismo tiempo, a su muerte, a los 33 años de edad, fue un mexicano que dejó un legado tan importante.
“Es difícil abortar de una forma tan magistral como lo hicieron mis antecesores, un tema tan importante como el que corresponde a la referencia bibliográfica de Mariano Otero”, expuso.
Jurista, político y diplomático ejemplar
Noé Luis Ortiz, director de Estudios de Constitucionalidad del Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias (CEDIP) de la Cámara de Diputados, expresó que la obra es pertinente, porque se anticipa a la celebración de los 176 años de la emisión del voto particular de Otero, que se cumplirán el próximo 5 de abril, y porque se enmarcan en la conmemoración de los diez años de la promulgación de la nueva Ley de Amparo, que se cumplirán el 2 de abril.
El encargado del Prólogo del libro, indicó que estos dos acontecimientos permiten dimensionar la vigencia de Mariano Otero y, por lo tanto, es “un justo homenaje a la obra de un jurista, político y diplomático ejemplar como fue Mariano Otero. Una de sus principales aportaciones al derecho constitucional fue el reconocimiento de las garantías individuales; pugnó por la federalización del juicio de amparo e introdujo el principio de la relatividad de las sentencias”.
El juicio del amparo al servicio del individuo
Hugo Christian Rosas de León, Secretario de Servicios Parlamentarios de la Cámara de Diputados, aplaudió este tipo de proyectos históricos, culturales y jurídicos, en este caso sobre la obra de Mariano Otero, quien hizo uso de un recurso parlamentario como fue el voto particular, donde propuso reformar y adicionar la Constitución de 1824.
Relató que se decidió adoptar el proyecto de Mariano Otero y convertir ese voto en el acta de reformas; se reconoce como creador del juicio del amparo, pero en realidad lo que consiguió fueron dos tipos de mecanismos de control de la constitucionalidad de las leyes. “Lo que dio paso a su posteridad, fue que el juicio del amparo estuviera al servicio del individuo y de las libertades personales y no de los conflictos políticos”.
Ayudó a tender puentes desde una visión multidisciplinaria
Juan Carlos Cervantes Gómez, director General del Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias (CEDIP) de la Cámara de Diputados, se congratuló que el Congreso de la Unión abra sus puertas para reflexionar sobre el voto particular de Mariano Otero, “hombre de gran capacidad que ayudó a tender puentes desde una visión multidisciplinaria, como jurista y legislador”.
Añadió que la relatividad de las sentencias, es referirse a una realidad que no se ajusta para el sistema político y jurídico del país, “ya que resulta muy injusto que solamente se declaren inconstitucionales algunas leyes y a quienes tienen los recursos para solicitar la protección del Poder Judicial de la Federación; los controles de constitucionalidad externos deben tener límites y repensarse a la luz de Otero”.
Hacer referencia a un personaje de esta talla es de interés para todos
El magistrado Froylán Muñoz Alvarado, director nacional de la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación, indicó que hacer referencia a un personaje de esta talla es de interés para todos, para funcionarios del Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Judicial.
Puntualizó que en razón del respeto que debe de haber entre Poderes, que subyace en el Principio Otero, “en el Poder Judicial Federal existe unidad porque las y los juzgadores federales están en trabajo armónico con la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación”.
Otero, adelantado a su época
El magistrado del Poder Judicial de la Federación, Froylán Borges Aranda, indicó que es importante la figura de Mariano Otero, al poner a nivel federal las bases del juicio de amparo, lo que refleja que estaba “muy adelantado para su época”.
Llamó a leer el libro, ya que Mariano Otero decía, entre otras cosas: “respeto a las instituciones primordiales de un pueblo y amor de todos los ciudadanos hacia sus instituciones democráticas; un legislador inteligente preferirá siempre una Constitución en el que el pueblo vea simbolizadas su gloria, su nacionalidad y sus libertades, y la Constitución no debe dejar nunca a las leyes secundarias el poder de destruir a la propia Constitución”.