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Los crímenes sociales de la 4T
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Otra vez Donald Trump vs Biden
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¿Qué camino tomará México?
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El mismo, el de la certidumbre
Javier Rodríguez Lozano
CIUDAD DE MÉXICO, lunes 5 septiembre 2022.- Decía Kapuscinski que el periodismo no es para los cínicos, sin embargo, en México no logró generalizarse esa regla; dan pena aquellas versiones de prensa en las que todos tienen razón; algo debe estar mal.
-Unos dicen que el país se incendia.
-Otros aseguran que estamos mejor que nunca
“Aléguele al ampáyer”.
En México, en 2018, un “peligro para México” arrasó en las elecciones y puso en marcha una cruenta lucha contra la corrupción y la impunidad, impresionantemente superior a toda imaginación.
Pero en materia de justicia y seguridad sociales terminará su sexenio sin haber logrado ser mejor que los viejos regímenes; antes, al contrario, en su ineficiencia se gestan dramáticamente, los más horrendos crímenes sociales de la Cuarta Transformación, que empiezan a verse más claros:
-Cientos de personas, miles por decir lo menos, encarceladas injustamente, con años en prisión, y sin recibir un juicio justo, por la increíble corrupción del Poder Judicial de la Federación.
-Algún día se documentarán los crímenes de la pandemia, por lo pronto, cientos de pacientes, miles por decir lo menos, que padecen cáncer y que el sistema mexicano de seguridad social es incapaz de atender; y ya no se digan las consultas con especialistas y de medicina general que el IMSS se toma años en atender.
Esto es en México.
En lo global, es decir, en la Cuna de la Democracia, o dicho más llanamente, en Estados Unidos de América del Norte, erigida en primera potencia mundial en 1945 en la Conferencia Brenton Woods, en 2021 en Washington moriría la democracia y desde entonces, el globo dejaría de navegar y ahora deambula a tropiezos, como trasnochado ebrio y más cuadrado que nunca.
El corazón del mundo todavía no se acostumbra a latir sin el “marcapasos” del Tío Sam, a pesar de que tanto el Oso como el Dragón, además del Elefante y la Loba, ya le dijeron en Ucrania, en Taiwán, en el Indo-Pacífico y ante la OTAN, que no tiene capacidad moral para continuar como primera potencia mundial.
¿Dónde se perdió aquel liderazgo?
¿Por qué Rusia, China, India y Turquía están más fuertes y unidos que nunca?
Todo eso está más que claro.
Al menos en las últimas dos décadas, los macro países de Nicolás ll y Lao Tse, han estado en la agenda de las y los 130 personajes más ricos del mundo, que con el nombre del Club Bilderberg se reúnen en mayo de todos los años, desde su fundación en 1954 en un hotel con aquel nombre en Oosterbeck, Suiza, para decidir clandestina y unilateralmente qué camino debe tomar el mundo.
Daniel Estulin y Cristina Martín Jiménez, periodistas non, orgullos de Kapuscinski y de la prensa libre, lo han documentado profusa y oportunamente, aunque no todos los lean; y aunque también quienes los leen, tampoco todos los crean.
El descrédito estadunidense empezó al filo de las 23 horas del 3 de noviembre de 2020, día de elecciones en que Donald Trump buscaba la reelección frente a Joe Biden.
Quienes en México conocen la historia de las elecciones de 2006, cuando Andrés Manuel López Obrador arrasaba con la votación frente a Felipe Calderón y de repente ocurrió algo semejante a 1988 cuando Cuauhtémoc Cárdenas tundía electoralmente a Carlos Salinas de Gortari, en Estados Unidos ocurrió lo mismo:
– El sistema se había ido y cuando regresó la tendencia era al revés: “Arrasaba” Joe Biden y Trump, no salía de su asombro.
El sistema electoral estadunidense se atoraría precisamente ahí, en Pensylvania, donde hoy Trump reinicia su lucha en este 2022.
Hagamos memoria para contextualizar lo que ocurre en estos momentos en la Unión Americana y seguir de cerca, si se desea, cómo el Gobierno Global impedirá una vez más que Trump regrese a la Casa Blanca, a pesar de la pérdida del liderazgo mundial que, salvo el sistema financiero estadunidense, los demás se niegan a aceptar.
El 2 de noviembre de 2020 COSA DE PRENSA títuló “así, casi, como almas gemelas…” y presentó en el sumario: “¿Quién conviene más a México? Trump venció a endiablado poder y El miércoles diremos: ¡Ganamos!”
Dijimos:
“En este mundo traidor / Nada es verdad ni es mentira / Todo es según el color / Del cristal con que se mira”. ¿Cómo vemos las elecciones en Estados Unidos? ¿Trump o Biden?”
Establecimos que las ideologías han sido superadas y ya no existen derechas, ni centros, ni izquierdas, sino solo y nada más que puros intereses, ¿qué candidato conviene más a México?
Recordamos que, de Taff en 1909 a Donald en 2016, México nunca tuvo un mejor amigo Presidente estadunidense que este rebelde, que tiene de cabeza al Gobierno Global y a todas sus agencias, en especial la de la salud.
Puntualizamos que las miradas inmensamente mayoritarias tenemos nuestro candidato, pero no vemos lo que hacen por debajo del agua para imponer al suyo las privilegiadas minorías que gobiernan en la oscuridad del clandestinaje.
Éstas quieren a Biden porque lo han preparado pacientemente para que revierta todos y cada uno de los presuntos estropicios de Trump, el primero de ellos, retirarse del Acuerdo Transpacífico (TTP) que tanto trabajo les costó que impulsara otro de sus candidatos: Barack Obama.
Las de mañana martes (3 de noviembre de 2020) en Estados Unidos son las únicas elecciones que impactan en todo el mundo y más señaladamente en nuestro país, donde nuestra vecindad distante dejó de serlo para acercarnos cada vez más.
Dijimos que hay un común denominador que hace casi, casi, hasta “almas gemelas” a Trump y a Andrés Manuel López Obrador:
-Ambos luchan contra el neoliberalismo que impulsa desde 1954 el Club Bilderberg a través de la ONU, OTAN, FMI, Banco Mundial y todos los grandes medios de comunicación del mundo, incluidos los mexicanos.
-Se trata de minorías dueñas del mundo por su poderío económico -y confabulario- contra las enormes mayorías que conformamos más de siete mil millones de personas que en unos 200 países queremos vivir mejor sin conseguirlo.
Entonces, el poder hace su juego a través de su gobernanza global y no deja opciones a la impotencia pulverizada y regional de quienes creen que, con las monarquías, los presidentes o los jefes de Estado resuelven sus necesidades.
Aquel poder lo describe mejor Mario Vargas Llosa, al decir en el periódico vocero del neoliberalismo Bilderberg El País, que no basta que haya elecciones libres y genuinas. “Es preciso que los votantes voten bien”.
Y para el escritor peruano, que asegura que los electores estadunidenses se equivocaron hace cuatro años, solo votará bien quien vote por Biden y no por Trump, único candidato presidencial que ha vencido al endiablado poder Bilderberg en sus 66 años de malvada historia.
Al igual que Vargas Llosa, que se confiesa más cerca de los republicanos que de los demócratas, que considera su ídolo al ultraderechista Ronald Reagan, también el español Javier Solana, destacado miembro del directorio Bilderberg, hizo ayer un ejercicio de mea culpa al querer contextualizar los tropiezos de Trump:
“La onda expansiva de este derrumbe (estadunidense) se ha llevado por delante todo atisbo de confianza estratégica entre grandes potencias, y ha dejado magulladas nuestras estructuras de gobernanza global”.
Sus “estructuras de gobernanza global”, no son otras que las impuestas por el Club Bilderberg durante sus 66 asambleas, que van desde la creación del Gobierno Global hasta la invención de la pandemia china.
En 2016 el Club Bilderberg invitó a su reunión que celebraría en el hotel Kempiski de Dresde, Alemania, a Hillary Clinton, quien ya había asistido con su marido Bill a la de 2008, a quien apoyaría para llegar a la Casa Blanca, al igual que a la gran mayoría de sus antecesores estadunidenses.
Nunca imaginaron los Kissinger, los Rockefeller, los Rostchild, los Soros, los Gates, los Buffet, que Donald Trump le ganaría las elecciones a Hillary y desde entonces, hace cuatro años, le hacen lo mismo que a AMLO en México: pegarle con todo.
Sin la menor duda, el candidato que más le conviene a México es Donald Trump. Y si gana las elecciones -porque las ganará- se habrá confirmado que el mundo ha cambiado y jamás volverá a ser el mismo.
Se vendría una verdadera revolución global, geopolítica, y México tendría una participación histórica, como jamás la soñó desde su fundación en 1325.
Sin embargo, en nuestra “graciosa huida de aquella apasionada entrega”, que llamamos LA COSA ES QUE…, advertimos:
“La gobernanza mundial se ha movido para que gane Biden. Nada más sombrío para el mundo, para México y para los hombres y las mujeres libres de todo el planeta”.
LA COSA ES QUE…
El próximo mes de noviembre habrá elecciones en Estados Unidos, otra vez Trump se enfrenta a Biden; una vez más, el Gobierno Mundial impedirá que Donald regrese a la Casa Blanca, a menos que el irlandés Trump les repita la hazaña de 2016 en que venciera a la candidata del Poder Global, Hillary Clinton.
Ahora sí, sin la menor duda, que habrá operadores rusos y chinos, con soporte turco e hindú, en apoyo de Donald Trump, que pondrá marcaje personal al voto electrónico con el que lo vencieran fraudulentamente en 2020, mismo con el que quieren vencer a Andrés Manuel López Obrador en 2024, sin probar su eficacia hasta ahora en ningún país del mundo.
¿Qué camino tomará México?
El mismo de 2020.
El de la certidumbre.
Qué tal.