COSA DE PRENSA / La Sucesión Presidencial

Ahí en medio, en el Zócalo, sentir cómo las “oleadas de humanidad” te empujan con fuerza descomunal hacia donde no quieres ir y buscar con cierta desesperación que te obliga a mantener la calma y a pensar que todo estará bien, salir de aquel inmenso “océano de personas” (tres en cada uno de los más de 46 mil 800 metros cuadrados sin contar los portales y los frentes de Catedral y Palacio Nacional, muchas más de 140 mil 400 personas), se convierte en el mayor reto: Llegar a “la playa” o a un “malecón” a cualquier costo.

 

 

  • Maldita Vecindad en un “océano humano”
  • Claudia y Marcelo en este fin de semana
  • Caro Quintero, ¿de quién es el mérito?
  • ¿La DEA tras fantasma de Rubén Zuno?

 

 

Javier Rodríguez Lozano

CIUDAD DE MÉXICO, lunes 18 julio 2022.- Sabemos que “nada se mueve sin la voluntad de una inteligencia superior”. ¿Cómo explicar lo ocurrido este fin de semana en el marco de la Sucesión Presidencial?

 

Impresionante, en más de muchísimos sentidos, lo que pasó el sábado en el Zócalo, donde se presentara el grupo musical La Maldita Vecindad, bajo una organización y logísticas de seguridad impecables, a unas horas de la captura del capo más buscado en México y el mundo, Rafael Caro Quintero.

 

Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard podían presumir un buen trabajo, menos complejo, pero no por ello con menor mérito, el de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, frente al bilateral del canciller que tuvo que lidiar con una arista de varios picos:

 

-La discreción del Comunicado Conjunto de la entrevista de los presidentes Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador, predominantemente económica (alimentación y energía) y social (migratoria), pero sin agenda geopolítica.

 

-No hubo respuesta a la nota diplomática mexicana que exige a Estados Unidos explique por qué financia a grupos para atacar al Presidente AMLO, como el Frena y algunos periódicos y periodistas mexicanos.

 

-Nada se supo si Estados Unidos indultará o no al periodista Julián Assange, para que se abriera la posibilidad de que el padre del periodismo mundial se exiliara en México o en cualquier otro país, pero libre porque no cometió ningún crimen.

 

-Y para colmo, las contradicciones entre el fiscal general Merrick B. Garland y la directora de la DEA, Anne Milgram, que confirmaron en comunicados de prensa oficiales, la participación de agentes estadunidenses en la captura de Caro Quintero, y del embajador Ken Salazar, que asegura que el mérito es únicamente de la Marina mexicana.

 

Quizás haya luces en este tema durante La Mañanera de hoy.

 

Mientras tanto hurgamos por qué el periodista Hernán Gómez, en El Universal, tundiera duro a las “opinocracias” que no ven el vaso medio vacío ni medio lleno, en los temas Biden-AMLO y Rafael Caro Quintero. Cuestionó en el último párrafo de su columna de ayer:

 

“Por fin, ¿qué quieren? ¿Será que siquiera lo saben? Lejos de entender y alcanzar a explicar el movimiento real que se desarrolla ante nuestros ojos, esta opinocracia -a la que nunca nada le viene bien, y menos cuando se trata de López Obrador sigue la máxima de John Locke: ‘Si la realidad no coincide con mis palabras, peor para la realidad”.

 

Tal vez -pero solo, tal vez- Gómez se referiría a comentarios como el de Templo Mayor, de Reforma, al considerar ese periódico más importante -y por supuesto que es muy lamentable- el accidente del helicóptero en que perdieran la vida 14 marinos, que la captura del capo que ya operaba en el Occidente con el Cartel Jalisco Nueva Generación.

 

Cita textualmente la columna del periódico regiomontano:

 

“De ahí que en los círculos castrenses hay quienes opinan que se perdió mucho más con ese accidente que lo que se ganó con la detención del capo”.

 

Frentes Políticos, de Excélsior, que alguna vez escribieran periodistas como Manuel Mejido y Aurora Berdejo, opinó distinto en lo de Caro Quintero: “Punto a favor de México, por donde se le vea”.

 

Donde sí de plano se pierden por la flojera de cruzar los datos fue en la columna Sacapuntas, de El Heraldo, al citar a Jenaro Villamil, presidente del Sistema Público de Radiodifusión, y atribuirle haber dicho que con la aprehensión de Rafael Caro Quintero Estados Unidos inicia la Operación Leyenda, para detener a todos los involucrados en el asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena en 1985.

 

“Menciona que van por Rubén Zuno Arce y el hondureño Matta Ballesteros. Y si lo dice Villamil…”, dice la citada columna que dijo Genaro.

 

Nosotros no creemos que Villamil haya expresado eso, o, dicho de otra manera, que ignorara que Rubén Zuno Arce, hermano de María Esther, “La compañera”, esposa de Luis Echeverría Álvarez, ya no existe, solo su fantasma.

 

Pero fíjese Usted, amable lector, qué dato: Rubén Zuno Arce, líder de la Liga de Comunidades Agrarias en Jalisco en los 60s, sería quien recomendara ante su cuñado Luis Echeverría Álvarez, entonces secretario de Gobernación, al dirigente de la Confederación Nacional Campesina, Augusto Gómez Villanueva, para que lo destapara como candidato presidencial del PRI el 8 de noviembre de 1968.

 

Naturalmente, al tomar posesión LEA Zuno Arce sería durante todo el sexenio vocal ejecutivo de la Comisión Promotora Conasupo, pero su vínculo con el crimen organizado sería denunciado por el líder cañero Jesús González Gortázar, relacionándolo con Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo.

 

Rubén y Félix serían detenidos en 1989, pero el 18 de septiembre de 2012 y luego de 23 años en prisión estadunidense, un cáncer le quitaría la vida a Rubén Zuno Arce, a los 82 años de edad.

 

En otra COSA DE PRENSA, la desinformada columna del periódico que fuera de Gabriel Alarcón reseña también que el sigilo de la Secretaría de Marina en este operativo fue tal, que ni siquiera sería previamente informado el gobernador sinaloense Rubén Rocha.

 

El mandatario sinaloense, por cierto -decimos nosotros- se prepara para recibir en fecha próxima -y a pesar de las restricciones estadunidenses a que sus ciudadanos visiten los hermosos estados de Sinaloa y Sonora- a las y los asistentes al Tercer Congreso Nacional de Empresarios de Medios, la Coneme, que preside el compañero periodista Jaime Arizmendi, director de Argon México.

 

El primer congreso fue en Durango y el segundo en Hidalgo.

 

Mis respetos a Roberto Rock con su Retrato Hereje en El Universal y a Enrique Aranda, en su texto De naturaleza política en Excélsior, que ayer abordan el tema Caro Quintero, pero dejan ver que nunca cubrieron la fuente policiaca pues sus escritos no aportan nada nuevo, se apoyaron en el mismo boletín de prensa de la DEA que, por cierto, ¿pagará o no la recompensa de 20 millones de dólares por la captura del capo?

 

LA COSA ES QUE…

 

Por más de medio siglo el oficio nos ha llevado a estar siempre entre mucha gente, pero nunca como la noche del sábado, noche de La Maldita Vecindad.

 

Ahí en medio, en el Zócalo, sentir cómo las “oleadas de humanidad” te empujan con fuerza descomunal hacia donde no quieres ir y buscar con cierta desesperación que te obliga a mantener la calma y a pensar que todo estará bien, salir de aquel inmenso “océano de personas” (tres en cada uno de los más de 46 mil 800 metros cuadrados sin contar los portales y los frentes de Catedral y Palacio Nacional, muchas más de 140 mil 400 personas), se convierte en el mayor reto: Llegar a “la playa” o a un “malecón” a cualquier costo.

 

Y sin embargo, una experiencia personal única, imposible de igualar, por otro lado -al menos por ahora- por ningún otro presidenciable.

 

“Qué tal.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *