La Mañanera

MÉXICO NO SE ENTREGARÁ A UNA SEGUNDA CONQUISTA, ASEGURA EL PRESIDENTE LÓPEZ OBRADOR

 

 

  • Que México sea de todos, no para unos cuantos; que se gobierne para ricos y pobres, que haya una separación entre poder económico y poder político; y que el poder político no esté subordinado al poder económico.

 

Javier Rodríguez Lozano

Para LORD MOLÉCULA OFICIAL

 

 

CIUDAD DE MÉXICO, sábado 5 febrero 2022.- La animadversión ideológica, que descobija intereses y desnuda el alma de la corrupción y la impunidad, obnubila a muchos para apreciar las pinceladas históricas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, con que edifica día a día un México desconocido.

 

Sabe muy bien, porque los conoce a detalle, como pocos políticos mexicanos, qué hilos mueven al mundo.

 

Nunca ha descrito con puntualidad inobjetable esos hilos –y tampoco, nunca lo hará- pero están implícitos en todos y cada uno de sus pensamientos de estadista; unos, presentes en sus iniciativas al Congreso de la Unión (como la Reforma Energética, por decir lo menos, pero también lo más), y otros, en su retórica de La Mañanera, que ningún medio de comunicación reproduce en el mismo sentido que son emitidos.

 

Solo la historia milenaria y centenaria de México nos regala frases célebres de grandes hombres y mujeres que nos legaron esta nación, y será ella la que –muy probablemente más temprano que tarde- recoja y reproduzca los alcances de cada paso de la nación en nuestros días.

 

¿Qué lugar le daríamos en esos escenarios, a esta frase del Presidente, expresada esta mañana: “Que México sea de todos, no para unos cuantos; que se gobierne para ricos y pobres, que haya una separación entre poder económico y poder político; y que el poder político no esté subordinado al poder económico?

 

El Primer Mandatario fue preguntado por medios de comunicación convencionales, acerca de las declaraciones del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, sobre que “es necesaria una reforma eléctrica”, y le dio la razón.

 

Lo que no dijo el Presidente, ni insinuó el diplomático estadunidense, es que Estados Unidos, lo mismo que la Unión Europea, presionan para que se les devuelvan los privilegios con que los cobijaron 36 años de malos presidentes mexicanos, una era siniestra mejor conocida como “neoliberalismo”.

 

¿Qué respondió el Presidente al reportero, que confundió al embajador con “gobernador”, es decir, que no estaba concentrado en la calidad de su pregunta?

 

Agradeció a Ken Salazar sus palabras, y aprovechó para ilustrar el fondo de esa expresión: Dijo el Ejecutivo federal:

 

“Es necesario revisar el marco legal constantemente, porque vivimos en un mundo cambiante, son nuevas las realidades.

 

“Cuando se aprobó esa reforma energética hace ya seis, ocho años, eran otras condiciones, se apostaba a que desapareciera la Función Pública, que no hubiera empresas públicas ni bancos públicos, ni industria petrolera pública ni industria eléctrica pública; es más, no querían ni salud pública ni educación pública”.

 

López Obrador subrayó que entonces, imperaba, prevalecía, elevado a rango supremo, la “privatización, la transferencia, el traslado de bienes públicos a particulares; que todo fuese manejado por empresas privadas, por empresas particulares; que el Estado no interviniera en el desarrollo. Incluso, que incumpliera con su función social y que todo quedara en manos del mercado”.

 

Y puntualizó:

 

“Eso era la política, eso es el neoliberalismo. Eso ya se aplicó el México, porque no es novedad, desde la época de Porfirio Díaz.

 

“Por eso hablamos nosotros, que neoliberalismo es neoporfirismo, porque eso mismo se impuso en el porfiriato:

 

“El petróleo en manos de extranjeros, los ferrocarriles en manos de extranjeros, las tierras también acaparadas por particulares, los grandes latifundistas…

 

“¿Y el pueblo?

 

“Esclavizado, los trabajadores sin prestaciones… Salarios que no alcanzaban para lo indispensable, sin prestaciones de ningún tipo; no había ni siquiera un día de descanso a la semana; el que no trabajaba, no cobraba, ninguna prestación”.

 

Más adelante, el Jefe del Ejecutivo reiteró que sí, “si hay una nueva circunstancia, se requiere una revisión al marco legal y por eso es necesaria la reforma eléctrica, porque se hizo con otros propósitos. Se hizo, para hablar claro, con el propósito de desaparecer a la Comisión Federal de Electricidad y que todo el mercado eléctrico lo manejaran las empresas particulares; sobre todo, extranjeras”.

 

Entonces, agregó:

 

“Eso, que fue un exceso, un despropósito, por la ambición al dinero, al lucro, tratándonos a los mexicanos o tratando al país como si fuese tierra de conquista… La verdad, que para algunas empresas extrajeras, algunos países nos veían como tierra de conquista, era la segunda conquista, el saquear, el robar.

 

“Entonces, ahora lo que queremos es, sin extremismos, hacer cambios en beneficio de todos porque, aunque parezca increíble, de continuar con esa política, todos, ricos y pobres, íbamos a terminar perjudicados, los pobres más pobres y los ricos más inseguros, pues no iban a poder vivir más que en carros blindados o en fortalezas, en bunkers, rodeados de guardaespaldas”.

 

¡Esquina, bajan!

 

El periodismo digital nos exige brevedad, brevedad y brevedad; lástima, porque esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció otra cátedra de algo que no tuvieron los presidentes mexicanos en los últimos 36 años: Dignidad, y vale la pena reseñarla ampliamente.

 

 

 

 

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