-Qué le he hecho a Gustavito para que me traté así.
-Señor, lo hizo usted presidente.
- Cuando los presidentes eran los más informados
- Lista de los seis tapados de Adolfo López Mateos
- Se pierden y se van los precandidatos derrotados
- España, más oro a cambio de espejitos y cuentas
Javier Rodríguez Lozano
Lunes 31 mayo 2021.- Cuentan que cuando Adolfo López Mateos se decidió por Gustavo Díaz Ordaz, le diría a su secretario particular a manera de justificación: “No hay más”, pero Humberto Romero “El Chino” le reviraría: “Sí había más”.
La diferencia está en que un Presidente de la República es el mexicano mejor informado, por lo menos así era en los viejos regímenes, incluyendo los del conservadurismo, porque ahora a Andrés Manuel López Obrador se les escapan muchos datos duros.
Por ejemplo, los geopolíticos; y también algunos puntos finos de la política mexicana.
López Mateos y El Chino Romero analizaron juntos a los integrantes del enlistado de los tapados de 1963:
-Javier Barros Sierra, que sería protagónico cinco años más tarde, al encabezar el 1 de agosto de 1968 una marcha de repudio a los ataques del gobierno a la UNAM, como nunca antes lo había hecho ningún otro rector universitario, y para nada resultaría “un párvulo”, como percibía Adolfo El Joven a su secretario de Obras Públicas.
-Julián Rodríguez Adame, secretario de Agricultura y Ganadería. Se adelantaría a Felipe Calderón Hinojosa y a Ernesto Zedillo Ponce de León, que se convirtieran en empleados de Iberdrola y Kansas City Southern, porque López Mateos se había enterado que Anderson Clayton le había ofrecido un empleo para cuando terminara su gestión.
– Donato Miranda Fonseca, primer secretario de la Presidencia creada por López Mateos, lo que generó que la grilla se disparara y con la Secretaría de Gobernación fuera considerada como la segunda dependencia con más fuerza en la Sucesión Presidencial.
La grilla entre Miranda Fonseca y Gustavo Díaz Ordaz era a muerte, encarnizada, pero el político poblano tenía la ventaja de estar mejor informado, gracias a la “alfombra” que pisaba, muy útil y servicial, según Irma Serrano “La Tigresa”, llamada Luis Echeverría Álvarez, su subsecretario.
Y aquellos años “la caballada” estaba más que flaca, había solo seis corceles en el hándicap. El sexto era Benito Coquet, director del Instituto Mexicano del Seguro Social, que para López Mateos era el mejor de todos:
Lo conocía desde la campaña de José Vasconcelos en 1929 y participaría aún más activamente en la de Manuel Ávila Camacho en 1940, en cuyo sexenio se desempeñaría como subsecretario y secretario de la Presidencia (que ALM fortalecería para hacerla presidenciable). “Pero es hijo de francés”, lamentaba el Presidente. En efecto, era hijo de Jean Benoit Coquet Nazet.
Para Humberto “El Chino” Romero, Adolfo López Mateos había sido el primer “tapado”, según cuenta en sus artículos publicados en El Economista Manuel Ajenjo, quien resalta que casi todos los “tapados” en la lista de López Mateos eran muy sus amigos, menos Díaz Ordaz, a quien había apodado “El Tribilín”, y claro que el poblano no se lo perdonaría nunca.
Aun habemos quienes recordamos cómo se desaparecería de la política Humberto Romero.
Y Donato Miranda Fonseca era su compadre. El dos veces alcalde de Acapulco y ex diputado federal haría exactamente lo mismo que Javier García Paniagua en su tiempo, y todos los demás “tapados” perdedores: Perderse de la vida pública después de su última competencia.
Dato curioso fue que López Mateos no considera en su lista a Antonio Ortiz Mena, un señorón secretario de Hacienda de los regímenes estabiizadores, como se lo planteó Humberto Romero al Presidente, y así lo consigna en su libro, relata Ajenjo.
López Mateos decía que no había más y Romero, que sí había más:
-Sí tiene otro: el licenciado Ortiz Mena.
-¿El Planchadito? Se lo imagina usted ante veinte campesinos. Además ya tomé la decisión, preciso López Mateos.
-Señor presidente, el único responsable ante la historia es usted.
Yo sigo preguntándome reflexiona Humberto Romero por qué decidió en ese sentido. Años después López Mateos me dijo, casi llorando:
-Qué le he hecho a Gustavito para que me traté así.
-Señor, lo hizo usted presidente.
Ahora, ubicándonos de regreso en el tiempo a la 4T y Andrés Manuel López Obrador, hay expectación por saber qué piensa hoy el Presidente después de que el periódico español El País, abriera el juego de la Sucesión Presidencial y filtrara en los dos más fuertes.
Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, a sus candidatos Ricardo Anaya y Ricardo Salinas Pliego, que representan al poder económico mundial.
Y éste es el dato geopolítico más importante que escapa a la academia lopezobradorista, a su debido discernimiento y escrutinio, porque no sabe quién maneja en México ese poder económico mundial, que el pasado 20 de enero le robara las elecciones en Estados Unidos a Donald Trump y que le puede hacer lo mismo a él, a través del voto electrónico que operará el Instituto Nacional Electoral en este 2021.
LA COSA ES QUE…
No solo España -en Barcelona se descubriera una oficina donde se contaban por computadora los votos de las elecciones del 3 de noviembre de 2020 en el vecino país del norte- sino también en Estados y en el Reino Unido, quieren meterles las manos a las elecciones del próximo domingo 6 de junio en México, a través del crimen organizado y del financiamiento a algunas ongs como las de Claudio X. González y Amparo Casar.
Francesco Manetto y Jorge Galindo publicaron en periódico español El País el pasado 17 de mayo, un artículo ¿o reportaje? Más bien parece artículo, en el que dan cuenta de los resultados de la encuesta que mandó hacer el Grupo Prisa sobre La Sucesión Presidencial de México 2021.
Y se va hasta la cocina. Ordenó a la encuestadora SUMO Consulting que se enfocara en nueve personajes, algunos de ellos, absolutamente ridículos, que no tomaría en cuenta ningún periodista independiente mexicano, aunque sí la gran prensa que ya nadie lee en su sano juicio .
Entonces, lo importante no es la forma de esta encuesta, sino el fondo, que aunque para Jesús Reyes Heroles ambos escenarios eran lo mismo, para los nuevos tiempos, estos que sobreviven a una pandemia y al eclipse lunar del pasado 26 de mayo, ya no son lo mismo.
Todo y todos hemos cambiado.
Hoy, la forma es forma; y el fondo es fondo. Como el pan es pan, y el vino es vino.
España intenta la nueva Conquista pero su Hernán Cortés ya no puede comprar oro con espejitos y cuentas; “no somos lo mismo”, diría alguien en Palacio Nacional.
Analicémoslo el próximo miércoles.
Qué tal.