¿2024? No, todavía 2021
- Policía y periodista: Piensa mal y acertarás
- El oficio de los sabuesos que casi no falla
- No hay que especular: Claudia Sheinbaum
- Hay motivaciones de orden político: Ebrard
- Arte de decir sin decir nada; hablar de más
Javier Rodríguez Lozano
Miércoles 5 mayo 2021.- Al policía y al periodista nos distingue la más contradictoria de las dicotomías: “Piensa mal y acertarás”, porque casi siempre damos en el blanco, pero también nos pone a rechinar los dientes.
Llevando este accidente de la Línea12 del Metro hasta plano geopolítico habría que preguntarnos -como lo hace un buen policía y un buen reportero- ¿a quién beneficia más estos trágicos acontecimientos?
Para empezar nuestro análisis dejamos de lado el adjetivo de “accidente”, porque no lo advertimos por ninguna parte; es un hecho que tiene todos los elementos para que al tiempo se descubra que fue provocado.
Además de las elecciones, que tiene su propio peso específico para desacreditar un poder político que avasalla con fuerza, y con muchos tiradores plenamente identificados, hay otros escenarios.
El accidente ocurre a unas horas de que el canciller Marcelo Ebrard Casaubón informara a la nación -desde la más alta tribuna nacional, que es la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador- sobre la nueva alianza México-Rusia.
Eso no es bien visto por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ni por el de China, Xi Jinping, también máximo dirigente del Partido Comunista Chino, en el primer año del nuevo liderazgo mundial del Dragón Rojo.
Naturalmente que tampoco es buena noticia para la Comunidad Europea, en el último de cuyos países miembros estuviera el canciller Ebrard hace unos días. Las contra reformas de López Obrador han perjudicado más a España.
Dos, tres; 20, 100, 500 muertos, para el poder económico mundial las vidas humanas son lo de menos, con lo demuestra la pandemia, sin cegarlas trágicamente como en cualesquiera otros lugares del mundo, les representa un mensaje que los presidentes saben leer.
Por supuesto que habrá un peritaje -como los de la ONU que sacan su buena lana por ello- que dirá lo clásico que se dice en toda conflagración, que fue un “corto circuito”.
El bueno será el que haga por su cuenta el Gobierno de México y tampoco va a decir nunca que fue un sabotaje.
¿Dónde impacta más este siniestro acontecimiento del Metro?
En la sucesión presidencial.
Súbitamente, este miércoles Marcelo Ebrard amaneció en la cuarta posición de los aspirantes. Claudia Sheinbaum se consolida en el primerísimo lugar, y ¿quién cree Usted que desplaza del segundo sitio a Casaubón? Ricardo Monreal Ávila.
Pero el principal ganador es el mexicano que no quiere a México y que hace de estas tragedias una fiesta interminable, culpando el Presidente de todos los males; es decir, los grandes medios de comunicación y sus analistas.
Claudia Sheinbaum exhibió serenidad y firmeza para repetir a las reiteradas preguntas de reporteros que parecían no entender, que la Fiscalía General de Justicia debe de llevar a cabo un peritaje que inició justamente en la noche de ayer.
Se solicitará la opinión experta de los extranjeros, “para que sepamos toda la verdad y dar a conocer todo lo que pasó, cuáles fueron las causas”, dijo.
Fue enfática la funcionaria:
“Creo que responsablemente hay que llegar a saber las causas y por eso estos peritajes, y pedimos que por el momento esperemos estos peritajes antes de especular qué pasó y dar en este momento toda la ayuda a las víctimas”.
Preguntaron los reporteros: “¿Y hasta dónde llegaría esta investigación? Desde ayer se trae a cuento que esta línea se construyó durante la gestión del actual canciller, Marcelo Ebrard. ¿Esta investigación llegaría también al actual canciller?”
Todo lo que se tenga que saber, dijo la jefa de Gobierno de la Ciudad de México: “Siempre la ciudadanía, el pueblo, tiene derecho a saber la verdad y nosotros estamos comprometidos con ella”.
Y se estaba tardando la pregunta más obvia de todas:
“Desde anoche hay alguna especulación en el sentido de que pudo haber sido un sabotaje; parece más una falla estructural, pero ¿ustedes descartan, insisto, independientemente de este peritaje, un sabotaje?”
-No podemos especular hasta que no se tengan los resultados del peritaje -respondió Claudia.
– ¿Pero tampoco lo descartarían? -Insiste el reportero o reportera.
– Pues no podemos especular, ni una ni otra cosa hasta que no se tenga el resultado del peritaje -reitera la funcionaria.
Ebrard también participó y agarró el toro por los cuernos, se dijo disponible para colaborar con las autoridades en sus investigaciones.
En este caso particular, no es necesario esperar el resultado de cualquier peritaje; a Ebrard ya no lo salva nada, “palo dado ni Dios lo quita”, es una de las razones por las cuales está más que justificado el sabotaje. Aquí también habría muchos tiradores.
“En primer lugar, es el más terrible accidente que hayamos tenido en el Sistema de Transporte Colectivo y lo primero es que hay que hacer es solidarizarse con las víctimas de esto. Es un día muy triste para la Ciudad de México y para todos”, diría el canciller.
Y fue más claro que todos los demás oradores oficiales en este conflictivo momento:
“Entiendo que hay muchas motivaciones de orden político, pero lo que importa son las tres cosas que acabo de decir: Respeto a las familias y a quienes fueron afectados, les manifiesto mis condolencias, mi solidaridad personal sincera.
Compartir la indignación de la sociedad por lo acaecido. Y tercero, ponerme a disposición de las autoridades en todo lo que sea necesario para esclarecer y para que determinen las responsabilidades a que haya lugar. Aquí estoy a la orden, como siempre”.
LA COSA ES QUE…
El presidente Andrés Manuel López Obrador cerró el debate:
“No podemos, como aquí lo mencionó Claudia, caer en el terreno de la especulación y mucho menos el de culpar sin tener pruebas a los posibles responsables”.
Juego de palabras igual, como lo que dijimos al principio respecto a lo que hacía común el trabajo del policía y el periodista, el pensar mal para acertar:
AMLO propone no culpar a nadie al invitar a “no caer en el terreno de la especulación”, pero al mismo tiempo blande un dedo acusador e imaginario: “mucho menos el de culpar sin tener pruebas a los posibles responsables”.
Cantinflas diría que esto es lo que a él tanto el gustaba: “El arte de decir, sin decir nada; y al mismo tiempo hablar de más”.
Qué tal